Al salir, Barrera dijo que la situación de Saravia se enmarca en un “claro caso de legítima defensa” y agregó que el jugador aurinegro “en ningún momento ni golpeó ni generó una provocación que pudiera dar lugar a algún tipo de agresión ilegítima”.
En esa línea, señaló que pidió el archivo de la causa contra el jugador, lo que será analizado por el fiscal Fernando Romano.
Barrera recordó que la definición sobre el ingreso y la permanencia en la llamada lista negra, que limita el ingreso a espectáculos deportivos, es una facultad de la Asociación Uruguaya de Fútbol y no de la Fiscalía, y señaló que su cliente no fue ingresado en esa lista.
El director del centro de salud, Álvaro Villar, dijo que era un paciente con patologías psiquiátricas, que se descompensó, y puso en “riesgo de vida al personal de salud”