Autoridades de Bielorrusia confirmaron ayer que Yevgeny Prigozhin, el líder de los mercenarios que se amotinaron contra el gobierno de Vladimir Putin, ya se encuentra en ese país. Si bien muchos especulan con una posible venganza del presidente ruso, desde el Kremlin aseguran que este no tiene intención alguna de hacer algo semejante. “El presidente Putin solamente quiere dejar atrás todo este asunto, nada más. De hecho, le envió a Prigozhin una caja de exquisitos bombones rellenos de licor”, narró un alto funcionario de Moscú. El mandatario ruso, según explicó este funcionario, “desea fervientemente que, tras probar esa exquisitez, el líder de Wagner cambie su visión sobre la forma en que Putin maneja la guerra en Ucrania y la política rusa en general”. De todas maneras, si el líder mercenario rechaza este presente, el mandatario ruso seguirá intentando “vencer sus defensas y llegarle a su corazón con alguna sustancia incluida en un alimento”.
La frase: “No entiendo qué pasó. ¿Ucrania intentó invadirnos?” Ciudadano ruso que salió el viernes de noche y se despertó con resaca el sábado.