El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, manifestó en las últimas horas que una “parte significativa” del Ejército ruso actualmente está concentrada en tomar el control del este del país. En un video publicado este lunes, en el que prometió continuar la lucha a pesar de la escalada del enemigo, dijo que las tropas rusas habían comenzado la batalla por la región del Donbás, “para la que se han estado preparando durante mucho tiempo”. “No importa cuántas tropas rusas lleven allí, lucharemos”, dijo. “Nos defenderemos. Lo haremos todos los días”, afirmó el mandatario.
Según consignó el diario inglés The Guardian, el secretario del servicio de prensa del consejo de defensa y seguridad nacional de Ucrania, Oleksiy Danilov, había informado horas antes del mensaje de Zelenski que había empezado “una fase activa de la ofensiva rusa en casi toda la línea del frente” del este, refiriéndose a las regiones de Donetsk, Lugansk y Járkov, y agregó: “Los ocupantes están intentando romper nuestras defensas”.
El Departamento de Estado estadounidense confirmó que Rusia efectivamente había comenzado su ofensiva, luego de haber enviado refuerzos de material y soldados a la región de Donbás. El portavoz del Pentágono, John Kirby, dijo este lunes durante una conferencia de prensa consignada por la agencia Efe que hay un flujo de equipamiento de artillería, apoyo para helicópteros y elementos para facilitar las operaciones de comando y control rusos en todo el Donbás.
“Creemos que han reforzado el número de sus grupos tácticos de batallón en el este y el sur” de Ucrania, expresó Kirby. Los grupos tácticos de batallón son típicos de las Fuerzas Armadas rusas. Se trata de unidades, que tienen entre 600 y 800 efectivos, con un alto nivel de preparación para librar combates de alta intensidad con distintos tipos de armamento. Kirby puntualizó que en los últimos días Rusia mandó más de diez nuevos grupos tácticos de batallón al este de Ucrania. En paralelo, “hemos continuado viendo una concentración de bombardeos y ataques de artillería en Donbás y en el sur, especialmente alrededor de Mariúpol”, detalló Kirby.
Hablando de Mariúpol, la situación sigue siendo durísima y su caída en manos de los rusos es cuestión de horas. “Durante los últimos días, los rusos han aumentado las afirmaciones de que a los ucranianos no les queda ninguna posibilidad en Mariúpol... Hay combates allí, pero entendemos que los rusos están bastante seguros de que están cerca del control total de esa ciudad”, informó la cadena panárabe Al Jazeera, que tiene a un corresponsal en la ciudad de Dnipro, ubicada en el este de Ucrania, sobre las costas del Dniepr, río que divide en dos el territorio del país.
El alcalde de la ciudad de Mariúpol, Vadim Boichenko, aseguró que al menos 40.000 civiles que vivían allí antes de la invasión fueron trasladados forzosamente a Rusia o a regiones controladas por las tropas rusas. “Lamentablemente, tengo que confirmar que al menos hasta hoy han estado deportando a los residentes”, declaró Boichenko a la televisión ucraniana, información que fue recogida por la agencia Reuters. “Hemos podido verificar a través del registro municipal que ya han deportado a más de 40.000 personas” dijo el jerarca de la ciudad portuaria situada sobre el Mar de Azov.
Mariúpol, sitiada por el Ejército ruso, vive una crisis humanitaria desde hace semanas. Las autoridades locales estiman que aproximadamente 22.000 civiles murieron como consecuencia de la ocupación rusa y aseguran que al menos 1.000 civiles se encuentran en los refugios subterráneos de la planta metalúrgica de la empresa Azovstal, una de las fábricas de acero más importantes del país. Personal de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) presente en Ucrania calcula que unas 100.000 personas permanecen en la ciudad sin agua, comida, luz ni calefacción.
En otro frente
Además de los ataques en todo el este de Ucrania, este lunes se reportó un bombardeo ruso en Lviv, la ciudad más importante del oeste del país, la menos afectada por las acciones bélicas. Cuatro cohetes rusos cayeron sobre la ciudad, matando a siete personas e hiriendo al menos a 11. Tres de los proyectiles impactaron en la infraestructura militar, pero el cuarto parecía haber fallado en su objetivo y cayó en un taller automotor.
El alcalde de Lviv, Andriy Sadovyi, acusó al Kremlin de genocidio después del ataque y dijo que ya no quedaban áreas “seguras” o “inseguras” en Ucrania. “Lo que vemos hoy es un genocidio. Es una acción deliberada del agresor para matar a civiles pacíficos. Todas nuestras ciudades y pueblos están en la misma situación”, afirmó Sadovyi.
Con las conversaciones de paz totalmente estancadas, las potencias occidentales siguen apostando a brindar armamento a Ucrania y además se barajan nuevas sanciones para perjudicar la economía rusa. A propósito de este tema, este lunes el presidente ruso, Vladimir Putin, dijo durante un foro en el que se abordaron temas económicos que los países occidentales se hicieron un gol en contra al imponer sanciones contra Rusia, ya que, según su visión, estas medidas provocaron un notorio “deterioro de la economía en Occidente”.
Según informó la agencia oficial rusa TASS, hablando sobre el estado de la economía interna del país Putin dijo que la inflación se estaba estabilizando y que la demanda de bienes minoristas en el país se había normalizado.
Como consecuencia de las sanciones de los países occidentales, el sector servicios ruso sufrió la peor caída en la actividad desde el impacto causado por la pandemia de coronavirus en 2020, pero el presidente Putin señaló que el número de personas desempleadas en el país se mantuvo en un nivel bastante bajo. “La creación de nuevos empleos bien remunerados, el fortalecimiento de la dinámica económica, el desarrollo de la industria y otros sectores” son la condición clave para asegurar el crecimiento real de los ingresos, dijo Putin. “La situación actual es estable en términos generales”, destacó el mandatario.