Son muchas las preguntas que rodean al escritor JD Salinger, que murió en 2010 convertido en un ícono de la cultura estadounidense del siglo XX. The Catcher in the Rye (“El cazador oculto” o “El guardián entre el centeno”, 1951) fue su libro más reconocido y, al mismo tiempo, el que lo llevó a retirarse de la vida pública. El autor de esta obra que retrataba la rebeldía adolescente a partir de su protagonista, Holden Caulfield, con el que marcó a toda una generación, no supo –o no quiso– lidiar con ese éxito inmediato: decidió ocultarse de los medios de comunicación y eludir el fervor de los admiradores (además de negarse a que la novela fuera adaptada al cine: rechazó propuestas de directores como Billy Wilder).
56 años después de su última obra (Levantad, carpinteros, la viga del tejado y Seymour: una introducción, que en 1963 fue el tercer libro más vendido en Estados Unidos), su hijo, Matt Salinger, le confirmó a The Guardian que su padre había continuado escribiendo el resto de su vida, y que todo ese material inédito que acumuló durante décadas (y que se supone que abarca novelas, relatos y escritos) será publicado “tan rápido” como sea posible. “Mi padre estuvo escribiendo durante 50 años sin publicar. Eso es un montón de material”, explica el hijo del escritor que en 1951 decidió irse de Nueva York e instalarse en el campo, en la casa donde viviría el resto de su vida. Dice que su padre “podía ir conduciendo el coche y frenar para escribir algo y reírse para sí mismo. A veces me lo leía, otras no. Al lado de cada silla tenía una libreta”. Y cuenta que Salinger quiso que él se encargara de la publicación de esos textos que, por el tamaño del trabajo, sabía que tardaría un tiempo. Matt Salinger y la viuda del escritor, Colleen O’Neill, advierten que se tomarán unos años más para terminar de reunir la obra, pero esperan que sea en menos de una década.