(Es 5 de junio. Faltan 25 días para las elecciones internas y 144 para las nacionales)
Buenos días. Les comento algunas noticias de la campaña electoral que pueden leer hoy en la diaria.
La irrupción de Juan Sartori en el escenario político uruguayo desacomoda a sus rivales, que no parecen tener claro cómo les conviene lidiar con el joven empresario. Ayer, los sectores nacionalistas de Luis Lacalle Pou y Jorge Larrañaga tuvieron que dedicarse a decidir si reaccionaban ante movimientos de Sartori, y ambos optaron por no entrar en polémicas.
En declaraciones a radio Carve, Sartori sostuvo que se está “enfrentando hoy, por el primer lugar [en las internas del PN], a una de las dinastías políticas más importantes y más poderosas” del país, representada por Lacalle Pou. En el sector nacionalista Todos, que lidera el aludido, varios dirigentes respondieron con el mismo argumento: ellos están dedicados a ganar el gobierno nacional, y no quieren distraer energías en polémicas internas.
También en el sector Juntos, alineado tras Larrañaga, primó la línea de no cuestionar a Sartori tras el anuncio de que ensobrará con sus listas, en octubre, papeletas por el Sí a la reforma constitucional propuesta en la campaña “Vivir sin miedo”.
Tanto Todos como Juntos parecen haber llegado a la conclusión de que no les conviene entrar en un juego de ida y vuelta sobre las cuestiones que Sartori pone sobre la mesa, porque así desarticulan sus propios planes de campaña y terminan dándole a su rival aún más visibilidad.
Las críticas más fáciles a Sartori se refieren al peso del dinero en la construcción de su liderazgo. Sin embargo, lo realmente novedoso está en otra parte. Sartori profundiza la tendencia previa a planificar la actividad política con criterios de marketing, y convierte en una fortaleza su falta de trayectoria política. Libre de compromisos previos dentro del PN, e inimputable por lo que este hizo y dejó de hacer hasta ahora, habla en público de lo que quiere y cuando quiere.
El dispositivo en torno a Sartori durante sus actos de campaña no lo hace accesible a los periodistas, y así evita preguntas a boca de jarro sobre cuestiones que no están en su libreto. Sin representantes en los organismos de conducción del PN, no está obligado a pronunciarse sobre las cuestiones que tratan. La opinión pública ignora, por ejemplo, qué opinaba Sartori sobre la propuesta de reeditar la Concertación en las departamentales montevideanas del año que viene, intensamente debatida antes de que el Directorio nacionalista la aprobara.
Alem García, el dirigente más cercano a Sartori desde que este comenzó su campaña, se expresó duramente contra la Concertación en aquel momento, pero no se sabe si el precandidato piensa lo mismo. Cabe señalar que si así fuera, y dado que esa alianza no es muy bien vista en el sector que lidera Larrañaga, bien podría ocurrir que la Convención Departamental de Montevideo del PN, que será elegida en las internas de este mes, tenga una mayoría contraria a la decisión que ya tomó el Directorio.
A todo esto, y mientras Bergara insiste sin éxito en que los precandidatos del FA deberían debatir entre sí, fuentes cercanas al ex presidente del Banco Central aseguraron que están en conversaciones para que haya un debate entre él y Sartori. Si esto se concreta, es claro que quien tendría más que ganar sería Bergara, último en su interna según las encuestas, e interesado en consolidar su proyección futura como dirigente frenteamplista.
En cambio, el también precandidato frenteamplista Daniel Martínez, primero según las encuestas, tiene margen para concentrarse desde ya en el objetivo de octubre. Anoche se realizó la segunda charla de su ciclo “Impulsá el desarrollo”, en el que participan expertos junto con el propio Martínez, y el tema fueron las metas en materia de desarrollo humano.
Martínez planteó la necesidad de cortar la reproducción de la pobreza con un abordaje prioritario e integral de los problemas en la primera infancia. También reiteró su compromiso con la “agenda de derechos” y, tras admitir que los gobiernos del FA no han logrado “revertir la violencia instalada en la sociedad” ni “el crecimiento de los principales delitos”, abordó diversas cuestiones relacionadas con la seguridad y la educación. En estos días, redondear una exposición que no tenga relación con Sartori es una demostración de fuerza.
Hasta mañana.