“Me dejó el reencuentro con la gente, porque después de la pandemia estábamos necesitando volver con todas las ganas”, dice Tabaré Rivero, cantante, compositor y alma máter de La Tabaré. En noviembre de 2021, en el Auditorio del Sodre, la banda estrenó el espectáculo Poesía de rock y rabia, que este sábado tendrá su última función, en el Complejo Cultural Politeama de Canelones. Rivero comenta que la rabia venía de la época de la pandemia y “también del cambio político y las reacciones de nuestro querido pueblo oriental”, pero cuando pudo volver a encontrarse con el público se dio cuenta de que “era más rock, amor y energía, a pesar de la rabia”.
En “País belleza”, la última canción que publicó La Tabaré, en octubre de 2020 –un boogie-woogie marca de la casa–, se trasluce gran parte de esa rabia que traía su líder: “Mami te hace ver tras el cristal / de la apariencia delictiva, / y ahora sos sospechoso, / se activa la alarma social, / igual que a un ángel sarnoso / te miran mal”. El músico dice que “lamentablemente”, siente la necesidad de volver a cantar sobre cosas que suceden, ya que no se imaginó que el choque “iba a ser tan fuerte”. ”Cuando la derecha volvió al poder, imaginé que el cambio podía ser un poco más leve. Pero poco a poco nos damos cuenta de que no, de que vuelve a suceder lo mismo que había pasado en el Uruguay del pasado. O sea, no creí que fuera a ser bárbaro lo que venía, pero supuse que no iba a ser tan grave como lo que estoy viviendo ahora”, dice.
En esta canción Rivero reflejó la sensación que le provoca “esa confianza que tiene la gente en que ser vigilados de cerca por la milicia nos va ayudar a ser más felices y a poder resguardarnos de los delincuentes”, que es “el verso que nos metieron siempre y que la gente sigue creyendo, cuando está comprobado históricamente a nivel mundial que eso nunca dio resultado”. “Con un montón de alimañas / vigilándonos la calle, / creen sentirse más seguros / y somos zombis de este brainwash”, canta Rivero. Subraya que “el asunto tampoco es agarrar a los supuestos delincuentes y mantenerlos prisioneros en las cárceles o en los barrios”, sino que “se trata de la famosa educación, que nunca vino”.
El contexto sociopolítico del país siempre estuvo presente de forma más o menos explícita en la obra de La Tabaré, pero Rivero aclara: “No quiero volverme panfletario. A veces temo eso, porque lo viví con el canto popular. Si bien lo compartí muchísimo y hubo muy buenos músicos y creadores adentro, también había una gran cantidad de gente que aprovechaba la oportunidad del aplauso porque era lo que la gente quería escuchar. Pero a mí no me gusta cantar lo que sé que la gente va a aplaudir. Entonces, prefiero decir las cosas cuando me hieren, pero no buscando el aplauso gratuito”.
Luego de la función de este sábado, a principios de junio la banda empezará a grabar un disco nuevo, que será el sucesor de Blues de los esclavos de ahora (2017). La idea es producir un disco doble pero que no salga como tal; es decir, el primer álbum se editaría este año y el segundo en 2023. El primero será una vuelta “a las raíces rockeras y bluseras” que a Rivero lo alimentaron toda su vida, y el segundo será con esa mezcla que le gusta hacer de folclore, bandoneones y afines.
El cantante se dio cuenta de que el ambiente sociopolítico también se ve reflejado en el nuevo material, a tal punto de que le parece que es “demasiado”, por eso empezó releer sus textos. “Las canciones ya están prácticamente compuestas, faltan algunos ensayos para llegar al disco con tranquilidad, pero las letras me están costando más trabajo por el miedo que tengo a la repetición, a convertirme en un tipo monotemático y protestón. No quiero ser un cantor de protesta, sino un tipo que dice lo que siente. Pero me está costando en este disco, por todos estos cambios sociales, políticos y pandémicos”, señala.
Como quien no quiere la cosa, el primer disco de la banda, Sigue siendo rocanrol, salió hace ya 35 años, y Rivero cumplió 65 en enero. Por lo tanto, queda por preguntarle lo obvio: ¿hasta cuándo desplegará rabia en el escenario? El músico contesta: “Confío en que las personas más allegadas, que me quieren, cuando esté empezando a marcar mucha bobera, me avisen. Toda la vida marqué bobera, siempre fui un tipo que arriba del escenario dijo alguna guarangada que otra, de las cuales a veces me arrepiento, pero mucho antes de parecerme al pobre Chuck Berry tocando en el Teatro de Verano, prefiero que me avisen y me digan ‘loco, no subas más’”.
La Tabaré, este sábado a las 20.00 en el Centro Cultural Politeama (Ciudad de Canelones). Entradas por Tickantel a $ 500.