Si alguna vez leíste o escuchaste la palabra “metaverso”, pero todavía no sabés de qué se trata, o te preocupa quedar afuera de un evento trascendente y sufrir de graves consecuencias por holgazanería o ignorancia, te conviene echarle un vistazo al primer episodio de Conexiones, el nuevo programa de la periodista Ana Laura Pérez que va todos los martes a las 21.00 en TV Ciudad y que también puede verse al rato, cuando el video de cada emisión queda subido a Youtube.
“Es un lugar que no existe en el mundo real, un lugar en el que podríamos reinventarnos”, explica Pérez, sobre una escenografía simple, elaborada con tubos de luz de colores llamativos, y que aprovecha los brillos y los contrastes que generan la oscuridad dominante. “¿Es un lugar para todos? ¿Hasta dónde podemos hacer ahí lo que acá está prohibido?”, lanza, como provocadoras interrogantes, antes de abrir ventanas hacia posibles respuestas.
La nueva apuesta del canal de la intendencia capitalina combina el perfil didáctico de otros programas de la señal como Sobre Ciencia, y la investigación periodística de Relatos, aunque si tomamos como referencia este primer capítulo, aquí la narración toma la forma de un documental en el que cada nuevo conocimiento presentado funciona como un velo descubierto que habilita un mayor acercamiento al fenómeno elegido, al tiempo que genera un atractivo clima de suspenso y tensión.
Según Pérez, el programa tiene como principal objetivo “tratar de entender cómo funciona la tecnología que está presente a nuestro alrededor desde diferentes perspectivas” y responder algunas preguntas claves para los individuos y las sociedades como las desigualdades que producen la aplicación y adquisición de nuevas tecnologías. Con este nuevo proyecto, la periodista y docente se propone, al igual que ya lo hace en su espacio en La letra chica, “explicar las cosas de manera simple”.
Contada en el tono de un tutorial, y con una musiquita separadora y futurista grabada con máquinas de los años 80, la historia –y las subtramas– detrás del metaverso, parece tanto o más dramática que un episodio de Black Mirror.
La estética del programa juega con las apariencias y las modalidades de comunicación propias de una computadora, de esta y otras épocas. Aparecen en pantalla preguntas de múltiple opción para responder antes del próximo bloque, sale de un rectángulo de Zoom la consultora en política y tecnología Natalia Zuazo, y el artista visual Barros reacciona a videos de distintos proveedores de metaverso.
Luego de las primeras pistas de tiempo y lugar para acomodarse en el sillón, vemos imágenes digitales de muñequitos inofensivos con formas de humanos, en la que uno de ellos apunta a la luna como una metáfora de un futuro luminoso. Luego, y de a poco, el asunto se pone cada vez peor: piernas falsas, chips en el cerebro, miles de millones de dólares volando en estafas piramidales, datos personales robados, y uno, entre varios, aparece como el más peligroso de todos los malvados: Steve Bannon, exasesor de Donald Trump y financista de varios partidos de ultraderecha alrededor del globo.
“¿Terminaremos los humanos con parte de nuestras vidas dentro de realidades virtuales?” se pregunta Pérez, y promete próximos episodios de Conexiones dedicados a la inteligencia artificial y las teorías conspirativas.