Fórmula 1: Leclerc y Ferrari vuelven a ganar en casa y los tifosi enloquecen

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La locura se desató en Monza cuando Charles Leclerc ganó el Gran Premio de Italia, tal como había hecho en 2019. Aquella vez lo hizo defendiéndose él solo de los dos Mercedes, que eran los mejores autos de la temporada. Ahora, en cambio, Ferrari planeó la mejor estrategia para festejar así su tercera victoria de la temporada con sus queridos fans, los tifosi.

El viernes en las pruebas libres la cosa ya parecía interesante, con McLaren, Ferrari, Mercedes y Red Bull muy parejos, pero tras la clasificación del sábado, en vez de verse las escuderías mezcladas, se vería casi una escalerita de equipos: los McLaren, como ya es costumbre, primeros, liderados por Lando Norris y Oscar Piastri, luego el Mercedes de George Russell, los compañeros de Ferrari Leclerc y Sainz, y el otro Mercedes de Hamilton. Sorprendentemente, los Red Bull no tenían buen ritmo y quedaban séptimo y octavo, con Max Verstappen delante de Sergio Pérez.

Apenas largada la carrera, en la primera chicana, Russell, que había hecho buena largada, frenaría tarde, y para no impactarse con Piastri, se vería obligado a ir por la escapatoria y perder posiciones hasta el séptimo puesto. Ya en la segunda chicana, Norris, que parecía haber mejorado y tener una largada decente, dejó la puerta abierta para que su compañero de equipo lo sobrepasara. En la maniobra, Piastri lo empujaba un poco y Norris se vio adelantado también por Leclerc, que comenzó a pisarle los talones al joven australiano.

Pasadas unas vueltas de gestión de neumáticos, McLaren llamaría a Norris a una parada tempranera en la vuelta 15, para intentar un undercut sobre sus rivales. En vez de quedarse en pista unas vueltas más con ese juego de neumáticos medios, como se esperaba al inicio de la carrera, todos los punteros irían haciendo su detenciones en boxes temprano, excepto los Red Bull, que para intentar algo nuevo decidieron poner ruedas duras al principio de la carrera, lo cual parecía ideal para los austríacos, ya que podrían haber aguantado hasta la vuelta 30 o 35, poner medios, y hacer sólo una parada. Sin embargo, decidieron parar a sus pilotos en las vueltas 22 y 23, lo cual llamaba la atención y los dejaba en una mala situación, puesto que perdieron mucho tiempo y tendrían que hacer otra parada más.

Varios pilotos hicieron maniobras ilegales y provocaron choques, no de mucha gravedad, pero gracias a esto el piloto argentino que debutó este domingo, Franco Colapinto, logró avanzar posiciones tras haber tenido una mala clasificación el sábado.

Norris hizo lo mismo que el resto y paró antes de lo previsto, pero sólo Piastri lo acompañaba, y con esto se meterían en un gran lío, puesto que ellos pensaban que era una carrera a dos paradas, pero los pilotos de Ferrari habían estado gestionando neumáticos, y se quedaron en pista hasta el final.

Con pocas vueltas para el final, la gente de McLaren se daba cuenta de que los Ferrari iban a una sola parada y apuraron la marcha, con ambos pilotos dejando atrás al español Sainz, que opuso su defensa, pero no pudo hacer nada frente a un McLaren que iba volando con gomas frescas.

Piastri quedó a diez segundos de Leclerc con siete vueltas para el final, pero no recortaba el tiempo necesario, y la carrera llegaba a su final. Piastri había fallado en el intento de alcanzar al monegasco por tres segundos.

Norris logró hacer la vuelta rápida sobre el final, por lo que le recortó ocho puntos a Verstappen en la lucha por el campeonato, quedando así a 62 del neerlandés de cara al Gran Premio de Azerbaiyán, que se llevará a cabo dentro de dos semanas. En uno de los incidentes mencionados, el bravo piloto de Haas Kevin Magnussen provocó un choque, por lo que no participará en este Gran Premio, tras haber acumulado muchas sanciones e incidentes que lo llevaron a esta descalificación.

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