Anda Calabaza cumple 15 años. En el marco de esa celebración visita Montevideo y el domingo a las 15.00 se presentará en la sala Camacuá. El aniversario invita a un recorrido por su carrera, en el que incluirán canciones de sus tres discos –Anda Calabaza, Sin fin y Ya es después– y algunas cosas nuevas.
Aunque es la tercera vez que se presentan en Montevideo –el año pasado participaron en una actividad de extensión en la sala Zitarrosa y en una función organizada por una escuela en el teatro Metro–, es la primera que lo hacen en una fecha abierta al público. Cuentan que el recibimiento en aquella ocasión fue “hermoso” y que eso les resultó “bastante sorpresivo”. “Se sabían las canciones, fue muy cálido”, recuerda María, y Tomás apunta: “Muchas veces, cuando vas por primera vez a un lugar, cuesta un poco hacerte conocer, pero acá fue distinto: a sala llena, con la gente súper contenta”. “Fue un recibimiento muy hermoso. Lo mejor que te puede pasar”, resume Trinidad.
El grupo se formó en 2009 cuando Trinidad Padilla, María Estanciero, Matías Pozo y Tomás Rodríguez, todos ellos docentes además de artistas, decidieron profundizar una búsqueda creativa en torno a la música y las artes escénicas para las infancias. Desde entonces no han cejado en su carácter inquieto que los lleva a investigar en distintos lenguajes. “Acompañamos a muchas infancias a las que ahora vemos más grandes, y seguimos acompañando a otras”, comenta Trinidad. “El desafío es también que el público se va renovando y tenés que ir renovándote para las nuevas infancias, que tienen otras inquietudes, y al mismo tiempo cosas que gustaron en otros momentos volver a ofrecerlas de otras maneras”, apunta María y le da pie a Matías para completar: “Son las dos cosas: uno podría estar haciendo siempre lo mismo porque el público se renueva y la gente no se cansa, pero nos cansamos nosotros. Realmente somos bastante inquietos y en estos 15 años no hubo dos años en los que tengamos las mismas ideas ni ganas de hacer las mismas cosas”. “Creo que nunca dejamos de hacer cosas nuevas”, resume Tomás.
En la Camacuá
Ese devenir y esa variedad se verán reflejados este domingo en la sala Camacuá, donde recorrerán las canciones y juegos más conocidos, como “Mi casita tiene”, “Juan y Pedro”, “El monstruo sos vos” y presentarán material de su nuevo disco, Ya es después, en un viaje musical que incluye una diversidad de estilos musicales: pop, rock, cumbia, chamamé, electrónica, tango, etcétera.
“En el show estamos haciendo una linda síntesis del recorrido en esos 15 años en cuanto a los juegos, las canciones. El repertorio que elegimos tiene que ver con todo el recorrido artístico. Estamos celebrándolo con las cosas que más nos identifican o son más particulares de nosotros como grupo. Teníamos ganas de cruzar el charco y seguir expandiendo el público, que nos sigan conociendo”, dice Trinidad. “Tenemos una mezcla de canciones de todos los discos y habrá momentos más teatrales a partir de unos videos nuevos que estrenamos ahora en Youtube. Festejamos los 15 años volviendo a canciones que por ahí habíamos dejado de tocar porque teníamos nuevas; en realidad, más allá del número, coincidió con tener un repertorio que recorre todas las etapas”, señala Matías y Tomás agrega: “Es una oportunidad de hacer esas canciones infaltables que siempre nos reclama el público, para que no se nos enoje”. “Es un espectáculo musical que tiene muchos juegos participativos para conectar con el público, es bastante dinámico. Hay algunos momentos teatrales, más fantasiosos, y también hay juegos rítmicos para invitar a hacer con las familias. La invitación es a compartir, a jugar, a cantar y siempre terminamos bailando”, completa María.
15 años es un camino
Desde sus inicios se han presentado en numerosas salas y festivales en Argentina, fueron galardonados con el premio Atina a Mejor espectáculo infantil y dos premios BAWeb por su serie de ficción Anda Calabaza y el show de nuevo, disponible en Youtube. Mucho más que una banda de música, han extendido su búsqueda hacia otras disciplinas, tienen dos libros publicados –Mi casita tiene y Colores– y definen su trabajo por la “misión” que “se centra en el desarrollo del arte como el mejor medio para vincularse con las infancias y conectar con su espíritu crítico, libre y lúdico”. “Algo que hacemos tanto en la formación como en las propuestas es vincularnos desde el juego, poner el cuerpo a jugar. Nuestro origen tiene que ver con la docencia y con llevar lo escénico a la docencia y llevar el aula a la escena. Lo que hay en común en esos dos espacios es el estar jugando y estar con el cuerpo disponible para ese juego estando con el otro, con el espacio, con la música, con la palabra, con el humor, que tiene bastante peso”, comenta Trinidad.
“Nuestras canciones son muy variadas: algunas cuentan historias, otras son poéticas y muy abiertas, otras son juegos bien concretos de repetición corporal. Es una propuesta con lenguajes muy variados”, define María. Matías completa sobre su recorrido artístico: “Fue variando mucho disco a disco. El primero es más adolescente, como de banda de garaje, que era lo que estábamos viviendo en ese momento y escribíamos el disco mientras nos conocíamos y tocábamos. En el segundo nos metimos en una búsqueda más como de una banda de rock explorando sonoridades. Y en el tercero nos fuimos un poco más lejos, incorporamos la electrónica; a mí me gusta decir que es una síntesis de la música del siglo XX: va desde el tango pasando por el jazz, lo electrónico...”.
Por otra parte, sobre lo que implica hacer música para el público infantil, María sostiene: “Para nosotros la música no tiene edad. Si bien la hacemos pensando en los niños y las niñas, hacemos la música pensando en que a nosotros también nos guste escucharla como adultos y adultas y en que sea para disfrutar todos, sin límite de edad. Creo que algo que lo define bien son las familias que nos dicen ‘los escucho cuando estoy llevando a los nenes a la escuela y después que los dejo sigo escuchándolos’”. “No pensamos en que sea música para chicos o para grandes: es música”, resume Tomás.
Anda Calabaza en la sala Camacuá (Camacuá 575 esquina Reconquista). Domingo 18 de agosto a las 15.00. Entradas en venta por Redtickets. 2x1 para la diaria.
Formación
Además del espectáculo que ofrecerán este domingo en la sala Camacuá, este sábado 17 de agosto, de 10.00 a 14.00 en la sala Corchea (Soriano 1243), brindarán el taller de formación El lenguaje extraordinario, dirigido a personas adultas que incorporen el lenguaje artístico como experiencia pedagógica.
“Hay algo en la tarea docente que te pone en estado creativo al estar con niños y familias: uno no va repitiendo siempre lo mismo, sino que va buscando propuestas o canciones o juegos o improvisaciones vinculadas al grupo. Se propone mucha creatividad como docentes y buscar recursos. A nosotros nos gusta crear estos recursos, ya sea una canción o un momento especial en el taller. Un poco es lo que intentamos transmitir en la formación: darles recursos y que conecten con su creatividad, con su voz, con su teatralidad, para que también los docentes o educadores que están vinculados con las infancias puedan pensar sus propios recursos para vincularse creativamente”, comenta Trinidad.
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