Ingresá

Solución a Ciudades Fantásticas (Gigantes #3)

1 minuto de lectura

Editar

Ciudades con calles de esmeraldas, escondidas en las montañas, repletas de oro o donde los árboles conceden los deseos. Algunas de estas ciudades nacen de las leyendas y otras de la literatura. En nuestro número dedicado a las ciudades hablamos de ocho ciudades fantásticas: El Dorado, Atlántida, Armilla, Ciudad de los Césares, Sigiriya, Babilonia, Shambhala, Kitezh. Sin embargo, había una trampa. Le preguntamos a los lectores si podían distinguir cuáles son las dos ciudades de la lista que existieron de verdad. ¡Aquí las soluciones!

Babilonia

Ninguna ciudad podía competir con ella hace 2600 años. Situada entre los ríos Tigris y Éufrates en Asia, su entrada era un portal de color azul con dibujos de dragones y toros. Abundaban en ella templos, santuarios y palacios que resplandecían de oro, plata y bronce. Estaba protegida por paredes tan gruesas de roca que dos carros de cuatro caballos podían circular con comodidad sobre ellas. No era eso lo más sorprendente de la ciudad, sin embargo. Babilonia tenía una de las siete maravillas del mundo: los Jardines Colgantes. No se sabe si realmente existieron o cómo eran, pero se los describe como terrazas circulares de hasta veinte metros de altura, llenas de flores, árboles y cascadas de agua.

Sigiriya

Para entrar a Sigiriya, una fortaleza ubicada en medio de la jungla de Sri Lanka, había que meterse en la boca del león. Literalmente. La única forma de entrar a esta ciudad era por una escalera ubicada entre dos enormes garras felinas. El rey Kashyapa la construyó hace más de 1500 años en una montaña rocosa en medio de la jungla. Tenía palacios, jardines y una pared de roca tan pulida que el rey, temeroso de que su hermano lo derrocara, podía ver en ella el reflejo de todo lo que lo rodeaba.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura
Artículo libre Artículo de acceso libre a todo público. Es posible gracias a quienes financian nuestro trabajo con su suscripción de pago.