A pesar de que se esperaba que fuera el tema excluyente del encuentro que mantuvieron este jueves el presidente ruso, Vladimir Putin, y su par turco, Recep Tayyip Erdogan, luego de la reunión el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, se apresuró a anunciar que los dos presidentes no abordaron la cuestión de un posible alto el fuego en Ucrania. Según expresó el funcionario ruso, “no discutieron el tema de una posible tregua, no trataron el asunto de buscar una salida al conflicto ruso-ucraniano”. Las expectativas respecto del tema eran grandes, debido a que el gobierno turco es el único de los que integran la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que mantiene un diálogo fluido con Moscú y además ha adoptado un rol activo en su intento de mediar entre las partes.
Si bien es muy poco creíble la versión ofrecida por Peskov, sí trascendieron detalles sobre los temas que abordaron en la reunión realizada al margen de la Cumbre de la Conferencia sobre Interacción y Medidas de Fomento de la Confianza en Asia (CICA) realizada en Astana, la capital de Kazajistán: la idea de Putin de crear un centro de distribución de gas en Turquía, la construcción de una planta de energía nuclear y el apoyo a los acuerdos sobre la exportación de cereales de Ucrania a través del Mar Negro. Según informó la agencia turca Anadolu, los mandatarios destacaron el alto nivel de las relaciones entre los dos países.
Putin dijo que los suministros de gas natural de Rusia a Turquía se están entregando en su totalidad y que Ankara es el socio más confiable actualmente para las entregas de gas natural a Europa. “Hablando de la energía de los hidrocarburos, debo decir que las entregas de nuestros hidrocarburos, incluido el gas natural, se están entregando en su totalidad y de acuerdo con sus solicitudes”, dijo el mandatario ruso.
Sobre la construcción de un centro logístico en Turquía para la distribución de gas, Putin aseguró que esto permitiría, entre otras cosas, regular los precios, vender gas a precios de mercado a un precio razonable, y eliminar la “politización” del asunto.
El presidente ruso elogió a Turquía como “el socio más confiable” para las entregas de gas a Europa. Por otra parte, señaló que la construcción de la planta de energía nuclear cerca de la ciudad de Mersin, al sur de Turquía, avanza de acuerdo a lo programado y comenzaría a operar el próximo año.
Con respecto al acuerdo de granos de Estambul que fue negociado en junio por Turquía y representantes de las Naciones Unidas con el fin de evitar una crisis alimentaria internacional, particularmente en algunos países africanos, el líder ruso dijo lamentar que, “como antes, una pequeña parte del grano va a los países más pobres”.
El que sí se refirió el jueves a un posible acuerdo de paz con Ucrania, aunque en términos extremadamente pesimistas, fue el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, quien dijo que su gobierno no perseguirá a Occidente en busca de contactos con el gobierno de Kiev. Hasta el momento no ha habido propuestas serias para un diálogo apropiado, dijo Lavrov en declaraciones al diario moscovita Izvestia.
“Nadie [en Occidente] se nos ha acercado con propuestas serias. No vamos a correr tras ellos”, dijo en tono enfático el jefe de la diplomacia rusa.
Las preguntas sobre tales contactos están surgiendo en el momento en el que varios gobiernos de potencias occidentales declararon que no hablarán con Rusia y que sólo el presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, está en condiciones de negociar, y sólo en el momento en que “decida que está listo” debido a que en los últimos tiempos logró importantes victorias en el campo de batalla y ahora está en una posición negociadora más fuerte.
Otra cuestión que está rondando el conflicto es en el eventual uso de armas nucleares por parte de Moscú. A ese tema se refirió el secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, quien este jueves en una conferencia de prensa en Bruselas dijo que las posibilidades de que la alianza militar que lidera recurra al uso de armas nucleares “son extremadamente remotas”. De todas maneras, el jerarca nórdico aseguró que se seguirá monitoreando de cerca los futuros ejercicios de armas nucleares de Rusia, de acuerdo a lo que informó la agencia Reuters.
Stoltenberg agregó que “hasta ahora no hemos visto ningún aumento en la preparación o cambio en la postura nuclear, pero seguiremos alerta y, por supuesto, nunca les daremos el privilegio de decirles exactamente cómo responderemos si usan un arma nuclear en Ucrania”.