El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, afirmó que el Ejército de su país alejará la línea del frente tan lejos como alcancen las armas suministradas por las potencias occidentales a Ucrania.
El canciller reforzó en sus declaraciones la idea que había sido expresada el domingo en una entrevista televisiva por el presidente, Vladimir Putin, quien advirtió de apuntar a más objetivos dentro de Ucrania si el suministro de misiles de largo alcance a Kiev prosigue.
“Cuanto más armamento de largo alcance sea suministrado, más alejaremos de nuestro territorio la línea desde la que los neonazis pueden amenazar a la Federación de Rusia”, expresó Lavrov este lunes durante una conferencia de prensa. El alto funcionario del Kremlin además consideró “una fantasía” negociar un regreso al statu quo anterior al conflicto, informó El País de Madrid.
También el lunes, y después de haber realizado una visita a la región del Donbás el domingo, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, reconoció que las fuerzas rusas tienen superioridad numérica en la batalla que ambas partes están librando por la ciudad de Severodonetsk, en la región de Lugansk, pero remarcó en un contacto con los medios que las tropas ucranianas todavía tienen “todas las posibilidades” de contraatacar.
En otro orden, la cuestión alimentaria sigue siendo una de las principales derivaciones de la guerra, y sobre este punto el lunes el presidente del Consejo Europeo, el belga Charles Michel, acusó a Rusia de utilizar los suministros de alimentos como “un misil furtivo contra los países en desarrollo”. Durante su participación ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Michel culpó en duros términos al Kremlin de una inminente crisis alimentaria mundial, lo que llevó a que el embajador ruso ante la ONU, Vassily Nebenzia, se retirara de la sala, informó la cadena Al Jazeera.
Michel se dirigió directamente al embajador ruso y dijo que vio millones de toneladas de granos y trigo atrapados en contenedores y barcos en el puerto ucraniano de Odesa hace unas semanas “debido a los buques de guerra rusos en el mar Negro”.
“Esto está elevando los precios de los alimentos, empujando a la gente a la pobreza y desestabilizando regiones enteras”, dijo Michel. “Rusia es la única responsable de esta inminente crisis alimentaria”, apuntó el jerarca de la UE.
Pero al parecer la cuestión de la salida de los buques con cereales ucranianos desde Odesa habría sido acordada por los gobiernos de Rusia y Ucrania, con la mediación de Turquía y funcionarios de la ONU. Según informó el diario ruso Izvestia, citando fuentes del Kremlin, el Ejército turco se encargará de retirar minas y cualquier otro artefacto explosivo, así como de escoltar los buques hasta territorio neutral. De acuerdo a lo que consignó el portal Europa Press, por el momento el plan sólo se aplicará a Odesa.
Se prevé que el acuerdo entre las partes sea ratificado en la reunión que tendrán miércoles y jueves autoridades rusas y ucranianas en Ankara, la capital turca.
La guerra y su impacto en la región, según la Cepal
Un informe publicado este lunes por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), titulado “Repercusiones en América Latina y el Caribe de la guerra en Ucrania: ¿cómo enfrentar esta nueva crisis?”, proyectó que en virtud del enfrentamiento bélico en el este de Europa la región enfrenta contextos internos caracterizados por una fuerte desaceleración económica, aumentos de la inflación y una lenta e incompleta recuperación de los mercados laborales, lo que aumentará los niveles de pobreza y pobreza extrema. Teniendo en cuenta los efectos del lento crecimiento y la aceleración de la inflación, la Cepal prevé que la pobreza y la pobreza extrema se eleven por sobre los niveles estimados para 2021. La incidencia de la pobreza regional alcanzaría 33,7% (1,6 puntos porcentuales más que el valor proyectado para 2021), mientras que la pobreza extrema llegaría a 14,9% (1,1 puntos porcentuales más que en 2021). Este resultado refleja el fuerte aumento de los precios de los alimentos. Estos niveles son notoriamente superiores a los observados antes de la pandemia e implican otro retroceso en la lucha contra la pobreza, recalca el informe.
El documento agrega que los mayores precios de las materias primas, el aumento de los costos de transporte y las perturbaciones en las cadenas internacionales de suministro impactarán sobre las exportaciones de bienes de la región.