En 2020 se había denunciado la existencia de grupos que atacaban a personas de situación de calle en Ciudad Vieja y Cordón. El martes, un cura de una iglesia de Malvín denunció hechos similares en su barrio. Pero, según las autoridades del Ministerio del Interior, estos hechos son “mucho más frecuentes y extendidos de lo que uno podría pensar en base a dos denuncias en tres años”. Desde la cartera explicaron que en todo Uruguay operan “grupos de personas, generalmente hombres, que se caracterizan por vestir ropa azul, o verde en algunos casos, llevar en la cintura revólveres, macanas y esposas, y desplazarse en automóviles blancos con guardas en azul y amarillo, una sirena en el techo y escudos de Uruguay en las puertas”, que atacan a personas en situación vulnerable desde el punto de vista socioeconómico. “Actúan fundamentalmente en los barrios periféricos, pero también en zonas más céntricas, básicamente cuando las personas de los barrios periféricos se desplazan hacia esas zonas”. Las autoridades consideran que, por la gran cantidad de ataques que responden a este modus operandi, quizás no se esté ante pequeños grupos ni ante una organización, sino que se trate de “una nueva cultura urbana, algo como una moda”.
La frase: “Condenamos totalmente estás prácticas, pero hay que contar toda la verdad: las personas agredidas tampoco eran angelitos”. Derechista que viene usando la misma frase desde hace seis décadas.