A los 84 años falleció este lunes en el estado de Maryland Colin Powell, el primer afroestadounidense secretario de Estado y el primer jefe del Estado Mayor Conjunto en Estados Unidos. Según confirmó su familia, el exjerarca falleció como consecuencia de complicaciones tras infectarse con covid-19.
En su página en Facebook la familia comunicó: “Estaba completamente vacunado. Queremos agradecer al personal médico del Centro Médico Nacional Walter Reed por su atento tratamiento. Hemos perdido a un esposo, padre, abuelo y un gran estadounidense extraordinario y amoroso”. El exmilitar padecía desde hace algún tiempo mieloma múltiple, un tipo de cáncer en la sangre que ataca con particular virulencia al sistema inmune.
La noticia de su fallecimiento trajo a la memoria el destacadísimo lugar que Powell ocupó en la historia militar reciente de Estados Unidos. Nació en Harlem, en Nueva York en 1937, de padres inmigrantes jamaicanos, se destacó en el Cuerpo de Entrenamiento de oficiales de la Reserva del Ejército y entró al servicio activo en 1958. Durante la Guerra de Vietnam comenzó su participación en conflictos armados.
Su rol en la invasión de Panamá en 1989 y la Guerra del Golfo en 1991 lo convirtió en héroe nacional cuando expulsó a Saddam Hussein de Kuwait aunque lo haya dejado en el poder en Irak. Su estrategia, conocida como Doctrina Powell, se impuso en la estructura militar estadounidense: identificar objetivos políticos claros, obtener el respaldo de la población a través de campañas públicas y desplegar en territorio una fuerza militar que abrume al enemigo, según recordó el New York Times.
Fue presidente del Estado Mayor Conjunto durante la Guerra del Golfo; posteriormente, fue presidente del Estado Mayor Conjunto durante el resto del gobierno de George Bush padre, y llegó a desempeñarse como secretario de Estado durante la administración de George Bush hijo.
Consideró brevemente un futuro político y una apuesta por la presidencia tras la publicación de su exitoso libro autobiográfico My American Journey, pero al tener un rechazo prácticamente unánime dentro de los sectores más derechistas del Partido Republicano, declinó la carrera por la Casa Blanca.
Powell se mantuvo alejado de la política hasta que en 2008 se pronunció a favor del candidato demócrata Barack Obama, llamándolo una “figura transformadora”. El respaldo de Powell fue criticado por los republicanos, pero fue clave para neutralizar las preocupaciones sobre la falta de experiencia de Obama en el ámbito militar.
En las dos elecciones siguientes Powell siguió distanciado de los candidatos republicanos y apoyó a los demócratas Hillary Clinton y Joe Biden en sus respectivas postulaciones. Además, fue un gran crítico de la gestión de Donald Trump, apuntando particularmente a “sus mentiras y su falta de ética”. El País de España recuerda sus dichos del año pasado: “La palabra que uso con respecto a lo que ha estado haciendo en los últimos años es una palabra que no hubiera usado nunca antes, que no usé con ninguno de los cuatro presidentes para los que trabajé: Miente, miente continuamente y no pasa nada porque nadie le pide responsabilidades”.