El viernes dará comienzo la nueva temporada lírica del teatro Solís con Madama Butterfly, la aclamada ópera de Giacomo Puccini, que también tendrá funciones el domingo 21 y el martes 23. Su historia es la de Cio-Cio San, una geisha japonesa que se enamora de Pinkerton, teniente de marina de Estados Unidos, y lo deja todo por amor. Spoiler alert de 120 años: la pareja no está destinada a permanecer unida. La obra se estrenó en la Scala de Milán el 17 de febrero de 1904, y tres meses después llegó al Solís.
En ocasión de la presentación pública de la obra y la temporada, la directora de la división Promoción Cultural de la Intendencia de Montevideo, Débora Quiring, destacó que la puesta en escena llega desde el Teatro Nacional de Maribor, en Eslovenia. "El proyecto lírico de la ciudad de Montevideo está dialogando de igual a igual con teatros europeos de su dimensión", dijo. Y agregó que pese a ser tradicional, la puesta "está basada en tecnología, en proyección, en diseño gráfico, y es una unión que nos permite presentar una puesta en escena de una gran belleza plástica".
La soprano serbia Alessandra di Giorgio será la encargada de interpretar a Cio-Cio San, papel con el que debutó hace dos años en Cagliari con reconocimiento de la crítica. "Va a estar acompañada por un destacadísimo grupo de intérpretes nacionales que se formaron en este país", contó Quiring. "Se están conformando una o dos generaciones únicas de cantantes líricos, algunos incluso que decidieron residir en este país, con una importante proyección internacional". En el papel de Benjamin Franklin Pinkerton estará Santiago Vidal.
Florencia Caballero estará a cargo de la reposición de escena, sobre la dirección escénica de Pier Francesco Maestrini. La dirección musical es de Martín García, director de la Orquesta Filarmónica de Montevideo, quien bromeó con que la obra podría realizarse incluso si no llegaban los materiales desde Europa, porque "la profundidad de la partitura de Puccini, la calidad del libreto, permite que la historia se cuente y que los personajes conmuevan de la misma manera, tal vez sin la profundidad, sin el agregado del decorado, pero sí con todo lo que la música de por sí trae".
"Si en lugar de cantar, esto se recitara, no funcionaría. Lo que le da la dimensión plena, profunda, el sentido de todo esto, es la música. Las líneas melódicas que tiene Puccini", agregó García. "Y parte de la razón de la programación de esta ópera es el rol que tiene la orquesta, el rol que cumple cada uno de los instrumentos de la gran orquesta que esta ópera requiere. Es un deleite para los propios músicos del elenco dejarse llevar por estas oleadas de melodías maravillosas que se van uniendo. Es belleza desde que empieza hasta que termina".
García explicó que Puccini "recoge toda la tradición del sinfonismo del siglo XIX y los movimientos y las inquietudes de comienzo del siglo XX y los filtra a través de un prisma netamente italiano de una manera magistral. Hay una facilidad de la escritura, que uno la ve en el papel. Parece de una complejidad enorme, y de hecho lo es, porque hay un grado de elaboración y de conocimiento de lo que hace falta en una partitura operística, pero luego, al momento de la interpretación, fluye con una naturalidad increíble.
Por último, dijo que Madama Butterfly se inscribe en el proceso de la orquesta desde la reapertura del teatro. "La Filarmónica se ha consolidado como elenco orquestal de las temporadas del Solís. En un teatro de ópera italiana, con un foso que suena de manera increíble, una orquesta que, aunque no sea numerosa, colocada en ese epicentro acústico del teatro, proyecta el sonido de una manera rica, brillante, sin cubrir a los cantantes en el escenario. Así que realmente es un privilegio".
Madama Butterfly, de Giacomo Puccini. 19, 21 y 23 de mayo a las 20.00 en el Teatro Solís. Entradas en venta por Tickantel, locales de cobranza y boletería del teatro.