Libros Ingresá
Libros

La prestigiosa Feria del Libro Infantil y Juvenil de Bolonia seleccionó a tres uruguayos para integrar su catálogo 2019

3 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago
Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

La vitrina internacional más importante dedicada al sector cuenta con tres uruguayos entre sus elegidos de este año: ayer, la Feria Internacional del Libro (FIL) Infantil y Juvenil de Bolonia publicó la selección de ilustradores para la muestra y el catálogo 2019, y, de casi 3000 postulantes, seleccionó 76 trabajos, entre los que se encuentran los uruguayos Alfredo Soderguit, Sabrina Pérez y Cecilia Rodríguez Oddone.

Como recuerda a la diaria Soderguit, esta feria de compra y venta de derechos, y de encuentros entre los diversos sectores de la industria infantil, surgió de una muestra de ilustradores, y si bien después se transformó en este evento central dedicado al mercado editorial, mantuvo el espíritu de pensarse como un lugar abierto a la ilustración, por eso “el catálogo y la muestra son un evento central en la FIL”. Junto a este catálogo panorámico de la ilustración mundial la feria monta una muestra itinerante que se piensa como correlato y que circula por centros de referencia como Estados Unidos, Japón y China.

De los seleccionados, hay siete latinoamericanos (junto a los uruguayos, se eligió a dos venezolanos, una mexicana y un brasileño), y una mayoría de japoneses y taiwaneses, algo que, para Soderguit, responde a su potente tradición de artes gráficas, que “ha impactado muy fuerte en el estilo de la ilustración en literatura infantil y juvenil (LIJ). Hay grupos editoriales y escuelas asiáticas que tienen un material muy sofisticado, con mucha exploración, y un nivel artístico muy alto. La FIL ha apuntado mucho a ese mercado no sólo como proveedor de imprenta sino también por su desarrollo artístico”, dice el ilustrador de Anina Yatay Salas (2003).

Impulso local

En noviembre de 2014, el Departamento de Industrias Creativas de la Dirección Nacional de Cultura (DNC) lanzó el Premio Nacional de Ilustración de Literatura Infantil y Juvenil, en el que cada artista debe presentar entre tres y cinco ilustraciones inéditas que desarrollen una narración sin utilizar lenguaje escrito. El primer premio recibe 120.000 pesos (el segundo, 30.000, y, el tercero, 20.000), con lo que debe costearse el viaje a Italia para participar en la feria, y se le ofrece la posibilidad de ser representado por Books from Uruguay, programa de la DNC que estimula la venta de derechos de autores uruguayos.

En 2017, en esta feria se concretó la venta de Soy un animal, de Soderguit, a tres prestigiosas editoriales: en español, a la bellísima Libros del Zorro Rojo (Barcelona); en francés, a la editorial Didier Jeunesse (París); y en italiano, a Salani Editore (Milán). El año pasado, se facilitó la firma del contrato entre el ilustrador Dani Scharf (que fue seleccionado para el catálogo del año pasado, junto con Fran Cunha) y la editorial chilena Amanuta para que el uruguayo ilustrara uno de sus proyectos.

Para Soderguit, esta selección de 2019 evidencia el sólido recorrido que se ha trazado desde Uruguay, con un premio que “dio un resultado inmediato y muy perceptible”. Recuerda que, cuando surgió, los ilustradores demandaban estímulo y formación para poder hacer mejor su trabajo, ya que, en un país que no cuenta con escuelas específicas, el gran foco recaía en los referentes. “El premio nos hizo ponernos a trabajar con un estímulo concreto, y muchos talentosos artistas, que no ganan pero son seleccionados, se sienten felices por eso, porque es una etapa importante y porque el premio generó mucha camaradería. En su momento veníamos con la idea de agruparnos, surgió el colectivo Iluyos y, en ese diálogo, nació la idea de este premio”, que los ilustradores celebran como un logro colectivo, convencidos de que “la colectivización y el trabajo en equipo es lo que alcanza mejores resultados”.

Así, para el dibujante se generó un espacio de sana competencia y de estímulo profesional que los ubicó en el escenario internacional y gestó una vertiente de formación que alienta un ejercicio constante. Desde el año pasado la DNC presenta a los ganadores del premio, lo que ofrece otras condiciones para los postulantes: “Es parte de este espíritu, porque si bien la convocatoria es individual, uno de los logros que gestionó Cecilia [Bertolini, del Instituto Nacional de Artes Visuales] fue que la FIL reconociera a la DNC como institución, ya que, de ese modo, se cuenta con un plazo extra de presentación de proyectos. Así, el gran logro es la presentación masiva, y que sea posible” esta nueva realidad en la que una de las ferias más importantes selecciona a varios artistas uruguayos, ampliando los horizontes de nuevos lectores.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

¿Te interesan los libros?
None
Suscribite
¿Te interesan los libros?
Recibí cada dos martes novedades en lanzamientos de libros, recomendaciones y entrevistas.
Recibir
Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura