Un productor rural, de iniciales JJM, fue condenado este lunes como autor penalmente responsable de un delito de abigeato muy especialmente agravado a la pena de dos años de penitenciaría de cumplimiento efectivo, es decir que deberá cumplirlos en una cárcel. También se determinó como pena accesoria que el condenado tenga prohibido negociar con ganado o frutos por el plazo de cuatro años.
El caso estuvo a cargo del fiscal Hermes Antúnez con el apoyo de la fiscal adscripta Silvia Trinidad, ambos en representación de la Fiscalía Departamental de Artigas de primer turno. El condenado fue denunciado por otro productor. Según informó la Fiscalía, en noviembre de 2017 el ahora condenado vendió 4.570 ovinos, pero los animales permanecieron en pastoreo en la estancia de su propiedad.
JJM les indicó a sus empleados que “marcaran los corderos del denunciante con la señal que identifica al establecimiento de su propiedad y estos así lo hicieron”, según señala la formalización a la que accedió la diaria.
Se llevó a cabo una inspección y se encontró que todos los corderos tenían la señal del establecimiento del imputado, pero los animales eran propiedad del denunciante. “Es así que se tiene plenamente probado que el condenado señaló animales ajenos adecuándose su conducta a un delito de abigeato: JJM señaló lanares ajenos para aprovecharse de ellos”, plantea la formalización.
Según el artículo 259 del Código Rural, al ser un productor agropecuario, se considera un delito “muy especialmente agravado”.