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Cuidados intensivos en el Hospital Departamental de Maldonado (archivo, enero de 2021).

Foto: Difusión, ASSE

Médicos de Maldonado advierten por déficit en el primer nivel de atención por la pérdida del hilo epidemiológico

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Preocupación en Unión Médica de Maldonado por desborde del personal de salud y dificultades para aislar a pacientes con coronavirus.

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Abril termina y el mapa está pintado de rojo. El jueves Maldonado tuvo 92 nuevos casos y 1.060 casos activos. La presidenta de la Unión Médica de Maldonado (UMM), Ana Vernengo, señaló que hay un déficit en el primer nivel de atención debido a la pérdida del hilo epidemiológico de los casos de coronavirus.

“Los médicos están haciendo el seguimiento a 400 personas por día y no dan abasto. Se precisan muchos médicos para que hagan esas llamadas a diario. Ahí estamos fallando, además de que no estamos pudiendo aislar los casos”, ilustró Vernengo.

La doctora manifestó su preocupación sobre la circulación del virus en la población joven que no recibió la vacuna aún y alertó sobre la posibilidad de que la variante P1 vuelva a mutar y se vuelva más letal, más contagiosa y, por lo tanto, más resistente a las vacunas.

Otras de las dificultades que indicó son los recursos humanos para la atención en CTI. La doctora afirmó que el desborde de los intensivistas llevó a que profesionales no especializados en cuidados intensivos -como los anestesistas- tuvieran que capacitarse rápidamente para colaborar. Para mayor efectividad del tratamiento y para la calidad del seguimiento del paciente, se precisa tener una formación específica, evaluó.

“La mortalidad está sensiblemente aumentada en los CTI. Sí hay ventiladores, sí hay determinado personal que podría cuidar a esos pacientes, pero los resultados que obtenemos no son los mismos que meses atrás, cuando teníamos una mortalidad próxima a 43% una vez que se comienza a usar el ventilador. Ahora estamos llegando a cifras mayores a 50% de mortalidad”.

Además, Vernengo destacó que el personal de la salud está en una situación de “dolor profundo” por el aumento de muertes. “Aunque los intensivistas están preparados para esta situación, el hecho de tener que comunicarles a los familiares que el paciente se muere después de estar 20 días con ventilador es muy duro”, expresó.

La doctora prevé que el estrés postraumático será una consecuencia de la crisis sanitaria. “Qué pasa el día después, eso hay que empezar a manejarlo”, consideró.

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