Agustín Casulo tiene varias razones para festejar. Este diciembre se cumplen diez años de Laboratorio (2015), su debut discográfico, y una década de trayectoria que hoy reúne cinco álbumes, varios EP, singles e incontables colaboraciones. Su más reciente obra es Sibarita (Bizarro, 2024), un álbum que excedió el formato disco para convertirse en un concepto estético y sonoro, con giras, videoclips, una versión deluxe de corta duración y, finalmente, un álbum en vivo.
“Cuando terminé Sibarita y pude escucharlo masterizado por primera vez, me sentí muy seguro del material y entendí que tenía una responsabilidad de construir un universo alrededor de esas canciones y salir a defenderlo”, recuerda Casulo. “Es un disco que me llenó de amor en un montón de sentidos y en el que me pude dar muchos gustos”.
Uno de ellos fue la presentación en la sala Magnolio, con banda extendida, dos escenarios y el broche de contar con Fata Delgado entre los invitados. “Después de tanto trabajo no podía quedar sólo en el recuerdo de una noche: teníamos que dejar un registro bien grabado”, admite. Así nació Hacen falta placeres, su primer álbum en vivo: 15 canciones registradas en el show, editadas y mezcladas por el propio artista. “Era una deuda personal, pero necesitaba que existiera”, explica. El audiovisual está disponible en Youtube y el álbum puede escucharse en plataformas.
Despojarse para seguir
Hacen falta placeres no es sólo el nombre del registro en vivo, sino una segunda fase del universo Sibarita. La frase –tomada de “Duro”, su colaboración con Zeballos– también dio nombre a un ciclo de shows gratuitos en bares montevideanos, donde Casulo exploró un formato al que hasta entonces era reticente. “Estaba peleado con el formato acústico y recién con estas canciones pude empezar a conectar de nuevo con eso”, confiesa. “Hoy en día la mayoría de mis shows se dan de esa manera, encontré un formato con el que conecto un montón y logré amigarme con esa parte”.
Para Casulo, el valor de esta experiencia radica en pensar cada proyecto como parte de un bloque conceptual: “Siempre intento enmarcar los movimientos en algo claro, y si me equivoco, que sea metiendo la pata a fondo. En el contexto de hiperestimulación en el que estamos, las cosas aisladas se pierden muy rápido. Un concepto sostenido en el tiempo permite que el público se involucre. Yo lo imagino como una mesa con muchos botones: si tocás solamente el botón de la música, puede llegarte por ahí, pero si agregás vestuario, visuales, videoclips, es como tocar el acorde entero. Despierta muchas más cosas”, fundamenta.
El siguiente paso implicó un riesgo grande: en octubre llevó el proyecto a España, con fechas en Madrid y Barcelona, y jornadas de grabación en el estudio de Luke Piedracueva que marcaron el inicio de su próximo álbum. “Fui con un objetivo artístico claro: tocar, grabar, conocer gente y producir. Y lo cumplí”, afirma, y revela: “El disco nuevo es un volantazo total”.
El material ya tiene nombre –aunque aún no lo dará a conocer– y solamente resta “liquidar la mitad”: “Es un disco mucho más personal, menos universalizable. A diferencia de otros, las letras son casi todas mías y el foco está puesto en la canción. Si algo me gusta, intentemos que brille al máximo, llamemos a quien haya que llamar, pero que explote”, explica. “Seguramente demore un poco en salir, porque está bastante más atrevido. Es un disco ambicioso, en el sentido de que voy por todo”.
Por lo pronto, este sábado adelantará dos canciones inéditas en un show a banda completa en Inmigrantes, uno de los lugares donde más disfruta presentarse. “Llamamos al show Muchas razones para festejar y no en vano: yo cumplo 30 ahora, son diez años del primer disco y fue un 2025 maravilloso. Vamos a hacer un repaso por una carrera de la que estoy súper agradecido, y va a haber bastantes invitados. Voy entendiendo cómo me gusta dar un show, la vida me va dando ese conocimiento interpersonal y tengo ganas de disfrutarlo”.
Sobre el secreto para mantenerse activo luego de una década de música, Casulo concluye: “Estuve haciéndome mucho esa pregunta: ¿por qué quiero dedicar mi vida a esto? Y cuando me pude contestar, logré soltarme. Siento que tengo algo para decir y las canciones son el formato que encontré para expresarme”.
Agustín Casulo. Sábado a las 21.00 en Inmigrantes (Juan Paullier 1252). Entradas en Redtickets a $ 300.