Desde hace algunos años, la sala Verdi viene internacionalizando sus propuestas. De hecho, la sala es cofundadora de la Red Eurolatinoamericana de Artes Escénicas, un colectivo nacido en Bayona, Francia, hace ya 11 años y del que forma parte. Esto ha permitido al teatro uruguayo circular por festivales, por ferias, por mercados del mundo, siempre generando el camino de ida y vuelta entre unas y otras propuestas. Este año iban a participar 12 obras, pero por cuestiones presupuestales de la Intendencia de Montevideo la grilla se redujo a siete.
Las funciones tendrán lugar en el Centro Cultural Florencio Sánchez del Cerro, el Centro Cultural Artesano en el barrio Peñarol, la sala Lazaroff en la zona del Intercambiador Belloni y la sala Verdi en el Centro de la ciudad.
Desde Chile llegará El golpe, una adaptación de textos de Roberto Parra que retrata historias de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura chilena. Dura 60 minutos y está dirigida a mayores de 13 años.
Las palabras de los otros (España) es un monólogo que reflexiona sobre el bullying, la masculinidad más tradicional y el abuso de poder. Su duración es de 50 minutos y también está recomendada para mayores de 13 años.
No sabemos nada del campo es un collage de historias íntimas que llega desde España. La cotidianidad rural es abordada desde el teatro de objetos de pequeño formato. Dura 40 minutos y sólo pueden verla 20 personas por función.
Yo bailo (Argentina/Uruguay) merece un capítulo aparte: es una propuesta participativa que integra a adultos mayores en una obra de danza que explora sus historias a través del movimiento. El proyecto comenzó en mayo en Argentina con una convocatoria abierta a la que respondieron alrededor de 50 personas. Lo dirigió el coreógrafo argentino Damián Malvacio, que buscaba integrar a adultos a través de talleres y encuentros gratuitos en los que se exploraba el movimiento como medio para expresar y compartir sus historias, vivencias y perspectivas únicas. La experiencia se replicó en Uruguay con una aceptación enorme por parte de los noveles bailarines locales de la tercera edad. La pieza no narra una historia individual, sino que entrelaza un conjunto de vivencias que se expresan mediante el movimiento y la danza para convertirse en un poderoso testimonio de vida. Yo bailo dura 40 minutos y es apta para todo público.
En cuanto a las obras nacionales, el abanico es por demás diverso, pero todas las propuestas que integran la grilla tienen en común haber sido merecedoras de múltiples premios y nominaciones a nivel local y haber sido muy bien recibidas por el público. En muchos casos representadas en temporadas cortas, estas obras ofrecen a quienes no pudieron verlas la oportunidad de hacerlo, en muchos casos de forma gratuita.
Filtro, de María Goiricelaya, dirigida por ella misma y con un elenco integrado por Marcos Valls, Luis Pazos, Agustín Urrutia y Camila Parard, rememora los sucesos del hospital Filtro de 1994 y reflexiona sobre el asilo político y la justicia. Su duración es de 90 minutos y es apta para mayores de 13 años.
La venganza de Tamar, versión de la obra clásica de Tirso de Molina, se enfoca en temas como la violencia intrafamiliar y la ambición. Con un elenco jovencísimo que sorprendió gratamente en su pasaje por la sala Verdi en 2024, esta versión de Chepe Irisity dura 70 minutos y es recomendada para mayores de 13 años.
Y para cerrar la selección local, Zombi manifiesto: una comedia que mezcla zombis, filosofía marxista y justicia post mortem con un nivel de verosimilitud que avasalla el absurdo de la idea, en una hora y media de humor negro y crítica social. Escrita y dirigida por Santiago Sanguinetti, en su primera temporada la obra no ofrecía respiro: era una explosión de información, acción y talento por momentos increíble (fundamentalmente en aquellos en que aparecía Carla Moscatelli, hoy en la cúspide de su carrera sin duda, y que interpreta a varios personajes de manera magistral). Rogelio Gracia realiza un trabajo enorme, lleno de matices e inteligencia. Mateo Altez y Carmen Laguzzi completan un equipo de excepción, que a sugerencia del público colombiano tuvo que repensar el timing y aquella intensidad picando en rojo. Por esto último, la invitación está hecha también para quienes ya la vieron, porque los ajustes realizados terminaron de llevar esta propuesta a la excelencia. Duración: 90 minutos. Apta para todo público.
Festival Internacional Temporada Alta; del 2 al 23 de febrero. Las entradas están a la venta en Abitab, Redpagos, Tickantel y boleterías de la sala Verdi. Para asistir al Centro Cultural Florencio Sánchez, Centro Cultural Artesano y Sala Jorge Lazaroff la entrada es gratuita, pero hay que reservar previamente con cada sala.