El ministro de Defensa Nacional, Javier García, confirmó ayer que, tras varias idas y vueltas, la cartera concretó la compra de dos buques militares que se dedicarán al patrullaje de las aguas nacionales. Según explicó el jerarca, las demoras en la compra de las embarcaciones no tuvieron que ver con la puja entre empresarios interesados en participar en el negocio, sino con “ajustes de último momento para evitar sorpresas desagradables”. En efecto, desde el Ministerio de Defensa Nacional exigieron a los proveedores que las patrullas tuvieran espacio para transportar plantas desalinizadoras. “No queríamos que nos pasara lo mismo que con los Hércules. Y, como en este caso son vehículos nuevos, decidimos pedirles que ampliaran un par de centímetros las compuertas de la bodega para que puedan entrar las desalinizadoras. Con la configuración actual, cada uno de los barcos puede transportar hasta cinco plantas. Creemos que van a ser de gran ayuda para la próxima crisis hídrica”, vaticinó García.
La frase: “Ser ministro de Defensa en una coalición que necesita los votos de Cabildo Abierto es maravilloso. ¡Me dan cualquier cosa que pida!”. Javier García, ministro con crédito ilimitado.
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