Desde los primeros días del gobierno de Javier Milei, la industria cinematográfica de Argentina sufre las políticas de recorte en el financiamiento público. Como resultado, en 2024 –y lo que va de 2025– el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) consiguió el “récord histórico de cero películas argentinas aprobadas”, según el Espacio Audiovisual Nacional (EAN), que nuclea a diversos colectivos de la industria.
El EAN emitió un comunicado a propósito del año de gestión del economista Carlos Pirovano al frente del INCAA, en el que se afirma que “todas las medidas adoptadas han perjudicado el desarrollo y crecimiento de la industria audiovisual” y se enumeran algunas de las “decisiones más perjudiciales” para el fomento a la producción, la difusión y la presencia internacional del cine argentino.
El colectivo recuerda en el documento que el presidente de la institución ha sostenido públicamente que “su conducción del Instituto se basaría en el estricto cumplimiento de la Ley de Cine”. Sin embargo, señalan que, “desde el inicio de su gestión, ha tomado decisiones que no sólo contravienen la letra de la norma, sino fundamentalmente su espíritu”.
La “eliminación de los instrumentos de fomento a la producción” es el primer reclamo abordado por el colectivo en su informe. Mencionan que la supresión por parte de la gestión de Pirovano de la preclasificación de proyectos ha “impedido que las productoras cuenten con previsibilidad respecto de los subsidios que podrían obtener, dificultando la elaboración de planes económicos y la formalización de coproducciones internacionales”. Asimismo, recuerdan que se introdujo la condición de un año de espera para solicitar un subsidio luego de haber recibido otro y se estableció un límite por el cual el INCAA sólo reconoce el 50% de los costos reales de producción, lo que “ha dificultado enormemente el recupero de las inversiones”, señalan.
En paralelo, se ha retirado el “apoyo a la difusión y comercialización del cine nacional”, mediante la suspensión del apoyo económico a festivales y organismos provinciales, y la eliminación de herramientas como la cuota de pantalla, “limitando el acceso del público a un cine nacional diverso y favoreciendo exclusivamente a las grandes compañías internacionales”, cuestiona el EAN.
El colectivo también denuncia que el cine Gaumont, administrado por el INCAA, ha “pasado a programar cine internacional, el mismo que exhiben las salas comerciales, desplazando el cine argentino de sus pantallas”. Además, existe incertidumbre sobre la continuidad de la plataforma Cine.ar, que pasó a estar bajo la órbita de la Secretaría de Medios y Comunicación de la Presidencia.
“En 2024 la participación del cine argentino en la taquilla fue la más baja registrada, representando apenas el 2,19% del total, una caída del 60% en comparación con 2023”, sostiene el colectivo.
Por último, en su informe el EAN apunta a la “pérdida de presencia en el ámbito internacional”, producto, por ejemplo, del retiro del apoyo económico a películas participantes en festivales internacionales y la renuncia a la organización del mercado audiovisual Ventana Sur, que tuvo lugar por primera vez en Montevideo el año pasado.
“En el inicio de esta gestión, se afirmó que ‘nunca veríamos a este presidente pasearse por los festivales de cine’, recordó el colectivo. Sin embargo, recuerdan que recientemente asistió a los festivales de Berlín y Málaga “en representación del cine argentino, el mismo que su administración está impidiendo producir”.
La asociación asegura que ha acercado propuestas a las autoridades “para que la actividad audiovisual siga funcionando según la Ley de Cine”, así como ejemplos de países “cuyas cinematografías han crecido exponencialmente gracias a políticas de fomento modernas”.
“Finalmente, hemos advertido a las autoridades sobre las consecuencias negativas e irreversibles que tendrían las medidas que anunciaban y que fueron tomando. Lamentablemente, no hemos sido escuchados y hoy el cine argentino atraviesa una crisis sin precedente”, expresan al cierre.
Pirovano desmintió las acusaciones del EAN. En diálogo con Infobae, afirmó que la institución ha recuperado “300 millones de pesos de gente [a la] que se le regalaba la plata y no hacían la película”, en referencia a la eliminación de la “preclasificación de proyectos”, herramienta que consideró “ilegal”.
Sobre la eliminación de los instrumentos de fomento a la producción, Pirovano dijo que el instituto creó una “línea de microcréditos, por valor de 50.000 dólares, a valor de tasa de plazo fijo del Banco Nación [...] Es a cinco años y con tres de gracia”. En cambio, para el EAN, “la implementación de créditos bancarios como herramienta de fomento ha demostrado ser ineficaz”, ya que la naturaleza del ciclo económico de la industria imposibilita el funcionamiento del mecanismo.
En cuanto a la pérdida de presencia internacional, el presidente del instituto apuntó: “No le vamos a regalar más plata a los amigos del poder para que se la vayan a gastar a los festivales”.