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Delfina Martínez en la obra de teatro Tránsitos. Foto: cortesía de la obra.

Tránsitos: identidades disidentes e historias humanas en el Festival Grec de Barcelona

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A días del entreno, conversamos con Delfina Martínez, protagonista de esta obra.

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“El mundo nos rechaza de todos lados menos de sus fantasías” es el puntapié para promocionar Tránsitos, una obra de teatro en la que identidades disidentes copan el escenario.

Luego de tener que atrasar dos veces su estreno debido a la pandemia, finalmente saldrá a escena el 10 de diciembre en el teatro La Gleva, en el marco del festival De Grec a Grec, en Barcelona, España. La producción y el equipo atraviesan el Atlántico: fue escrita por la dramaturga y ex directora de Cultura de la Intendencia de Montevideo Mariana Percovich y por el catalán David Teixidó, que además actúa y dirige esta pieza teatral. El proceso de creación llevó unos dos años, y se dio entre Cataluña, Argentina y Uruguay. En cada país hubo una productora: Amici Miei Produccions (Cataluña), Contracultural (Uruguay) y Espacio Callejón (Argentina).

Dos mujeres trans, una persona no binaria, un joven queer y una vieja drag protagonizan desde sus cuerpos e identidades disidentes “historias que escapan de sus tránsitos de género”. Citando la misma dramaturgia, explican: “Porque si sólo hablamos de eso, nos convertimos sólo en eso, y somos mucho más”. A través de estos seis personajes LGBTIQ+, se tratan distintos tránsitos vitales, como el cáncer, el amor y la vejez. “Vivir es pasar de unas circunstancias a otras y todo eso que hacemos para adaptarnos”.

Las y los actores también son diversos y de múltiples nacionalidades. El elenco está compuesto por el actor under argentino Javier Daulte; una de las primeras drag queens de la escena catalana, Sergio Satanassa; la cantante y activista trans Nicole Avventurato; David Priego, disidente de género de Valencia; y Delfina Martínez, la activista y gestora cultural trans afrouruguaya.

Para saber más, la diaria dialogó con Martínez, que está instalada hace un par de semanas en Barcelona trabajando para el estreno que tiene por delante esta semana.

Contó que la convocatoria se dio a través de Leho de Sosa, artista visual y curador junto a Martínez de la Semana de Arte Trans, y de Mathias Dutra, ex diputado suplente del Frente Amplio. “El director de la obra les contó que estaba con su productora en Uruguay y que quería conocer a una activista trans por todo lo que había generado a nivel internacional la campaña por la Ley Integral para Personas Trans”. Explicó que no buscaban una actriz profesional ni con experiencia previa. “Por recomendación de estas dos mariconas, me reuní con elles y decidieron que sea una de las protagonistas de la obra”.

En la misma reunión les comentaron que buscaban trabajar la dramaturgia con alguien de Uruguay, y ella les sugirió a Percovich. “Ahí empezaron a trabajar en la construcción de mi personaje, que atraviesa un diagnóstico de cáncer de mama, donde ella vuelca su propia vivencia atravesando esta enfermedad, pero esta vez pensándolo desde un cuerpo trans”, explicó la actriz.

El proceso de creación parte de una idea muy clara de Teixidó: “Poner en escena cuerpos trans y disidencias de género, pero donde lo central no sea la transición”. La idea, justamente, es que estas personas atraviesan otras circunstancias, como la necesidad de crear familias alternativas a la biológica. “Muchas personas ni siquiera tienen una familia biológica como consecuencia de la exclusión”.

Empezaron a ensayar en febrero, cuando el mundo todavía no había cambiado. La intención era estrenar en junio, que es el mes en que se lleva adelante históricamente el Festival Grec. Pero la historia es conocida: el 13 de marzo decretaron el confinamiento obligatorio en toda España y el festival se suspendió. Martínez, que en aquel momento estaba en Barcelona, tuvo que volver. Había descartado la posibilidad de viajar otra vez este año, pero finalmente allá está, esperando el estreno de esta semana.

“Este año definitivamente es el más surrealista de nuestras vidas, y para nuestro equipo no fue la excepción”, cuenta Martínez, y explica que donde está hay toque de queda. “Para mí, que nací en 1988, era una idea, un concepto. Siempre supe del significado y de todo lo que implicó en la década del 70 y 80 para nuestros pueblos latinoamericanos. Pero, salvando las distancias y los motivos, nunca creí que iba a vivir en primera persona la prohibición de salir de casa después de determinada hora por un decreto de un gobierno”. Los ensayos se realizan bajo estrictos protocolos sanitarios.

“Más allá de todo el riesgo que implica poner el cuerpo y estar en uno de los países en que la pandemia incidió con mucha fuerza, también es una enorme responsabilidad. Estoy viviendo la posibilidad de cumplir un sueño que nunca me animé a soñar, porque creí que no era para mí, que este no era mi lugar, y todo eso que nos terminamos creyendo sin cuestionar demasiado por qué”.

Martínez habla desde el cuerpo y la vivencia de una mujer afro trans. “Para las travestis y trans es muy difícil aún hoy, que tenemos una ley, el acceso a todo. Más aún a los espacios artísticos y culturales, que siguen siendo en su mayoría espacios elitistas y exclusivos, es decir, excluyentes. Si además sos trans y negra, la brecha se hace aún mayor, porque las personas afro venimos de familias de pocos recursos, y muchas no han podido acceder a ningún tipo de formación, porque antes de la escuela o el liceo ya tenían que trabajar o quedarse a cuidar a sus hermanas y hermanos. Entonces, en un país donde las posibilidades de vivir del arte son casi imposibles para la clase media, para los pobres es una utopía”.

Para las mujeres afro trans es complejo construir el antidestino. “No hay estudios que contengan datos específicos sobre interseccionalidad racial de clase y género autopercibido, pero las que conozco, e incluso yo misma, en algún momento de nuestra vida ejercemos o hemos ejercido el comercio sexual, y no por elección. Eso habla de la poca capacidad que tenemos de decidir sobre nuestra vida en general. Por eso, estoy convencida de que cada vez tenemos que ser más las que ocupemos los espacios que hasta ahora nos han reservado el derecho de admisión, y que se empiecen a caer esos viejos paradigmas imaginarios que tiene gran parte de la sociedad aún con respecto a todo lo que no representa lo europeo o lo eurodescendiente, con todo lo que eso implica”, concluyó la mujer negra trans que esta semana va a pisar fuerte un escenario europeo.

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