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Peatones frente a un anuncio de TikTok en Shanghái, China, julio de 2018.

Foto: Imaginechina / AFP

TikTok en la pulseada

3 minutos de lectura
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Una red social sospechada de espionaje y propaganda pro Pekín.

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¿Los videos difundidos por la filial de una empresa china amenazan la seguridad de los países occidentales? ¿Es dicha empresa el caballo de Troya destinado a adoctrinar jóvenes espíritus ingenuos? Las presiones y las iniciativas para prohibirla en América del Norte y en Europa occidental se multiplican.

A comienzos de los años 2000, el mundo occidental se ofuscó cuando los chinos prohibieron Google, Facebook y Twitter en su territorio. Hoy les toca a los estadounidenses intentar prohibir TikTok en el suyo. Esta red social pertenece a la compañía china ByteDance, que posee su equivalente en China bajo el nombre de Douyin. Entre sus tres codirectores se encuentra Wu Shugang, un miembro del Partido Comunista de China (PCCh), lo cual sería signo de un control político sobre esta aplicación de éxito planetario.

Con más de 1.000 millones de usuarios en el mundo, una utilización promedio de 90 minutos por día entre los menores de 25 años y ganancias anuales de más de 800 millones de euros, TikTok es, en efecto, un éxito comercial. No obstante, ByteDance experimenta en la actualidad ciertas dificultades para proteger a su start-up [empresa tecnológica innovadora y de gran potencial escalable], valuada en más de 66.000 millones de dólares, frente a los dirigentes políticos y los medios estadounidenses.

“TikTok plantea un problema”, declaró el 4 de marzo Karine Jean-Pierre, vocera de la Casa Blanca. Tres días después, dos senadores –uno demócrata y el otro republicano– presentaban un proyecto de ley para restringir su utilización (Restrict Act), que tiene grandes chances de ser votado. Según el consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, esto le “permitiría al Estado estadounidense impedir que ciertos estados extranjeros exploten servicios tecnológicos de modo tal que ello constituya una amenaza para los datos confidenciales de los estadounidenses y nuestra seguridad nacional”1. Ni China ni TikTok aparecen citados de manera directa, pero es evidente que la legislación apunta antes que nada a la red china. Esta última ya se encuentra prohibida para los funcionarios estadounidenses y para gran cantidad de sus homólogos europeos.

Temores y sospechas

¿Por qué este encarnizamiento si su actividad no difiere, en lo fundamental, de la de sus competidores estadounidenses? TikTok, con su función de compartir videos de algunos segundos, parece inofensiva. Pero, como todas las redes sociales, dispone de un poder de influencia que, según Washington, podría caer en malas manos, implicando un riesgo político. Como en Facebook, Instagram o YouTube, los influencers comparten sus opiniones y de modo más general, a fuerza de escroleos, de clics y de compras, los usuarios divulgan datos muy personales. Si bien su confidencialidad se encuentra, en principio, protegida, cada cual vive a diario la experiencia de la aparición de publicidades o contenidos que se derivan del uso de algoritmos que estas redes mantienen en secreto… Lo que es cierto en el campo comercial puede serlo también en el campo político. Como TikTok pertenece a una compañía china, la administración estadounidense teme una manipulación de la opinión o la recolección de informaciones sensibles por parte del Estado chino. Más aún cuando este último detenta el uno por ciento del capital de ByteDance con derechos privilegiados que le permitirían dictar ciertas decisiones2.

Estas sospechas no son del todo infundadas. En diciembre de 2022, ByteDance admitió que algunos empleados habían usado TikTok para seguir los movimientos de dos periodistas extranjeros que habían recogido informaciones confidenciales y así intentar identificar al personal que había estado en el origen de esas fugas. Estos empleados descubiertos con las manos en la masa fueron despedidos, pero el malestar permanece.

Además, los estadounidenses subrayan que Douyin, a través de sus algoritmos, propone contenidos en su mayoría educativos a los usuarios chinos que tienen menos de 14 años. Ven allí la mano de Pekín, que podría extenderse a Occidente, aun cuando TikTok no promueva la educación. A pesar de que todas las redes sociales parecen adoptar tratamientos diferentes según las zonas geográficas, Washington no lo admite para la aplicación china.

Libertad y redención

Para redimirse y liberarse de su identidad original, ByteDance pretende desacoplar sus actividades chinas de aquellas otras vigentes en el resto del mundo. Elaboró un plan de reestructuración denominado “Proyecto Texas”, que apunta a proteger los datos de los usuarios gracias a una cooperación con el grupo estadounidense Oracle Corp, y que incluye un centro neurálgico con base en Dallas (TikTok US Data Security Inc.), así como tres centros de procesamiento de datos (datacenters) europeos, el primero de los cuales se implantará en Irlanda con un presupuesto asignado de más de 3.000 millones de euros. Al menos ese es el plan de TikTok para separar las actividades, por ahora en espera de la aprobación de las autoridades estadounidenses. El gerente general de TikTok, Shou Zichew, debía defender dicho plan ante la Comisión de Comercio del Congreso de Estados Unidos el 23 de marzo de 2023 con la esperanza de eludir así una prohibición de operar en el territorio de Estados Unidos como la que golpeó a Huawei en 2019. En caso de no lograrlo, es probable que los gobiernos de los países europeos sigan los pasos de Washington, dado que la Comisión Europea ya exigió a sus empleados la supresión de la aplicación china en sus herramientas de trabajo.

Pero ¿están los dirigentes estadounidenses en condiciones, en términos políticos, de prohibir a los menores de 35 años que utilicen su aplicación favorita? ¿Cuáles serían las reacciones en los medios sociales? Las autoridades de Estados Unidos, aun cuando el discurso oficial implica mostrar “apertura a los negocios en materia de inversiones extranjeras”, van a intentar, ciertamente, obtener la cesión de TikTok a inversores extranjeros o, al menos, una separación total de las actividades de Douyin y de TikTok3. Los efectos podrían ser considerables para las grandes compañías estadounidenses presentes en China como Apple, Microsoft y Tesla.

Traducción: Pablo Rodríguez.


  1. “Statement from National Security Advisor Jake Sullivan on the Introduction of the Restrict Act”, sitio web de la Casa Blanca, www.whitehouse.gov, 7-3-2023. 

  2. Cristina Criddle, Hannah Murphy y Demetri Sevastopoulo, “Can TikTok convince the world it is not a tool for China”, Financial Times, Londres, 3-3-2023. 

  3. “TikTok Considers Splitting From ByteDance If Deal With US Fails”, Bloomberg, 14-3-2023. 

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