Este domingo a las 15.00 en el estadio Centenario se jugará la final de la octava edición del Torneo Intermedio, un campeonato bastante denostado en el ámbito deportivo, sin que se presenten argumentos sólidos que apoyen la descalificación. Sin embargo, ha sido muy influyente en la definición de casi todas las temporadas, suma siete partidos puntuables a cada uno de los equipos de la A y permite una final que no suma puntos pero sí la gloria, la copa, además de un cupo en la Sudamericana –aunque hasta ahora no ha sido utilizado porque sus campeones clasificaron a la Libertadores o a la Sudamericana por la tabla anual–.
Por este campeonato, que en sus siete ediciones anteriores tuvo como ganadores a Nacional (cinco veces) y Liverpool (en dos ocasiones), hubo cinco finales en el Centenario, en las que dieron la vuelta olímpica los tricolores. Las otras dos se jugaron fuera del Monumento Histórico al Fútbol: una en el Franzini, donde Liverpool estrenó su hasta entonces inesperada serie de títulos en la Primera División Profesional, y otra en el Parque Viera, donde los negriazules levantaron otra de las diez copas que han logrado en poco más de cinco años. Será la segunda y consecutiva entre Nacional y Peñarol, que un año atrás debieron definir por penales el Intermedio 2024, que terminó con triunfo tricolor.
Está claro que el Intermedio no es un campeonato que no sirve, aunque tal vez sea susceptible de alguna mejora en su definición para que no todo se agote en una final entre dos contendientes que, más allá de la representación y finalidad del logro del campeonato en sí mismo, no ofrece demasiada emoción en su fase final ni tampoco un premio acorde.
Por estirar la racha
Nacional llega con puntaje perfecto: 21 puntos obtenidos, todos los posibles. Esto le permitió ocupar un lugar de privilegio como líder de la tabla anual, con mucha luz de ventaja respecto de sus perseguidores, Juventud de Las Piedras, Peñarol y Liverpool, algo que no hubiese sucedido sin el Intermedio.
Pablo Peirano, el director técnico tricolor, dijo en una rueda de prensa que “es una semana que motiva mucho porque este torneo, que suma para tener más partidos en el año, es importante jugarlo más seguido y da clasificación a un torneo internacional” y agregó que “siempre es bueno competir y que haya un trofeo en el medio”.
Nacional acumula la friolera de 12 partidos seguidos con puntaje perfecto en el Uruguayo desde que llegó Peirano, que ascienden a 13 encuentros ganados en forma consecutiva en la actual temporada de la AUF si se suma el anterior a la asunción de Peirano, en el que los tricolores fueron dirigidos por Martín Liguera. El director técnico no trasladó ni adelantó el equipo, que podrá contar con el panameño Luis Manotas Mejía –de regreso tras defender a la selección de su país en la Copa Oro de Concacaf– y también podría tener variantes en la línea delantera.
“Hay partidos que es probable que sean más para la velocidad, como el caso de Lucas Villalba, a veces para menos espacios y jugadores más técnicos que puedan resolver en esas situaciones. Tomo referencia del rival y la decisión más conveniente. Entre los cambios, también refrescamos las bandas para la intensidad y el ida y vuelta, o los cambiamos de pierna para ir por adentro. Es probable que en ese lugar haya alguna variante”, explicó el orientador de los albos.
Es casi seguro que Luis Mejía estará en el arco. “Los partidos no sólo se juegan cuando comienzan, arrancan en la semana, y cuando están en el campo, los antecedentes se van reviviendo con estas circunstancias”, dijo. “Es bueno que hayan pasado por esa experiencia y que haya un buen mensaje previo de la historia”, sentenció Peirano, lo que nos da la idea de que atajará el panameño y no el joven Ignacio Suárez, quien ocupó la valla en ausencia de Manotas.
La línea final, con el partido de despedida de Lucas Morales, que se va a Olimpia de Paraguay, formará con Sebastián Coates, Julián Millán, Gabriel Báez, Cristian Oliva y Luciano Boggio. La mitad de la cancha se repartirá entre el venezolano Rómulo Otero, el Diente Nicolás López y el carmelitano Gonzalo Petit, y habrá que ver quién ocupa la otra banda, si Ezequiel Mereles –que lo hizo en el Intermedio–, Villalba, la gran revelación tricolor de este año, o Jeremía Recoba, que ha perdido lugar entre los 11 que arrancaron pero ha sido determinante en su juego.
Buscando la primera vez
Sin la distracción de la Libertadores, Peñarol en esta parte de la temporada no pudo concretar en el Intermedio la remontada en la anual. Por el contrario, un empate con Cerro Largo y una derrota ante Liverpool en los partidos de su serie lo obligaron a ganar en el remate de la fase clasificatoria para poder estar nuevamente en la final.
Los de Diego Aguirre arrastran dos partidos con victorias, que al final es lo que vale, y llegan a su segunda final del Intermedio con un problema en el arco, debido a la lesión en el último encuentro de Martín Campaña, que de todas maneras no le impidió seguir jugando, a lo que se suma el desgarro de Guillermo de Amores y la inexperiencia de su arquero juvenil Kevin Morgan, que no ha debutado en primera en partidos oficiales. Al parecer, Campaña si está en condiciones de jugar, estará en el arco.
Como se sabe, Diego Aguirre no ha confirmado esta posibilidad ni el equipo de los aurinegros. De todas formas, se puede suponer, por repetición y experiencia, que formaría con Campaña o Morgan; Pedro Milans, Javier Méndez, Nahuel Herrera y Maximiliano Olivera en la línea de cuatro; el medio repartido entre Ignacio Sosa y el argentino Eric Remedi; por delante de ellos, el floridense Javier Cabrera –determinante desde su regreso tras una lesión–, Leo Fernández y David Terans, el maragato Leandro Umpiérrez o el salteño Diego García por la izquierda, mientras que Maximiliano Silvera jugará por encima de ellos.
La vuelta del clásico al estadio Centenario renovó la expectativa de siempre por el cruce entre los eternos rivales. Ya están agotadas la tribuna Ámsterdam, lo que se vende de Olímpica –poco más de un tercio del aforo de la tribuna para cada club– y la Colombes, es decir que sólo quedan entradas en la América para ambos contendientes.