Gran parte de la oposición participará en las elecciones que se realizarán el domingo en Venezuela, en las que se elegirán gobernadores, alcaldes, integrantes de los consejos legislativos de los distintos departamentos y concejales. Incluso los partidarios del dirigente Juan Guaidó, que no participaron en las presidenciales de 2018, a las que sí concurrieron otros sectores, ni tampoco en las parlamentarias de 2020, sí se postularon en esta ocasión, con llamados a votar por un “cambio”.
Por su parte, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se dirigió el miércoles a los gobiernos extranjeros y manifestó: “Pido la comprensión y la solidaridad del mundo entero con las elecciones del 21 de noviembre, con la revolución bolivariana y con el desarrollo de nuestro propio proyecto democrático. Nadie va a venir a imponernos nada”.
Maduro manifestó que “todo está preparado” para la realización de estas elecciones, que según el Consejo Nacional Electoral (CNE) contarán con más de 300 observadores internacionales. El titular del CNE, Pedro Calzadilla, dijo a diplomáticos que esas 300 personas provienen de 55 países y que incluyen cuatro misiones de observación, incluida la de la Unión Europea. También se desplegarán “cuatro delegaciones de veeduría y dos grupos de expertos, que vienen de distintas partes del mundo”, agregó Calzadilla.
El jerarca afirmó además que el actual CNE es “plural”, con tres integrantes oficialistas y dos opositores. De acuerdo con la agencia de noticias Efe, agregó: “Hicimos un esfuerzo para incorporar, aprobar la solicitud de nuevas organizaciones con fines políticos [...] Eso dio como resultado que alrededor de nuevos 20 partidos políticos están hoy en día incorporados, entre organizaciones regionales y partidos nacionales”.
Calzadilla afirmó: “Hemos llegado a este punto de las elecciones en un clima que, nos enorgullece decir, un clima político excelente. Están desplegados los partidos, los candidatos por todo el país, usando todos los medios a su alcance para promover la oferta electoral, con absoluta libertad”.
La lucha por el voto
En Caracas, Tomás Guanipa, el candidato a alcalde por la mayor coalición opositora, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), dijo que esta votación no se trata sólo de “elegir alcaldes y gobernadores, sino un equipo que debe asumir la construcción del cambio”. Según citó el diario El Universal, Guanipa llamó a votar y a “seguir luchando por una Venezuela libre”.
Guanipa, que pertenece al partido del excandidato presidencial Henrique Capriles, Primero Justicia, compite con la oficialista Carmen Meléndez, del Partido Socialista Unido de Venezuela. Esta semana, Meléndez hizo un acto con transportistas enmarcado en una campaña para que cada votante lleve a diez personas más a apoyar en las urnas al oficialismo, informó el periódico. Del mismo modo, la oposición intenta atraer a los votantes y dejar atrás los llamados a la abstención que hicieron en anteriores elecciones.
“El voto es el arma de lucha”, dijo David Uzcátegui, candidato por el partido opositor Fuerza Vecinal a gobernador del estado de Miranda, donde se encuentra parte del área metropolitana de Caracas. Según Efe, el postulante dijo que “la población no está en esa onda” de adherir a los llamados a no emitir el voto. “Ni el 70% que rechaza al gobierno, ni el 10% que cree en esa historia”, dijo Uzcátegui.
A su entender “la oposición tradicional ha cometido un gran error: creer que, porque Maduro es impopular, la oposición es popular”, dijo, y agregó que “eso no es verdad”. Cuestionó lo mismo que algunos analistas: “La oposición tradicional un día dice que no a votar, otro que sí, otro que no y esa incoherencia le está pasando factura”.
El dirigente compite con el candidato del oficialismo, Héctor Rodríguez, que algunos consideran el heredero político de Maduro y que ocupó cargos en su gobierno y en el de Hugo Chávez. También competía con Carlos Ocariz, que tiene el apoyo de Capriles. Sin embargo, Ocariz decidió finalmente abandonar la contienda y llamar a la unidad para derrotar al oficialismo. Pero este caso fue una excepción, porque en general la oposición se presenta dividida en estas elecciones.
Las condiciones de la votación del domingo fueron posibles gracias a la ronda de diálogo que gobierno y oposición mantuvieron hasta agosto en México con la mediación del gobierno de Noruega, recordó Telesur. En esos diálogos se discutieron asuntos vinculados con las garantías y el cronograma para ir a elecciones que contaran con una observación internacional, y esto hizo posible que la oposición participara en estos comicios, algo que no hacía desde 2018.