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Escuelas 123 y 55, el 12 de noviembre, en Flor de Maroñas.

Foto: Alessandro Maradei

Madre de niña de escuela 123 fue imputada por varios delitos

2 minutos de lectura
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Su defensa dijo que su hija era víctima de bullying y la institución no respondió.

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La jueza en lo penal de 34º turno, Blanca Rieiro, formalizó el proceso contra la madre de una niña de 13 años de la escuela 123, que el 5 de noviembre ingresó junto a varias personas a la escuela ubicada en José Belloni y Acrópolis y, entre todos, golpearon a niños, otros adultos y maestras de la escuela.

A pedido de la fiscal Patricia Rodríguez, Rieiro imputó a la madre, de 30 años, por un delito de lesiones personales agravadas por la premeditación, dos delitos de violencia privada, un delito de agresión a trabajadores de la educación y un delito de omisión de los deberes de la patria potestad, y dispuso como medida cautelar la prisión domiciliaria por 120 días con tobillera, con autorización para salir al trabajo de lunes a viernes entre las 7.00 y las 15.00. Rieiro también dispuso la prohibición de acercamiento o comunicación con las víctimas y testigos, así como la prohibición de acercamiento a la escuela 123 en un radio de 500 metros.

“No salgas, ya vinieron” fue uno de los mensajes que recibió la maestra de la niña, que permaneció encerrada con unos 15 niños para evitar que fueran agredidos. El día anterior, la imputada había advertido que regresaría a la escuela con “niños para que les peguen a niños y adultos para que les peguen a adultos”, como forma de terminar con los problemas que había tenido su hija con dos hermanas a las que acusa de hacerle bullying. “Hay bala y palos para todos”, advirtió en la escuela, molesta con la falta de soluciones para el problema de su hija.

Las maestras estaban abordando la situación y el día previo a la agresión habían hablado con la madre de las hermanas. Además, el día de la agresión, la madre de esas dos niñas había sido convocada a una reunión para hablar sobre el problema y pidió salir un rato antes con sus hijas, al término de la reunión. En ese momento la imputada llegaba con su hija –que ese día no había concurrido a la escuela– y varias personas a las que aún se está en proceso de identificar.

Según el relato de la fiscal Rodríguez, una vez que llegaron a la escuela, la hija de la imputada comenzó a golpear a una de las hermanas. A raíz de esto, varios padres que estaban esperando la hora de la salida se dispusieron a separarlas, pero fueron agredidos por la madre de la niña.

Durante la audiencia de formalización, la fiscal Rodríguez señaló que la reacción de la madre ante quienes intentaban terminar con la pelea fue “pecharlos y decirles que esa pelea iba a ser entre menores, que no tenían que intervenir y que las cosas se arreglaban así”.

La madre y sus acompañantes golpearon a la madre de las hermanas, que intentó separar a su hija de la pelea. “La tiran al piso y comienzan a darle golpes de puño en la cabeza y patadas en la espalda y en los brazos”. La imputada ingresó a la escuela exigiendo que saliera la maestra de su hija. El hecho quedó registrado por las dos cámaras que tiene la escuela, en la entrada y en el patio.

La defensa de la imputada, que lleva adelante el abogado Rodrigo Rey, dijo que la hija de su defendida es víctima de bullying desde hace varios meses y señaló que “la violencia que sufre es unilateral”. “Llegamos acá por una cadena de omisiones que vienen desde la ausencia de una política pública específica sobre la materia del bullying”, afirmó.

El abogado destacó que la hija de la imputada no es una adolescente “problemática” ni se “relaciona con violencia con sus compañeros”, sino que “es objeto de violencias que son penalmente relevantes, incluso a la luz del Código de la Niñez y de la Adolescencia”.

Sobre el accionar de la madre, el abogado dijo que la mujer “nunca tuvo problema con la ley penal” y que trató de “velar por la educación de su hija”. “Está angustiada porque la institución educativa no le da una respuesta al bullying sistemático que sufre una preadolescente” y “frente a eso tomó como reacción dirigirse a la escuela, enfrentar dialógicamente a las maestras, y si en ese episodio se produjo un evento de violencia, quiero dejar constancia” de que es porque “hay una omisión institucional muy grave que explica por qué llegamos a este punto”, concluyó.

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