El escritor chileno Antonio Skármeta, integrante de la llamada Generación de los 60 de su país, murió este martes a los 83 años, según informó la institución en la que se formó: “Nuestra comunidad universitaria despide con pesar a Antonio Skármeta Vraničić, escritor, premio Nacional de Literatura 2014, egresado de Filosofía y académico de la Universidad de Chile en múltiples etapas de su inspiradora carrera que impulsó la lectura y el amor por los libros”.
Considerado durante un buen tiempo parte del pos boom, como otros escritores cuya obra comenzó a ser conocida luego del éxito de García Márquez y compañía, fue un cultor del “hiperrealismo” –así definía a cierta corriente de la literatura latinoamericana– y a la vez manejó un eclecticismo que le permitió atravesar géneros y formatos.
Skármeta había nacido en Antofagasta en 1940, y tras su formación universitaria obtuvo una beca Fulbright para desarrollar una maestría en la Universidad de Columbia, en Estados Unidos; su tesis versó sobre la obra de Julio Cortázar. En 1969 ganó el premio cubano Casa de las Américas por su libro de relatos Desnudo en el tejado de una casa en Barcelona.
A principios de la década de 1970 formó parte del MAPU, la escisión marxista de la Democracia Cristiana que apoyó al gobierno de Salvador Allende, y luego del golpe militar de Augusto Pinochet debió salir del país. Durante un año vivió en Argentina y luego se radicó en Alemania Federal. Allí trabajó como profesor de Guion Cinematográfico en la Academia Alemana de Cine y Televisión en Berlín y escribió su primera novela, Soñé que la nieve ardía, publicada en 1975.
En su exilio alemán también escribió una de sus historias más conocidas, Ardiente paciencia, en la que imaginó una amistad entre el poeta chileno Pablo Neruda y su cartero. El texto surgió primero como un guion para radio y luego tomó forma de libreto teatral, que él mismo llevó a escena en 1983. En 1985, Ardiente paciencia fue publicada como libro con ese título, pero el éxito de la segunda adaptación para cine, la famosa Il Postino (Michael Radford, 1994), llevó a que sucesivas reediciones fueran tituladas como El cartero de Neruda.
“El cartero de Neruda fue el título que la editorial Garzanti le puso a la traducción al italiano de mi novela”, contó Skármeta en un ida y vuelta con lectores de El País de España en 2003. “Al ser la productora que hizo la película también italiana, adoptó este título. Y luego las otras editoriales internacionales se sumaron a ella”.
En ese mismo evento reflexionó sobre el éxito de su cartero, que para muchos estaba tan bien descrito que tenía que ser real: “Un personaje ficticio adquiere derecho de vida real cuando establece una relación entrañable con un lector o un espectador. Muchas veces periodistas que me preguntan por mi obra me piden que interceda para conseguir la dirección del cartero e ir a entrevistarlo personalmente. Cuando les digo que es un ser ficticio me miran con reproche. ¡Sorry!”. El cartero de la película había sido interpretado por Massimo Troisi, quien falleció un día después de terminar de rodar, después de varias semanas de posponer una cirugía del corazón.
Otro de sus trabajos notables e igualmente “transgénero” es el monólogo teatral El plebiscito, nunca escenificado pero llevado al cine por Pablo Larraín con el título No (2012), que se convirtió en la primera película chilena en ser nominada al Oscar por Mejor película extranjera.
Tras el resultado de esa consulta popular de 1988, que terminó con la dictadura de Pinochet, Skármeta regresó a Chile. Desde el Goethe Institut formó a una generación de escritores: Alejandro Fuguet, Nona Fernández y Alejandra Costamagna se encuentran entre los asistentes a su célebre taller de escritura. Fue autor de columnas, textos infantiles y condujo el programa de televisión El show de los libros. Además, fue embajador chileno en Alemania durante el gobierno del socialista Ricardo Lagos.
Entre los numerosos galardones recibidos se encuentra la distinción como Caballero de la Orden de las Artes y las Letras del gobierno de Francia, el título de Comendador en Italia y la Medalla Goethe en Alemania. En 2001 obtuvo el Prix Médicis francés y el Grinzane Cavour italiano por La boda del poeta, ganó el Premio Planeta en 2003 con la novela El baile de la victoria, llevada al cine en 2009 con dirección de Fernando Trueba y actuación de Ricardo Darín. Su novela Los días del arcoíris recibió el Premio Planeta-Casa de América en 2011.
“Gracias, maestro, por la vida vivida. Por los cuentos, las novelas y el teatro. Por el compromiso político. Por el show de los libros que amplió las fronteras de la literatura. Por soñar que la nieve ardía en el Chile que te dolió tanto”. Así lo despidió en las redes el presidente chileno, Gabriel Boric, con quien Skármeta compartía la ancestría croata.