La edición 2021 del Día del Patrimonio, que se llevará a cabo los días 2 y 3 de octubre, homenajeará al escritor y político José Enrique Rodó, bajo la consigna “Las ideas cambian el mundo”.
La Comisión del Patrimonio será la encargada de organizar las actividades, que serán presenciales y virtuales contemplando la situación sanitaria, según explicó a Comunicación Presidencial su director, William Rey.
También destacó la figura de Rodó, de cuyo nacimiento se cumplirán 150 años en julio. Lo describió como “un individuo con una profunda reflexión sobre el país y la región, que abarca lo estético, lo ético y lo cultural. Por eso, un merecido homenaje”.
Además de las propuestas similares a las de años anteriores, la 27ª edición del Día del Patrimonio tendrá exposiciones sobre la obra de Rodó y mesas de debate sobre el pensamiento del autor, entre otras actividades.
Desde se avanza en materia de organización, gestión y comunicación, mientras se trabaja con las autoridades sanitarias para definir los protocolos para la celebración en octubre. La inauguración oficial será el sábado 2 en el Museo Nacional de Artes Visuales y el cierre será en la ciudad de Santa Lucía, Canelones, en un centro cultural que fue propiedad de Rodó.
La figura
Desde el Ministerio de Educación y Cultura, del que depende la Comisión del Patrimonio, se señaló a José Enrique Rodó como alguien que en su corta vida “generó espacios de discusión intelectual, bisagra entre dos siglos, pero adelantándose a su tiempo y trascendiendo los límites del Uruguay de la época”.
“Ayudó a pensar a los de su tiempo y a las generaciones siguientes. Hoy sus ideas son estudiadas y valoradas en universidades y foros, tanto de Latinoamérica como de Europa. Trabajó desde la literatura, la política, la filosofía, la crítica y el arte. Siempre con una mirada original. Rodó y sus ideas forman parte de ese Uruguay, país de pensamiento. Ideas, que como tantas otras, cambian el mundo”.
Rodó nació en 1871 y murió en 1917. Fue ensayista, crítico literario, periodista y político. En 1900 publicó Ariel, texto con el que alcanzó reconocimiento internacional. Entre otras obras, en 1909 llegaría Motivos de Proteo, su ensayo más extenso.