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Monte Bietschhorn, en los Alpes suizos, el 30 de mayo.

Foto: Fabrice Coffrin, AFP

¿Cómo comparar la riqueza entre países?

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Ninguna métrica puede capturar por sí sola las diferencias en esta dimensión, pero la consideración conjunta de varias ofrece una aproximación razonable para la comparación.

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La revista británica The Economist difundió su ranking anual de riqueza, que ordena los países en función de tres métricas complementarias para corregir algunas deficiencias asociadas a la comparación tradicional, que se basa solamente en el diferencial de ingresos. En efecto, “ser rico no se trata sólo de ganar más”, dado que entre los países existen importantes diferencias en el costo de vida y en el volumen de horas trabajadas.

En ese sentido, el rendimiento del salario cambia en función de los precios de cada país y del esfuerzo laboral que se requiere para obtenerlo. Dos salarios iguales (expresados en la misma moneda) pueden ofrecer posibilidades muy distintas según el país en el que se gasten y, además, pueden demandar un volumen de trabajo muy diferente. Por eso, a la hora de capturar las diferencias de riqueza entre países, es necesario ir un paso más allá de su ordenamiento basado en el PIB per cápita y considerar estas otras dos dimensiones adicionales.

En ese sentido, si el ranking se basara únicamente en la métrica del producto por habitante (la forma más simple e intuitiva de abordar esta cuestión), el país más rico del mundo en este momento sería Suiza, donde el ingreso promedio se sitúa por arriba de los 100.000 dólares. Le seguirían Singapur y Noruega, con 90.700 y 86.800 dólares, respectivamente.

El problema es que Suiza es uno de los países más caros del mundo, lo que afecta el rendimiento de ese elevado ingreso. Por eso, para incorporar esta dimensión y corregir el ordenamiento en función del costo de vida de cada uno, se utiliza el PIB per cápita ajustado por la llamada “paridad de poder adquisitivo”, que ajusta los ingresos en función de los costos propios de cada país. Con esta segunda aproximación, el país más rico del mundo pasa a ser actualmente Singapur, siendo Macao y Qatar los que completan el podio.

Para afinar un poco más el análisis, lo que resta es ajustar ese ingreso en función de la cantidad de horas trabajadas, una dimensión que varía significativamente entre los 178 países que integran el ranking elaborado por la publicación británica. La incorporación de esta tercera métrica vuelve a alterar los resultados y posiciona a Noruega como el país más rico (al igual que el año pasado), mejora la posición de Qatar –que pasa al segundo lugar– y desplaza a Macao del podio en favor de Dinamarca. Suiza, en este caso, queda en el quinto lugar.

Estados Unidos, que es una de las dos economías más grandes del mundo medida a partir del PIB (sin considerarlo en términos per cápita), ocupa el cuarto, el séptimo y el sexto lugar en estas tres medidas respectivamente.

En el otro extremo de la clasificación se sitúa Burundi, cuya población es mayoritariamente menor de 17 años. En este caso, el ingreso representa apenas el 0,15% del ingreso promedio suizo. Si se ajusta por precios, el ingreso de un suizo se reparte entre cerca de 100 burundianos.

Según señala el artículo, “la forma en que la clasificación de los países cambia según las medidas puede reflejar patrones sociales”. Por ejemplo, “aquellos donde pocas mujeres reciben remuneración por trabajar, como Arabia Saudita y Turquía, tienen una clasificación más alta en ingresos por hora que en ingresos solos, porque los ingresos se concentran en menos personas”.

El ordenamiento también se ve condicionado por otras cuestiones, como las que tienen que ver con la pirámide demográfica. Hay países con poblaciones muy envejecidas y otros con poblaciones muy jóvenes, un hecho que también altera los resultados. Por ejemplo, en Italia hay muchas personas jubiladas, mientras que en Nigeria hay muchas que aún no están en edad de trabajar. “En ambos casos, una cohorte de trabajadores más pequeña apoya a una más numerosa”, y eso debe tenerse en cuenta al momento de hacer las comparaciones.

En cuanto a la dinámica temporal de este ranking, el país que ha venido escalando posiciones más aceleradamente es Guyana, que desde el año pasado ha subido un promedio de 17 puestos en la clasificación. Detrás de este fenómeno se encuentra el auge petrolero del país, que ha disparado los ingresos en más de un 40% interanual. Estados Unidos, si bien mejoró el último año, comenzará a caer una vez que los aranceles comiencen a impactar más intensamente sobre el costo de vida.

Cabe destacar que este ejercicio excluye intencionalmente a algunos países. Entre ellos destaca el caso de Irlanda, “donde los cálculos del PIB están contaminados por el arbitraje fiscal”, y el de Luxemburgo, dado que los ingresos están “inflados” como resultado de los desplazamientos transfronterizos.

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