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El nuevo presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, está acompañado por el líder indígena brasileño y ambientalista Raoni Metuktire, conocido como el Jefe Raoni y otros representantes sociales que le entregarán la banda presidencial, la Primera Dama de Brasil, Rosangela da Silva y su perra "Resistencia", en el Palacio de Planalto después de su ceremonia de toma de posesión en el Congreso Nacional, en Brasilia.

Foto: Sergio Lima, AFP

Lula: “Voy a reconstruir el país sobre las ruinas que hemos recibido”

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Tras asumir la presidencia de Brasil, el mandatario aseguró que el objetivo de su gobierno será la defensa de la democracia, garantizar los derechos de todas las personas y promover un desarrollo sustentable y amigable con el medioambiente.

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Luiz Inácio Lula da Silva y el vicepresidente Geraldo Alckmin llegaron minutos antes de las 15.00 al Congreso Nacional para asumir sus respectivos cargos. Luego de prestar juramento, Da Silva pronunció su primer discurso como presidente de Brasil. Durante poco más de 30 minutos, el mandatario repasó sus prioridades de gobierno y reafirmó su compromiso con la defensa de la democracia y por un país “más justo”.

Lula celebró la “victoria de la democracia” en las últimas elecciones, que superó las “más violentas amenazas a la libertad de voto” lanzadas desde la derecha. “Si estamos aquí es gracias a la conciencia política de la sociedad brasileña”, dijo, y agregó: “Hoy, tras el terrible reto que hemos superado, debemos decir: ¡democracia para siempre!”. Asimismo, señaló que este domingo firmará medidas de reorganización de las estructuras del Poder Ejecutivo para que el gobierno “vuelva a funcionar de forma racional, republicana y democrática”.

“A lo largo de esta campaña electoral vi brillar la esperanza en los ojos de un pueblo que sufría, como consecuencia de la destrucción de políticas públicas, los derechos esenciales, la salud y la educación”, manifestó Lula. En esa línea, señaló que “el diagnóstico que recibimos del Gabinete de Transición es terrible”. “Los recursos sanitarios se han vaciado. Han desmantelado la educación, la cultura, la ciencia y la tecnología. Destruyeron la protección del medioambiente. No dejaron recursos para comidas escolares, vacunación, seguridad pública”, manifestó. “Voy a reconstruir el país sobre las ruinas que hemos recibido”, prometió.

Lula sostuvo que una de las prioridades de su mandato será “rescatar a 33 millones de personas del hambre y a más de 100 millones de brasileños de la pobreza”. “Ninguna nación se ha levantado ni puede levantarse sobre la miseria de su pueblo. Este compromiso empieza por garantizar un Programa Bolsa Familia renovado, más fuerte y más justo, para atender a los que más lo necesitan”, aseguró.

Asimismo, el presidente de Brasil señaló que entre sus principales acciones estarán la defensa del medioambiente y la promoción de una economía ecológica y sustentable. En esa línea se comprometió a la deforestación cero en la Amazonia y la emisión cero de gases de efecto invernadero en la matriz eléctrica. “Brasil no necesita deforestar para mantener y ampliar su frontera agrícola estratégica”, afirmó.

“Ningún otro país tiene las condiciones para colocarse como una potencia ambiental. Vamos a iniciar la transición energética y ecológica. Nuestra meta es lograr la emisión cero de gases [de efecto] invernadero y la deforestación cero de la Amazonia. “Vamos a vivir sin cortar un árbol”, señaló el mandatario.

Lula también destacó la refundación del Ministerio de la Mujer “para demoler el castillo de las desigualdades de género”. “Es inaceptable que las mujeres cobren menos que los hombres por el mismo trabajo. Es inaceptable que sean acosadas impunemente en la calle y en el trabajo. Que sean víctimas de la violencia dentro y fuera del hogar”, manifestó Lula. En la misma línea, resaltó el papel que tendrá el Ministerio de Derechos Humanos en garantizar los derechos de todas las personas.

Otro de los puntos centrales en su gobierno será trabajar en la seguridad pública. “Hay mucha inseguridad, y Brasil no quiere y no necesita tener armas en las manos del pueblo. Necesitamos cultura, libros, para que podamos ser un país más justo”, manifestó. También dijo que no se tolerará la violencia, el racismo ni ninguna forma de discriminación, y que velará por la protección de niñas, niños y adolescentes en situaciones de violencia.

Por otra parte, el novel presidente aseguró que Brasil tendrá un “diálogo activo” con Estados Unidos, la Unión Europea y China. “Los ojos del mundo nos han mirado durante las elecciones. Nuestro compromiso será con el Mercosur y el resto de las naciones soberanas de nuestra región. Haremos más alianzas para tener más fuerza de ahora en adelante. Brasil tiene que ser dueño de su destino, tiene que ser un país soberano”, dijo.

“Vamos a reconstruir este país. ¡Viva la democracia! ¡Viva el pueblo brasileño!”, expresó Lula al cierre de su discurso.

Luego se dirigió hacia el Palacio de Planalto, la sede del Poder Ejecutivo. Allí recibió la banda presidencial de manos de representantes del pueblo brasileño, pertenecientes a distintos grupos sociales: afrodescendientes, mujeres, niños, indígenas, trabajadores y personas con discapacidad.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, luego de recibir la banda presidencial de integrantes de la sociedad civil en el Palacio de Planalto.

Foto: Evaristo Sa, AFP

“No hay dos Brasil”

Finalmente, Lula se dirigió a las personas presentes en la Explanada de los Ministerios, que desde temprano aguardaban su presencia. Visiblemente emocionado, el mandatario agradeció al pueblo de Brasil por su apoyo y volvió a repasar algunas de sus principales acciones y compromisos que pronunció en su primer discurso como presidente.

“Voy a gobernar para todos y todas, mirando a nuestro futuro y no al pasado de intolerancia. Es hora de fortalecer los lazos de familia, que fueron rotos por tanto odio y mentiras, armamentos y bombas”, expresó Lula. Además, sostuvo que la “historia no olvidará” el “legado negativo” del gobierno de Jair Bolsonaro.

“En estos últimos años hemos vivido uno de los peores períodos de nuestra historia, una era de sombra y mucho sufrimiento. Esta pesadilla ha llegado a su fin por el voto soberano, en una elección que ha demostrado su compromiso con la democracia. Debemos mirar hacia adelante y olvidar las diferencias. Nos une el amor por Brasil”, dijo Lula.

Luiz Inácio Lula da Silva y Rosângela da Silva, durante el discurso de Lula en el Palacio de Planalto.

Foto: Evaristo Sa, AFP

Asimismo, el presidente llamó a la unidad de la sociedad. “No hay dos Brasil, compartimos una misma virtud: no desistimos nunca, aunque nos arranquen todas las flores, una por una, pétalo por pétalo”, sostuvo Lula. “En 2003, en esta misma plaza, asumimos el compromiso de recuperar el destino del pueblo brasileño para mejorar las condiciones de vida de las personas. Acabamos con el hambre y la miseria, pero hoy, 20 años después, volvimos a ese pasado”, expresó, y afirmó que volverá a asumir el compromiso de luchar contra la desigualdad y la pobreza. “No habrá ningún ciudadano o ciudadana de segunda”, dijo.

“Brasil ha vuelto a ser uno de los países más desiguales del mundo, hace tiempo que no se veía tanta gente buscando alimentos en la basura, o familias con hambre”, sostuvo, y aseguró que cuidará de todos los brasileños y brasileñas y que acabará con el hambre. “Sacaré a la gente de las colas en las carnicerías para pedir huesos para comer”, expresó.

“Es un tiempo de unión y reconstrucción de nuestro país. Hago un llamado para tener un país más justo y democrático. Pido a cada uno de ustedes que la alegría de hoy sea la materia prima de la lucha de mañana”, señaló el presidente. “Viva el pueblo brasileño”, expresó al final de su discurso.

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