A fines de 2024, la actriz argentina Cecilia Roth fue entrevistada por Efe y le preguntaron sobre el ajuste económico llevado adelante por el presidente de su país, Javier Milei, y su efecto en la cultura, especialmente en el cine. En la entrevista, Roth definió a Milei como un “disparate” y recordó aquella imagen suya en la que despegaba papelitos con los nombres de los ministerios que pensaba eliminar.
“Este país se va a quedar enflaquecido a unos niveles impensables. Milei fue recortando, recortando, recortando, sacando esa motosierra infernal. Y nosotros y nosotras, en un nivel de shock, mirando pasar a Milei delante de nuestros ojos y con una oposición profundamente tocada”, expresó la actriz.
La periodista le preguntó específicamente por el secretario de Cultura, Leonardo Cifelli, quien había dicho que en Argentina se filmaban “bodrios”. Roth respondió que Cifelli “viene de no haber hecho gestión nunca” y agregó: “Que este secretario diga ‘bodrio’ no es solamente vulgar, utiliza palabras que yo no había oído en la política nunca. Tanto Cifelli como Milei se permiten escrachar, nombrar a gente desde su lugar importante”.
Roth también afirmó que el gobierno argentino estaba aplicando la censura. “Estoy segura, lo veo, lo siento, lo conozco. El secretario de Cultura lo ha dicho: no se puede hablar sobre la dictadura cívico militar, no se puede hablar de género, no se puede hablar de cambio climático y no se puede ver ninguna película en la que aparezca Lali Espósito. Es increíble y estamos tragando todo esto”. La actriz cerró la reflexión con una expresión de deseo: “Yo creo, quiero, deseo, con todas mis fuerzas, que todo esto sea un mal recuerdo”.
El primero en responder en las redes sociales fue Cifelli, quien reposteó en X una extensa publicación del influencer conservador Agustín Laje, titulada “Los desvaríos de Cecilia Roth”. “Nunca la cultura fue más libre que en la gestión de Javier Milei y los números lo demuestran”, agregó Cifelli. Señaló que los museos aumentaron las visitas “con programación austera y propia” y que Roth “no vende ni 500 entradas por semana en una obra, porque la gente no la quiere ver, y sale a gritar ‘censura’”.
“¿Me la va a contar a mí, Cecilia Roth, que tengo más de 100 producciones de teatro y música? Pobre productor, sostenerle ese fracaso. Les duele que la gente ya no se morfe más sus mentiras y no los elija”, finalizó el secretario de Cultura.
Luego, el mismísimo presidente argentino despotricó en X, como acostumbra hacer a diario y en grandes cantidades: “Los zurdos son tan patéticos que no saben ni lo que significan las palabras que usan para indignarse. En general, al no poder resistir un intercambio de ideas en un terreno parejo, caen de arranque en la falacia ad hominem, etiquetando a su rival con palabras inmundas, para luego seguir el ataque con la falacia del hombre de paja. Son de manual”.
Más adelante, Milei se sumaría al ataque a la obra La madre, de Florian Zeller, que Roth protagoniza en el teatro El Picadero. “Estoy con Leonardo Cifelli y me cuenta que la ‘gran actriz’ Cecilia Roth sólo vende 600 entradas por semana. Por lo tanto, hay que explicarle que no tiene demanda porque no la quieren, no por censura. Obviamente, para ella es más fácil llorar censura antes que aceptar su fracaso”.
El ataque directo del mandatario ocasionó una ola de respuestas en las redes sociales. Algunos, como el dramaturgo Gonzalo Marull, se dirigieron a Milei y plantearon que “el arte puede producir dinero, pero como espejo de la sociedad tiene que tomar riesgos, de lo contrario se descompone. El arte necesita protección, si no la sociedad va a terminar en el desierto del entretenimiento, y es exactamente a ese desierto al que tu ignorancia nos envía”.
“Se nota que no tienen ni idea de teatro ni de la capacidad de El Picadero, porque si supieran no dirían semejante burrada”, agregó el director y dramaturgo Juan Parodi, según consigna La Nación. Desde la propia sala el productor teatral Sebastián Blutrach opinó que “quienes ocupan cargos públicos tienen que actuar con respeto y fomentar la libertad de expresión”.
También se alzaron unas cuantas voces más conocidas, como la del ilustrador Liniers, quien escribió: “Ver actuar a Cecilia Roth es un lujo. Como dijo alguna vez [Oscar] Wilde: ‘Un cínico es un hombre que conoce el precio de todo, pero el valor de nada’”. Otro fue el comediante y exsenador Nito Artaza: “Con todo respeto, señor presidente, debería usted considerar pedir disculpas a Cecilia Roth, primero como caballero, reflexione por favor. Y luego ver la realidad, la recesión es para todas las actividades, salvo los poderes económicos. Y por favor, no confunda cultura con el mercado”, manifestó.
Roth, en declaraciones a Radio 10, explicó que ella trata de no entrar “en una situación de guerra”. “Es un odio que pretende hacer doler, pero no lo personalizo. Me tocó a mí como mañana le tocará a otra persona”, dijo. Y agregó: “Ya sé cómo es esta especie de granja de odiadores. Hemos visto mucho de esto, sobre todo con mujeres. Lo de la venta de entradas es sólo una excusa para decir cosas que buscan dañar”.
Medios argentinos señalan que con la obra La madre estaría ocurriendo lo mismo que con la novela Cometierra, cuya censura política llevó a que agotara ediciones. Cuando los intentos por desprestigiar una obra obtienen el efecto contrario, se lo conoce como el “efecto Barbra Streisand”, y en este caso las entradas se están agotando con anticipación. “Estamos en sold out gracias a la publicidad que nos hizo Milei, así que gracias”, dijo Roth, esta vez entrevistada en Radio con Vos.