El panorama de la historieta uruguaya ha cambiado en los últimos años. Los Fondos Concursables siguen siendo importantes, pero dejaron de ser un pulmotor. Los lanzamientos, con diferentes grados de profesionalismo (algo lógico y saludable), se suceden con una frecuencia cada vez mayor. Y el mercado, los lectores, o como quieran llamarlo, permite experimentos más y más arriesgados.
De todas maneras, lo de la editorial La Modernidad no deja de llamar la atención. En las últimas semanas presentó y distribuyó cuatro novelas gráficas (en realidad, tres novelas gráficas y una antología de historias cortas). Cuatro títulos a todo color, con lomo, que tienen elementos en común, pero que a la vez se diferencian bastante, más allá de que los guiones estén a cargo de una sola persona.
Hay una historia generacional de criminales bien uruguayos, de esos que no logran romper el ciclo de malas decisiones; una historia que aprovecha los clichés de la casa embrujada en medio del campo para seguir asustando; un delirio cósmico (en el buen sentido) sobre seres imposibles que son más o menos responsables de absolutamente todo; y nueve historias contemporáneas que muestran el arte de nueve pares de manos diferentes.
Diego Vázquez es el guionista de El Tijera (con Gabriel Ameijenda), El cronista (con Lisandro Di Pasquale), En los pinos, donde el sol nunca brilla (con Exequiel Rodríguez) y la antología Dentro del cuadro (nueve artistas incluyendo los tres mencionados). Vázquez también es el editor de La Modernidad, y en ese doble rol es que repasa junto a la diaria el camino que lo llevó a estar presentando todo un catálogo de un tirón.
Todo comenzó con un perfil de Instagram en el que comenzaron a compartir historias, que se volvieron físicas con la publicación de cinco fanzines que presentaron en eventos de todo el país, incluyendo Montevideo Cómics. “Empecé con Instagram, pero tenía la idea de en un momento empezar a sacar novelas gráficas. Dedicar tiempo a escribirlas, tener la paciencia, y que no me dominara la ansiedad”, cuenta Vázquez.
Cuando El Tijera ganó los Fondos Concursables del año pasado, lo tomó como “un espaldarazo para animarnos a hacer una locura”, dice en referencia a la presentación cuádruple que ocurrió el 13 de agosto. “Pude empezar a planificar. Lo fui corriendo en el tiempo, al principio era a fines del año pasado, pero después puse una meta más larga. Empecé a hacer que todos los dibujantes sintieran el proyecto, sintieran la fecha, sintieran todo, para que trabajáramos en un conjunto y que se pudiera lograr esto; si no, hubiese sido imposible”.
Vázquez comenta lo que se puede leer en estas novelas gráficas. “No soy muy amigo de la felicidad en las historias. Me parece que cuando uno está contento no tiene nada que contar, sino que lo disfruta. Se echa para atrás en la silla. Creo que en los momentos difíciles siempre hay aprendizajes. Son momentos introspectivos, yo siempre tengo un toque existencialista de preguntarme un montón de cosas de la realidad, y me pareció interesante llevar eso a distintas tramas. En todas los personajes tienen muchas preguntas sobre sí mismos y sobre por qué les pasa lo que les pasa”, explica.
“Trato de ser visceral en mis historias; quizás esté un poquito enganchado con mi ansiedad. A veces soy como muy brusco, pero también siento que eso lo hace un poco real”, agrega Vázquez. “Uno lo que quiere es siempre generar algo, que termine de leer y que la lectura no sea olvidable, que el lector se quede con algo”.
Los interesados en esta obra pueden pasar por la cuenta de Instagram @lamodernidadloexige y obtener más datos sobre los puntos de venta. “Los precios me parece que están bastante bien, vale 790 pesos cualquiera de las tres un poco más grandes, y 590 El cronista. Ya las distribuí todas, creo que son 16 librerías en Montevideo, después dos en Canelones, una en Florida y una en Maldonado”.
Vázquez tiene pensado ir desarrollando esto de editar novelas gráficas. “Mi plan era hacer un piso fuerte, tener un catálogo, tener una presencia de las cuatro, y después ir evaluando de sacar una todos los años de manera segura, y posiblemente dos. Ahí hay que ver cosas: si se ganan fondos o no se ganan fondos. Si se ganan fondos, salen dos al año; si no se ganan fondos, capaz que sale una sola. Hay que ir manejándolo”. Un título anual como mínimo será su forma de generar presencia. “Es algo que me voy a poner como regla y creo que se va a lograr bien. Si lograra mover bien esto, generar una solvencia y poder mover dos títulos al año, sería ideal”.