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Bautista Mascia.

Foto: Rodrigo Viera Amaral

Bautista Mascia, el músico uruguayo ganador de Gran Hermano 2024: “Si te eligen para entrar a la casa, prepará todo como si te fueras a morir”

7 minutos de lectura
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Las claves para entrar en el casting del reality show, sus planes en Buenos Aires, su pasado como rugbista y compositor de cumbia pop.

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La noche del 12 de diciembre de 2023, el músico uruguayo Bautista Mascia entró a la casa del reality show Gran Hermano y permaneció allí durante 208 días.

Cada mañana activó un micrófono enchufado en sus ropas y, como el resto de sus compañeros, se preparó para brindar una función continuada de su vida cotidiana. Alrededor de los muebles, un ejército de cámaras captó cada instante de sus vivencias, iluminadas por una potente batería de luces y multiplicadas con un bombardeo de redes sociales de 24 horas alrededor del programa que en Uruguay emitió Canal 10.

“Buenos días, buenas tardes, buenas noches”, dijo, parafraseando la escena final de la película The Truman Show, antes de abandonar la casa como triunfador del programa la noche del domingo 7 de julio.

Dos semanas después, Bautista viaja por Montevideo en una camioneta con vidrios polarizados mientras sigue su tour mediático, sin pausa. Todavía no ha tenido tiempo de charlar tranquilamente con su familia, cuenta, y engulle un triángulo de sándwich caliente, con la vista hacia la calle Buenos Aires.

No se aleja de Denisse González –otra participante de Gran Hermano–, y en cada corte de su nueva rutina laboral se refugia en un abrazo de su novia. Esta tarde, además, lo acompañan dos agentes de prensa que se ubican en una mesa del Café la diaria pegada a la suya.

Bautista tiene el aspecto y la postura de un jugador de fútbol que no pierde nunca su concentración. Se ilusiona cuando cae en su teléfono el mensaje de un artista español que va en dirección de sus sueños.

Su plan sigue siendo el mismo que tenía antes de entrar a la casa. Sabe que puede escribir canciones con facilidad, ya vivió el impacto de un hit más de una vez, primero como principal creador del grupo de cumbia pop Toco para Vos con “Hasta la luna”, luego con el inicio de su carrera como solista con “Ya no me duele”. Sólo precisa un poco de tiempo, razona, decidido a meterse de lleno en la grabación de un nuevo trabajo discográfico.

Lo primero que quería saber es cómo se altera la memoria luego de estar tanto tiempo en aislamiento.

La memoria en la casa no es que te falla, pero se distorsiona y perdés mucha noción del tiempo, de cuándo y cómo pasaron las cosas antes.

Arranquemos por la música. Cuando empezaste a escribir canciones, ¿tenías algún autor de referencia?

Creo que la música que estoy haciendo hoy es una mezcla de cosas que estuve consumiendo a lo largo de mi vida. Los Beatles, por ejemplo, es uno de mis grupos preferidos, y después hay otros sonidos más propios de la música urbana moderna. Es como que pongo todo lo que me gusta en el momento en una licuadora, sin pensarlo demasiado.

En tus trabajos solistas nunca recargás demasiado las bases de los temas.

Es cierto, hay poca cosa. El protagonismo se lo llevan la voz y la composición. Es decir, la letra. De hecho, cuando tengo una idea para una canción trato de grabarla lo más rápido posible. Siento que, de esa forma, puedo mantener la esencia del tema.

Además de cantar, tocás la guitarra. ¿Cómo aprendiste?

A los 14 años ya tenía mi guitarra. Al principio me enseñó mi viejo. Él escuchaba mucho rock. Le gustaban Los Gatos, Charly García y Fito Páez, y me decía siempre que, a diferencia de mis hermanos, tenía oído para la música. Después tuve dos profesores, pero la verdad es que no me considero un guitarrista. Lo que más me gusta es componer canciones.

No te ha ido mal con la música.

Estamos en eso. Ahora vamos a ver cómo seguimos con mi banda. Cuando pasó todo el furor de Toco para Vos y arranqué mi camino solista, me di cuenta de lo difícil que es la carrera del artista. Entonces, ahora siento que la vida me dio una segunda oportunidad en un momento en el que ya soy más consciente de lo que estoy haciendo. En breve voy a anunciar shows en Argentina y en Uruguay.

Foto: Rodrigo Viera Amaral

Volviste a tu país, pero todavía no te tomaste un descanso después de Gran Hermano.

En realidad, yo digo que vine a ver a mi familia y a mis amigos, pero eso está camuflado con que también vine a hacer notas, así que el descanso propiamente todavía no llegó. Incluso yendo a visitar a mi familia, todos quieren que les cuente cosas del programa. Todavía es difícil encontrar un momento de relax.

¿Cuándo apareció tu voz de cantante?

Se fue dando de a poco. De chico me acuerdo de recibir comentarios del tipo: “Tocás la guitarra muy bien, pero cantás como el orto”. Esas son cosas que te quedan. Y la verdad es que a mí nunca me importó nada, seguía lo que tenía ganas de hacer. Entonces, si bien me dedico a cantar, no me considero un buen cantante.

Primero tuviste una banda de rock, ¿no?

Sí, ni bien empecé el secundario. Se llamaba La Rosa del Rock. Duró un año, tocábamos cosas de Metallica, ponele. La primera actuación fue en el colegio.

Durante tu estadía en Montevideo tuviste dos encuentros multitudinarios con los seguidores de Gran Hermano, uno en la rambla de Pocitos y otro en el centro comercial de Tres Cruces, en los que te sacaste muchísimas fotos con tus fanáticos. ¿Cómo se maneja esa energía?

Es algo que yo había visto del otro lado, pero cuando te pasa a vos es raro. Te cuesta asimilar que toda esa gente te fue a ver a vos. De todas formas, lo que aprendí fue que en Gran Hermano, a diferencia de otros programas, los televidentes logran conocerte a fondo porque te pueden ver todo el día.

Todavía me llama la atención cuando alguien desconocido me da un regalo y ya conoce mis gustos. Por ejemplo, hoy una chica me dio una tableta de chocolate blanco con chispitas negras, que es mi preferida, y un paquete de gomitas, porque ahora todo el mundo sabe que me gustan las gomitas. Y de repente, te olvidás y pensás: “¿Cómo supo?”.

Gran Hermano muestra tu intimidad a un nivel muy increíble, porque no es sólo lo que hacés, la gente que ve el programa escucha todas tus charlas. Muchas veces, con Denisse, Nico y el Chino [participantes del programa] hablamos de cosas muy profundas y sin darnos cuenta. Por eso se genera una conexión muy fuerte con la gente que ve el programa.

Debe ser muy difícil procesar las emociones de tanta gente en tan poco tiempo.

Es imposible. Recibo todo ese afecto, pero siempre me siento en falta. Me pasa que no sé qué hacer para quedarme tranquilo. Me gustaría poder decir: “Ya agradecí lo suficiente”.

Escuché que tenés pensado irte a vivir a Buenos Aires.

Sí, en unos días me vuelvo y voy a estar un tiempito por allá. Puedo venir seguido para ver a mis amigos y mi familia, pero laboralmente hay mucha movida allá y tengo un contrato con Telefé.

¿Cómo te llevás con la locura de la vida porteña? Tu padre era argentino, tendrás algo de eso en tus costumbres.

Eso me ayuda. Nací un poco con esa cultura, y después, con Toco para Vos, fuimos mucho, así que conozco un poco, aunque no se compara con todo lo que me está pasando ahora. Comparado con otros compañeros de la casa, que por ahí hicieron toda la vida otra cosa y de la nada salieron y se encontraron con todo muy de golpe, me siento bien preparado.

Foto: Rodrigo Viera Amaral

¿Extrañás la casa de Gran Hermano?

La extraño, sí. Extraño cosas concretas. Por ejemplo, ahora dentro de toda esta locura de notas de prensa y de andar corriendo sin parar, me gustaría que me den un día más en la casa para levantarme tranquilo y hacerme el desayuno.

Ahí, como tenés que ocupar mucho tiempo, hacés todas las actividades sin apuro. Yo por ahí me levantaba y de arranque me iba a bañar. Me bañaba re tranquilo, ¿viste? Disfrutaba de ese momento. Después me empilchaba y me iba a la cocina. Me hacía unos huevos, tranquilo, me preparaba mi café y me iba sentar cuando tenía ganas. Un ritmo de vida muy señorial. Y era lindo eso.

Suena ideal.

En un punto, sí. Cocinás, charlás. De hecho, al final del programa, cuando algunos compañeros entraron de vuelta a la casa, me dijeron: “Aprovechá a descansar porque afuera te vas a querer matar”.

Un poco te hace dudar de si esa vida de aislamiento no es menos loca que la que hay afuera.

Y bueno, a nosotros eso nos lo decían mucho. O sea: “Ustedes están en una caja de cristal”. La vida está afuera. Ahí adentro estás como protegido, no sólo de la vida en general, porque tenés la comida y el techo asegurado. Tu laburo es estar ahí y simplemente ser. No te llegan comentarios de nadie. No tenés el odio ni la presión de nadie. Nadie te está esperando en un lugar, no estás apurado por nada. Igual, hoy te digo: “Dame un día ahí para descansar”. Pero ya al final del programa te querés ir, sobre todo cuando se empiezan a ir todos tus compañeros y quedan tres personas en la casa. Ya no tenés tema para hablar.

¿Qué le dirías a alguien que está pensando en anotarse a la próxima edición de Gran Hermano?

Para el casting, lo más importante es mostrarte tal cual sos, no caretearla para nada. Es la única forma de que puedan ver tu esencia. Y si te eligen para entrar a la casa, prepará todo como si te fueras a morir. Es decir, si tenés un problema con un amigo, arreglalo. Lo mismo con un negocio. Y si estás en el medio de algún proyecto, dejalo en manos de gente en la que puedas confiar. O sea, resolvé tus cosas para que puedas enfocarte en el juego.

Da la sensación de que para vos, en este momento, es muy importante estar con Denisse.

Muchísimo. Denisse para mí es una contención vital, pero en serio. Porque si no todo esto te agarra muy solo. No me puedo imaginar cómo me manejaría sin ella. Denu vivió la salida de la casa dos veces. Entonces me contó un montón de cosas que le pasaron a ella y a otros participantes, que a mí me sirvieron para estar mejor preparado. Por ejemplo: “La primera semana que estés afuera, te va a pasar esto y esto; la segunda vas a sentir esto; la tercera, ojo con tal cosa”, entonces, en ese sentido, y si lo sabés aprovechar, la salida puede ser más armoniosa.

Jugaste al fútbol e integraste el plantel juvenil de la selección uruguaya de rugby. ¿Creés que todos tus años de deporte te ayudaron a permanecer tanto tiempo en el programa?

Sin dudas. Creo que todas las cosas que hice en mi vida me sirvieron de algo en la casa. El deporte me ayudó a tener la cabeza fría cuando estaba todo muy complicado. Jugar en equipo, también. Cuestiones como el respeto, la lealtad, también vienen de ahí. Es lo que hice toda la vida. Desde chico estoy acostumbrado a la idea de que la unión hace la fuerza y que hay que apoyarse en otros, complementarse, que eso es lo mejor. No creer que uno solo puede hacer todo.

El misterio de Furia

El triunfo de Bautista fue sorpresivo. Ningún analista ni la gran audiencia lo vio venir. Lejos de los favoritos, supo cómo lidiar con los humores de Juliana Scaglione, Furia, aunque todavía es un misterio por qué se volvió el único intocable para la más popular de las participantes.

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