El gobierno de Daniel Ortega liberó a 222 presos políticos con destino a Estados Unidos, tras un acuerdo negociado con Washington, marcando un leve acercamiento en las distantes relaciones entre ambos países.
Según consignó The New York Times a través de funcionarios de la administración de Joe Biden, el gobierno estadounidense envió un avión con destino a Managua, donde embarcaron los liberados –aunque se ha hablado también de “desterrados– para ser llevados a Washington, donde fueron recibidos primero por sus familiares y luego por funcionarios de distintas agencias del gobierno estadounidense, que además brindó asistencia jurídica y sanitaria a los liberados.
No obstante, si bien se interpretó como un gesto de acercamiento, tras conocerse la noticia la justicia nicaragüense emitió un comunicado en el que habla de la “deportación inmediata” de estas personas, acusadas de “menoscabar la independencia, la soberanía y la autodeterminación del pueblo, por incitar a la violencia, al terrorismo y a la desestabilización económica”.
Inmediatamente, la Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó una reforma al artículo 21 de la Constitución para incorporar el castigo con “pérdida de nacionalidad nicaragüense” a quienes sean “traidores a la patria”.
A través de otro comunicado, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, valoró que “la liberación de estos individuos, uno de los cuales es ciudadano estadounidense, por parte del Gobierno de Nicaragua” marca “un paso constructivo para abordar los abusos contra los derechos humanos en el país” al tiempo que “abre la puerta a un mayor diálogo entre Estados Unidos y Nicaragua sobre temas que nos preocupan”.
Las detenciones tienen su origen en el recrudecimiento de la represión en el país centroamericano, luego del estallido de protestas en abril de 2018, a raíz de una reforma de la seguridad social que pensaba impulsar el gobierno de Ortega. La situación fue empeorando y se deterioró aún más en 2021, cuando Ortega fue reelecto en los comicios presidenciales en los que varios candidatos fueron apresados e inhabilitados de participar en la contienda, una de ellas, Cristiana Chamorro Barrios, una de las personas liberadas este jueves.
En esas elecciones, Ortega ganó su quinto mandato consecutivo con el 75% de los votos, en una fórmula conformada junto a su esposa, Rosario Murillo, actual vicepresidenta del país. Estas elecciones fueron observadas por distintos organismos internacionales al considerarlas fraudulentas.
Otra de las liberadas el jueves es quien fuera ministra de Salud del primer gobierno sandinista y guerrillera del Frente Sandinista de Liberación Nacional, durante el levantamiento armado de finales de los 70, Dora María Tellez, también encarcelada en 2021 por manifestar su desacuerdo con las políticas de Ortega.
Lesther Alemán, estudiante universitario que confrontó públicamente a Ortega llamándolo “asesino”, es otro de los liberados que viajó en el Boeing 767-300 que aterrizó en Washington en la mañana del jueves.
En tanto, el obispo Rolando Álvarez, otro de los detenidos que se encontraba bajo arresto domiciliario, fue uno de los dos detenidos que se negó a ser liberado y deportado.