En setiembre de 2018 se incautaron 417 kilos de cocaína en un contenedor de lana. El destino: Bélgica. Según informó El País, se determinó que Alberto Pereyra Cardozo, de 58 años, era uno de los dueños de la empresa exportadora. El mismo medio consignó que la empresa estaba registrada a nombre de una persona con uso problemático de pasta base, que había cobrado 1.000 dólares por declararse titular de la empresa. Quienes lo contrataron le compraron ropa para ir a hacer estos trámites.
La Fiscalía de Estupefacientes a cargo de Mónica Ferrero investiga el caso. La fiscal logró la imputación de varias personas involucradas en este caso, entre ellas: un despachante de aduanas, una funcionaria que estaba a cargo de chequear el contenedor, el camionero que lo trasladó y la persona que fingió ser el titular de la empresa. Estaba pendiente la captación penal de la presunta cabeza de la organización: Pereyra Cardozo.
Es que Pereyra Cardozo se fugó a Paraguay e Interpol emitió una alerta roja. Cuatro años después fue capturado en el barrio en el que se ocultaba. Carlos Duré, jefe de Interpol Paraguay, dijo al diario ABC que lo que “hay que preguntarse es por qué eligió Paraguay para esconderse”.