El relator especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre la situación de los derechos humanos en Irán, Javaid Rehman, dijo este lunes que la muerte de Mahsa Amini el 16 de setiembre de 2022 fue el “resultado de los golpes de la ‘policía de la moral’”. La joven de 22 años murió unos días después de que fuera arrestada por esa fuerza estatal debido a que llevaba puesto el velo islámico de manera “inadecuada”. Las autoridades iraníes señalaron en octubre que la mujer falleció por “condiciones médicas preexistentes” y no debido a los golpes, una versión que fue rechazada por sus familiares y organizaciones de derechos humanos.
“La muerte de Amini no fue un evento aislado, sino el último de una serie de actos de extrema violencia contra las mujeres y las niñas”, aseguró Rehman en la presentación de un informe ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que se encuentra reunido en Ginebra.
El asesinato de Amini provocó la mayor ola de protestas que ha habido en los últimos años en el país, liderada principalmente por las mujeres, y que continúa pese a la brutalidad de la represión y a las denuncias sobre las violaciones de los derechos humanos contra las y los manifestantes.
De hecho, Rehman señaló que tanto el asesinato de la joven como la posterior represión de las protestas podrían constituir “crímenes contra la humanidad”. “La magnitud y la gravedad de las violaciones cometidas por las autoridades iraníes, en especial tras la muerte de Amini, apuntan a que se cometieron posibles crímenes internacionales, en particular crímenes contra la humanidad, como asesinato, encarcelamiento, desapariciones forzadas, tortura, violación y violencia sexual, y persecución”, detalló.
Según las cifras que presentó el experto, 527 personas murieron en las protestas, entre ellas, 71 niñas y niños, incluidos algunos que fueron “asesinados a golpes por las fuerzas de seguridad”. El relator agregó además que mujeres y niñas fueron “atacadas con escopetas en la cara, los senos y los genitales”. “Los niños liberados han descrito abusos sexuales, amenazas de violación, flagelaciones, administración de descargas eléctricas y cómo se les mantuvo la cabeza bajo el agua, cómo se les suspendió de los brazos o de bufandas alrededor de sus cuellos”, puntualizó Rehman en su discurso.
A la vez, expresó su indignación por la ejecución de al menos cuatro personas vinculadas a las manifestaciones y dijo que, en total, 143 fueron ejecutadas desde enero después de “juicios manifiestamente injustos”.
El relator también se mostró “muy preocupado” por la serie de envenenamientos masivos en distintas escuelas de niñas, que las propias autoridades de Irán atribuyeron a grupos contrarios a la escolarización de las mujeres en el país.
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