Una combinación de lluvias, altas temperaturas y humedad en distintos puntos del departamento provocó, en los últimos días, una invasión de mosquitos que tuvo a maltraer a buena parte de la población. El caso fue evaluado este lunes por la directora de Ambiente de la Intendencia de Maldonado (IDM), Bethy Molina, y la representante de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (MSP), Natalia Santucci.
Molina señaló que el molesto mosquito que asoló a varias localidades pertenece a la especie culex, que no reviste riesgos para la salud humana, y que es común el incremento de su población debido a las condiciones climáticas propias del verano.
Para atender futuras situaciones como las registradas recientemente, tanto Molina como Santucci estimaron que la mejor estrategia son las fumigaciones puntuales, como se ha hecho en años anteriores. Por ese motivo, la IDM sólo fumigará “los lugares que son foco real” de desarrollo de cualquier especie de mosquitos, dijo la jerarca.
Agregó que, si bien existe “un reclamo permanente de fumigación”, se optó por no hacerlo en forma masiva dado que “traería contaminación ambiental por productos químicos que matan al mosquito, pero también podrían afectar la calidad de las aguas”.
“La recomendación es fumigar lugares puntuales donde se desarrollan y crían los mosquitos, y no la ciudad entera”, dijo. También opinó que “fumigar en exceso podría traer aparejado una mayor resistencia a productos para su control”.
Por otra parte, recomendó a la población el uso de repelentes naturales, tales como “lavanda, orégano o perejil”, y mantener los hogares libres de recipientes en los que se acumule agua, que es donde los mosquitos depositan sus huevos. Otros reservorios para estos insectos son los bebederos para animales, las piscinas descuidadas y las fuentes ornamentales.
Molina aseguró, además, que la IDM evalúa instrumentar “un plan piloto” con “repelentes de uso ambiental”, que no se aplican sobre el cuerpo y que pueden emplearse en espacios cerrados y semicerrados. Entretanto, señaló que el MSP trabaja en la colocación de ovitrampas para la detección de la variante Aedes aegypti, vector transmisor del dengue, durante el verano.