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Temas del hombre solo: antología de textos de Tüssi Dematteis

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La recopilación de Sofi Richero reúne artículos periodísticos, entradas de blogs y letras de canciones.

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Un hombre curioso reúne una selección de textos publicados por el periodista y músico Gonzalo Tüssi Curbelo Dematteis (1969-2024) en medios de prensa (Posdata, la diaria y Extramuros), redes sociales (Facebook e Instagram), y los blogs Fuck You Tiger y Dragon Lieder. También incluye una breve carta a su banda de rock, La Hermana Menor, letras de sus canciones, y una faceta poética poco conocida: un poema sin título de mediados de los 90 y el poemario Animales atropellados, que obtuvo el tercer Premio Municipal de Literatura en 1994 con el seudónimo Ayrton Ayrton.

En la variedad está el gusto de la periodista y escritora Sofi Richero, amiga de Tüssi durante décadas y responsable de la selección. Traza un mapa con sus referencias habituales (Jorge Luis Borges, The Velvet Underground, el barrio Parque Rodó, Mohammed Ali y Milan Kundera, entre otros) en el que no falta casi nada de lo que sobra en el vasto universo Tüssi, incluso su memorable desempeño como obituarista (basta leer la despedida a William Burroughs publicada en Posdata en 1997). La recopilación evoca la sonoridad de sus textos; sean estos periodísticos, publicaciones en redes, canciones o poesías, los habita una musicalidad que remite a su palabra hablada, más que evidente en el modo conversacional de canciones como “Julia dice (desde acá todavía se ve)” y “Líderes naturales”, tan Lou Reed que no desentonarían entre “Walk on the Wild Side” y “NYC Man”.

Aun con ese tono monocorde, Tüssi administraba términos que despabilaban por su sonido o por la gracia que provocaban expresiones en desuso, como una inflexión a la linealidad de su narración. Es palpable en las observaciones sutiles que atraviesan sus canciones (“El bar frente a la clínica de abortos está siempre abierto/ El menú es elemental pero no cobran los cubiertos”) y también en salidas propias del cómico Roberto Capablanca: “Te vi pasar con el gran Rafael, el que a veces es puto y otras veces gay” (“Cirugía fantasma et swingers delight” aparece incompleta y bajo dos títulos erróneos en el libro).

En uno de sus textos relaciona esa expresividad con la influencia del músico Andy Adler, de quien destaca “un amor absoluto por el lenguaje diario como un teatro experimental y lleno de palabras obsoletas a las que revivía para convertir en flechas”. Adler, a quien evoca como “una de las personas más influyentes para bien o mal en mi vida”, aparece en varios tramos del libro, desde la letra del tema inédito “San Andreas (un hombre bien vestido)”, pasando por recuerdos de una noche neoyorquina, hasta aquella suerte de obituario publicado en su perfil de Instagram. Es una de las tantas despedidas que reúne esta selección de textos, donde Tüssi subraya 2023 como un año “con mucha muerte” de afectos que marcaron su vida; en uno de ellos destaca “otro territorio emocional perdido de la generación que me crio y está en retirada”.

Demasiado solo para un líder natural

La sección conformada por letras de canciones recuerda que, junto con su admirado Fernando Cabrera, fue uno de los músicos uruguayos que retrataron paisajes locales con mayor frecuencia y agudeza. Lugares comunes que de tan cerca se ven borrosos o no se ven: “Ir por el Prado, por Belvedere/ por cada calle que cantó Cabrera/ y por las mías, por mi mapa/ por las canteras/ por las canteras”, dice la inédita “Hada madrina”. Su amor por Montevideo –no por sus habitantes– es tan explícito como la potencia de su prosa, capaz de articular cierta sofisticación con lo barriobajero: “Montevideo es como una chica con las facciones para ser tapa de Vogue, pero que terminó haciéndose dar por 200 pesos en un quilombo del Cordón” (Dragon Lieder, 12/6/2007).

La selección de canciones ordenada por “éditas”, “inéditas” y “en proceso” deja con ganas de conocer otras que no basta googlear para leer. Si bien inició su trayecto musical con Guerrilla Urbana en los años 80, sólo publicó cinco fonogramas, descontando un par de álbumes no oficiales de La Hermana Menor. El primero lo grabaron en 1993, y tras la disolución de la banda optaron por no editarlo; sólo sobrevivieron “Diecisiete” y “3 A.M. (Nafta)”, que destinaron al compilado Las criaturas del pantano (1994); años después, otra formación del grupo registró el EP 6 temas de oro (1998).

Ninguna de aquellas canciones desentonaría en sus álbumes oficiales. Aun cuando se percibe su evolución como compositor, prevalecen varios tópicos frecuentes: amor, soledad, veranos, el número 666, la tensión erótica, el carnaval y cierta ductilidad para incluir uruguayos reconocidos en sus letras, que ya revelaba al cantar “Hasta Juan Zorrilla de San Martín preferiría estar en cualquier otro lado” (“Horóscopos censurados”, inédita). Este acento local que distinguió a su grafomanía no aparece tanto en este libro, que deja afuera su perspectiva sobre asuntos internos sociopolíticos que compartía como partes de guerra desde sus trincheras virtuales.

La coyuntura sólo está presente en un posteo vinculado al presidente Javier Milei, en que habla sobre la izquierda y los movimientos de representación de trabajadores argentinos, para luego generalizar en condicional “y tal vez en todo Occidente”. Cabe recordar que su arribo a la web 2.0 coincidió con el final de la presidencia de Jorge Batlle y el primer gobierno del Frente Amplio, un período histórico que bajo su álter ego bloguero (Benito) narró con elocuencia, osadía, humor, esperanza y desencanto. Del mismo modo abordó tópicos relativos al arte inspirado en el acontecer local, siendo de las escasas voces reconocibles de la cultura vernácula que no se obnubilaron por el Oscar a mejor canción original que recibió Jorge Drexler ni relegaron críticas al rock uruguayo circa Pilsen Rock: “Floreciente, popular hasta lo ridículo, profesional, pacífica e insoportablemente inocuo” (Fuck You Tiger, octubre de 2005).

Mordaz en rodeo propio y ajeno, Tüssi partía de un aviso de cigarrillos Nevada protagonizado por músicos uruguayos para teorizar sobre la representación, concluyendo que debería motivar vergüenza “utilizar la imagen pública ganada a través de la empatía artística como medio para vender cualquier porquería” (Fuck You Tiger, marzo de 2005). La degradación del vínculo entre el consumidor y la música, al igual que la popularidad como zanahoria y motivo de jactancia para algunas bandas, son temas que le importaron especialmente, aunque hoy tienden a pasar por debajo del radar.

Tal como anuncia Richero en la introducción, este libro “no pretende ser una antología sino una muestra de la inabarcable producción de textos de Tüssi”. Cumple ese objetivo y es deseable que estimule nuevos abordajes con otras facetas de quien pintó su aldea como pocos, provisto de una insularidad que ya en la época del blog lo motivó a cambiar de domicilio virtual para sacarse de arriba, momentáneamente, a unos cuantos haters. Luego vino Facebook y años después, por causas semejantes, terminó en Instagram, una red social que prioriza más la imagen que el corsé de los 2.220 caracteres que habilita para textos. Un exilio digital que podría integrar al último texto periodístico del libro, en el que trata acerca del macartismo a propósito de la salida del catálogo de HBO de Lo que el viento se llevó, lo que la reduciría a “odio a los negros y viva el Ku Klux Klan”.

La foto de portada, tomada por Magela Ferrero, muestra al Tüssi con su icónica campera, encapuchado como un esquimal en penumbras, y su mirada disimulada pero intensa detrás de sus clásicos Ray-Ban. Un formidable retrato por fuera y por dentro del hombre al que nada de lo humano le era ajeno y que lo compartía desde una cercanía distante, aunque esto desencadenase otro tipo de alejamientos. “Es mejor quedarse solo cuando uno desentona”, cantaba en “Diecisiete”, y en 2024 también.

Un hombre curioso: éditos e inéditos, de Tüssi Dematteis. 336 páginas. Estuario, 2025.

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