El domingo, el programa Santo y Seña de Canal 4 emitió un informe que involucra al edil nacionalista de Maldonado Adolfo Varela, acusado por una presunta estafa con criptomonedas a socios, inversores y a un desarrollador web.
Varela es el director de la empresa InBierto, que se dedica al desarrollo de las criptodivisas y a todos los productos vinculados al sistema cripto. Según se indica en la página web, a la empresa la “motiva” universalizar el acceso a criptos y blockchain “para todos”. “Somos una empresa joven, fiable y transparente”, señala. InBierto creó la segunda criptomoneda uruguaya, a la cual llamaron Ferret Token. La primera es Urubit, que fue desarrollada por tres jóvenes, también de Maldonado, de entre 17 y 18 años de edad. Varela se asoció con Urubit para crear el primer cajero de criptomonedas, que fue inaugurado en enero de 2022 en el local Smart Point, sobre la calle Gorlero de Punta del Este.
Maximiliano D'amatto, inversor asociado a InBierto y uno de los dueños del local Smart Point, declaró que el acuerdo pactado implicaba que él brindara el espacio para el cajero, la energía y la internet, a cambio de ganar un porcentaje de todas las transacciones que se realizaran en el cajero. Además, D'amatto invirtió 5.000 dólares en las Ferret Token, según dijo.
Por otra parte, uno de los socios de Urubit, quien prefirió mantener la reserva sobre su identidad, detalló que el acuerdo con InBierto incluía dividir la mitad de las ganancias entre las empresas, ya que Urubit desarrolló el software para el cajero, mientras que InBierto brindó el capital y el hardware, es decir, el equipo y el soporte físico. Sin embargo, un día antes de que Varela se presentara como orador en el Campus Party, que se llevó a cabo en marzo y abril de este año en el Centro de Convenciones de Punta del Este, InBierto disolvió los vínculos con Urubit dado que, según habría dicho Varela, el software “no servía y era una porquería”. Durante la exposición en la conferencia, el edil presentó las criptodivisas y el cajero como un desarrollo exclusivamente de InBierto.
Para ese entonces, Varela ya había incorporado un nuevo software que desarrolló César Bermúdez, quien denunció que el edil no le pagó 100.000 dólares por su trabajo, además de no devolverle 11.800 dólares que le prestó para otra transacción.
En abril, según planteó D'amatto, comenzaron los problemas en el software y con las operaciones en el cajero, a la vez que había faltante de dinero para retirar y de criptos habilitadas. En ese momento, según coincidieron los testimonios, Varela se había ido un mes de vacaciones a las Bahamas y no atendía las llamadas.
El socio de Urubit señaló que de esa forma se dieron cuenta de que la “estafa ya estaba consumada” y recordó que Varela había bromeado “con crear un rug pull”: un modelo de criptomoneda que la gente compra y de las cuales “te quedas con un gran porcentaje. Luego de que la gente la compró y puso dinero en la cripto, las vendes y te llevas el dinero”, explicó. “Fue lo que hizo”, denunció.
El joven señaló que Varela había “escondido” sus criptomonedas “como si dejaras los dólares abajo del colchón de la cama: las tenía distribuidas en muchas otras cuentas [anónimas]; eso hacía mostrar como que había más gente que tenía esa criptomoneda [la Ferret Token]. Llegó un momento en el que Ferret subió en precio en gran cantidad después del lanzamiento. Como ya no tenía más formas de seguirle robando dinero a la gente, vendió todas sus criptos y para las demás personas bajó el precio descomunalmente y él les robó toda la plata prácticamente”, lamentó.
Según los jóvenes de Urubit, Varela les debe unos 50.000 dólares en comisiones que no cobraron, además de 22.000 dólares que Varela le pidió “prestado” a otro de los socios para hacer una transacción con criptos.
D'amatto afirmó que Varela les debe dinero de las comisiones por el acuerdo que habían realizado con el cajero y que salió perjudicado tras la venta masiva de las criptomonedas que hizo el edil. “Los 5.000 dólares que tenía [invertido] al otro día valían chaucha y palitos”, lamentó .
Otro de los testimonios vistos en el programa fue el de Alfonso Bonet, un comprador de Ferret Token que invirtió 7.200 dólares en la moneda. En total, unas 550 personas compraron esta criptomoneda.
Quienes acusan a Varela manifestaron también que cada vez que se realizaba una transacción con la moneda digital, se generaba un 3% de comisión que debía ser distribuido entre todos los usuarios de Ferret Token, sin embargo, no se llevó a cabo ya que Varela habría dividido ese porcentaje y depositado en cuentas anónimas.
La cuenta bancaria del Partido Nacional
Simón De Vitta, inversor de InBierto, denunció haber perdido cerca de 60.000 dólares. Contó, además, que “dentro de todos” los depósitos que realizó, en una oportunidad lo hizo a una cuenta bancaria que le pasó Varela y cuyo titular es la “Agrupación Política Todos hacia Adelante por Maldonado”, que pertenece al Partido Nacional. “Me dijo que lo enviara ahí porque tenía una cuenta bloqueada”, contó.
Tras ser consultado por Santo y Seña, Varela negó la acusación y expresó que “ni en pedo” solicitó esa transacción a la cuenta bancaria del PN. Sin embargo, De Vitta presentó el comprobante por el dinero mencionado, con fecha del 18 de marzo de este año y número de transacción 396264, realizado en la red de cobranzas Abitab.
En otra línea, De Vitta aseguró que comenzaron a “aparecer gastos astronómicos” cuando Varela estuvo de viaje en Miami en una misión oficial con la Junta Departamental de Maldonado. “Aparecían fotos, audios, gastos astronómicos en comida, gastos con prostitutas, iban allá a timbear la plata. No sé si la plata que solamente se invirtió, sino también la plata de la Junta [Departamental]”, explicó.
Varela niega las acusaciones
Varela sostuvo que el dinero que ingresaba lo manejaba Urubit y no InBierto; no obstante, los jóvenes sostuvieron lo contrario. El edil no respondió si Urubit recibió el dinero prometido de las comisiones, solamente acotó que ellos “no terminaron el desarrollo” del software.
Sobre los 22.000 dólares que solicitó a uno de los jóvenes para una transacción, explicó que devolvió unos 6.000 dólares y que tiene un acuerdo de pago con el damnificado. “Todas las empresas del país tienen pasivos, no es un delito deber, menos si tienen acuerdos firmados”, argumentó.
Aseguró que hoy en día InBierto debe poco más de 90.000 dólares, pero que con todos tiene acuerdos de pago, entre ellos, también con Campus Party, empresa a la que le debe 15.000 dólares por el costo del stand.
“Tuvimos problemas importantes de capitalización. A nosotros nos pasó fuerte que nos falló el bot, los sistemas de exchange: hacen precios de liquidación, hacen mechas y liquidan cuentas”, apuntó. Según Varela, falló el sistema de Stop Loss, que es una orden que se le da a un broker (empresa financiera) para detener pérdidas. “Un día me desperté y estaban faltando 500.000 dólares”, dijo.
Santo y Seña solicitó los comprobantes de pago y los acuerdos firmados entre las partes y Varela sólo envió el acuerdo que firmó con el exsocio de Urubit. Tampoco brindó los comprobantes de pago que demuestran que la promesa de pago se está cumpliendo efectivamente.
Horas antes de que el programa fuese emitido, el edil nacionalista presentó su renuncia al sartorismo, sector que integraba, a través de una carta que publicó en redes sociales. No obstante, no renunció a su banca como edil del PN. Consultado por la diaria, se limitó a decir que hasta el momento no existe ninguna denuncia penal contra su persona.