La dimisión de Boris Johnson como líder de los conservadores británicos y, por lo tanto, como jefe del Ejecutivo abrió el proceso para la elección de un reemplazo en los dos cargos. De los ocho candidatos que se postularon inicialmente para sucederlo, quedan cinco en carrera. Pero las primeras rondas de votación comenzaron a perfilar a dos favoritos: el extitular de Economía Rishi Sunak y la exministra de Defensa y actual titular de Comercio Exterior, Penny Mordaunt.
La cantidad de postulantes se redujo después de la segunda votación del jueves, en la que Sunak obtuvo el apoyo de 101 de los 358 diputados conservadores y Mordaunt el de 83. Los dos lograron un creciente apoyo después de haber obtenido 88 y 67 votos, respectivamente, en la primera votación de este proceso, el miércoles.
Junto a ellos siguen en competencia la ministra de Relaciones Exteriores, Liz Truss, con 64 votos, la exsecretaria de Igualdad Kemi Badenoch, con 49, y el diputado Tom Tugendhat, con 32. Está previsto que de estas votaciones surjan dos candidatos, algo que podría suceder en la votación del lunes o a más tardar el jueves 21. Esos dos postulantes deberán competir por el voto de unos 200.000 afiliados al Partido Conservador que votarán por correo el 5 de setiembre. Para esas elecciones, según las encuestas, Mordaunt es favorita.
A su vez, Sunak fue uno de los varios ministros que renunciaron a su cargo y desencadenaron así la renuncia de Johnson. Unos 60 funcionarios de su Ejecutivo dimitieron para transmitir que le retiraban su confianza al primer ministro.
Pero antes de renunciar, Sunak manifestó que él era el mejor candidato para competir con el líder laborista, Keir Starmer, cuando se celebren las próximas elecciones. Según informó la agencia Télam, Sunak pidió que lo juzgaran por cómo actúa y no por su riqueza. Se lo considera uno de los diputados más ricos y sus críticos dicen que está desconectado de los problemas de los trabajadores.
Pero él agradece el apoyo que recibe de los diputados y de los ciudadanos. “Estoy increíblemente agradecido por el continuo apoyo de mis colegas y del público en general”, dijo Sunak. “Estoy preparado para dar todo lo que tengo por el servicio a nuestra nación. Juntos podemos restaurar la confianza, reconstruir la economía y reunificar el país”, afirmó, según citó Europa Press.
Sunak argumentó a favor de subir impuestos para mantener el servicio de salud y, según informó The Guardian, ha dicho que se centrará más en la prudencia fiscal que en recortes de impuestos inmediatos. Al respecto, acusa a sus rivales de ofrecer “cuentos de hadas reconfortantes”.
Por su parte, Mourdant promete reducir el IVA a los combustibles y aumentar el mínimo imponible del impuesto a la renta. Según citó el periódico británico, ha dicho que espera tener oportunidad de discutir en los próximos días “cómo hacer que nuestra economía vuelva a crecer y permitir que nuestros ciudadanos vivan bien”.
Si algo tienen en común Sunak, Mourdant y sus tres rivales es que todos intentaron desmarcarse de Johnson al participar en su primer debate televisivo, que tuvo lugar el viernes, en Channel 4. El presentador les preguntó si creían que el primer ministro saliente es “honesto”. Nadie respondió que sí. “A veces”, respondió Liz Truss, mientras que Tom Tugendhat negó con la cabeza y recibió aplausos del público.
Sunak, que era un aliado de Johnson, dijo que le quiso dar “el beneficio de la duda” al dirigente, pero que finalmente ya no pudo hacerlo y por eso renunció. Por su parte, Mourdant dijo al terminar el debate: “No soy la opción tradicional, ni la candidata continuista; soy el futuro”.
Aunque les hablen a los votantes desde la televisión, a diferencia de lo que ocurre en las elecciones británicas, los cinco candidatos no tienen que convencer a todos los votantes sino a los 200.000 militantes conservadores que van a definir quién será el primer ministro.