Los vientos dan pie al irresistible pulso funky: empieza “Rebelión”, la canción que abre Mesa dulce, el flamante quinto álbum de estudio como solista del músico argentino Dante Spinetta, que vio la luz hace pocas semanas y está disponible en plataformas digitales. Es un álbum en el que concentra todas sus inquietudes musicales, aquellas que empezó a mostrar desde muy temprana edad, hace más de 30 años, cuando Spinetta junto con Emmanuel Horvilleur lanzó Fabrico cuero (1991), el primer álbum de Illya Kuryaki and the Valderramas.
Su idea para este último trabajo fue nada menos que hacer un álbum “con música real, muy tocado”, dice el cantante. Empezó a componerlo en los primeros meses de la pandemia, en 2020, cuando en el país vecino no podían salir a ningún lado. “Me conecté con la música de una manera muy fuerte. Estaba todo el día viendo documentales de Sly and the Family Stone, Prince, James Brown, escuchando todo lo que más gusta: [Luis Alberto] Spinetta, Fito [Páez], con toda esa data, todo el tiempo. Armé todo el esqueleto del álbum, me puse a hacer beats, fue un momento muy feliz porque estaba muy inspirado, haciendo muchas canciones. Después pasaron cosas terribles: mi mamá se enfermó de una manera irreversible, terminal, entonces, paré de componer y estuve dos meses acompañándola. El disco había quedado ahí, estacionado, con toda esa energía ya dirigida”, cuenta el músico.
Luego, cuando falleció su madre y la parte más fuerte de la pandemia ya había terminado, en el segundo semestre de 2021 pudo terminar de escribir las letras que le faltaban, grabar las voces y finalizar el disco. El resultado fueron diez canciones orgánicas, en las que todo está en su lugar y no sobra nada. La banda de Spinetta –que lo tiene a él como líder, compositor, cantante y guitarrista–, tanto en estudio como en vivo, la completan Pablo González (batería), Axel Introini (teclados) y Matías Méndez (bajo).
Además, para el álbum contó con dos invitados como arregladores: Claudio Cardone en las cuerdas y Michael B Nelson, quien durante muchos años fuera el arreglador de Prince, en los vientos –de los instrumentos más destacables del disco–. “Fue eso, hacer algo, no importan las tendencias, hay que hacer la mejor música que podamos. A nivel de producción siempre quise sonar como este disco, de golpe me encontré sonando como había soñado cuando dije ‘quiero funkear’. Para mí es lo más funkero que hice en mi vida. Eso es lo que soy, un funkero latinoamericano. La música cruza las fronteras y te abraza. Cuando amás algo y te abraza no hay mucho blablá”, dice.
Spinetta subraya que cuando se refiere a que hizo un disco con “música real, muy tocado” va más allá del uso de máquinas –algo que le gusta–, sino a que “hay un montón de productos que están pensados para generar plays y views”, en los que “no hay un concepto artístico”; son colaboraciones entre músicos “para tener engagement” y capaz que “ni se admiran” y lo hacen “por plata”. “Eso es una mierda, no tiene que ver con la música, es parte de un negocio del espectáculo que no me representa. Por eso los artistas que están en el álbum, desde los músicos hasta los invitados estrellas, como Trueno y Ca7riel, son gente que admiro, que hace las cosas de corazón. Todas las colaboraciones que hice son con gente que realmente siente lo que hace, aunque sean de distintos estilos. Hay mucha cosa muy trucha dando vueltas, por eso es hora de poner todo en la parrilla, más que nunca”, señala Spinetta.
Muchos de los músicos de las nuevas generaciones del trap, el hip hop y afines crecieron escuchando a Illya Kuryaki and the Valderramas, ya que por estos lados de América del Sur el dúo fue pionero en mezclar varios de esos géneros y hacerlos populares. Spinetta dice que es “muy groso” tener el reconocimiento de los músicos nuevos, algunos que son “estrellas mundiales, a un nivel que nunca había pasado en Argentina, que han llegado más lejos que nadie”.
“Si tienen a Kuryaki y a mis discos solistas de rap como referencias de la movida urbana me pone muy orgulloso, porque cuando salimos nosotros, hace más de 30 años, mucha gente nos puteaba por decir la palabra ‘rap’. Nos trataban de cipayos y vendepatria, nos decían que hiciéramos rock, como si el rock se hubiese inventado acá... Teníamos esa especie de resistencia, tuvimos que tirar muchas puertas abajo y romper muchas reglas establecidas para ser nosotros mismos. Y hoy el rap es la calle en todo América Latina”, subraya.
Spinetta se presentará con su banda el jueves a las 22.30 en el tradicional festival del club de jazz y restaurante Medio y Medio de Punta Ballena (Maldonado), con entradas por Redtickets que van desde $ 1.460 a $ 2.060. “Es un festival en el que aún no toqué, pero siempre me dijeron que es increíble. Este año se dio, así que estoy súper feliz de poder estar ahí”, finaliza el músico.
Festival Jazz a la Calle, en Mercedes (archivo, enero de 2022).
Foto: Natalia Rovira
Jazz a la Calle en Mercedes
Desde este sábado hasta el domingo 22, en Mercedes (Soriano), tendrá lugar la 15ª edición del tradicional festival internacional Jazz a la Calle. Este sábado se darán cita el Quinteto de Metales de la Universidad de Florida (Estados Unidos), Cuarteto de Trombones (Estados Unidos) y un festival de bronces con Urubrass y la Orquesta de la UTEC (Uruguay). El domingo tocarán Speaking Jazz Big Band (Brasil), Ana Malta & Grupo (Brasil) y Felipe Ahunchain Cuarteto. (Uruguay). El lunes estarán los argentinos Francisco Nava Cuarteto y Kai d Raíz, y el martes los también argentinos Marengo-Falcon-Vareña Trío y Tangrama. La grilla completa de toda la semana se puede consultar en la página web.
Atlántida Rock Festival
Este sábado y domingo, desde las 17.00, en Piedra Lisa de Atlántida tendrá lugar un festival de rock con varias bandas y diferentes opciones de entradas, por Passline. Este sábado se presentarán 4 Cuervos, Mel Altieri, Spuntone y Mendaro, La Triple Nelson, Rojo Tres, Trotsky Vengarán y Chala Madre. El domingo: Hasta las Manos, Alexunder, Spektro, El Club del Freestyle, Se Armó Kokoa, Dostrescinco, Soyturista y Callejón Urbano.