El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, fue sumamente crítico con la empresa Petrobras por los dividendos que pagará a sus accionistas por el resultado de sus ganancias del año pasado y el poco dinero que destinará a la inversión.
En un acto celebrado este jueves en el Palacio de Planalto, en Brasilia, en el marco del relanzamiento del programa social Bolsa Familia, el jefe de Estado dijo que no era posible aceptar el hecho de que la petrolera distribuyera más de 215.000 millones de reales –aproximadamente 41.338 millones de dólares– a sus accionistas.
El miércoles, informó el portal Carta Capital, Petrobras anunció que cerró el año pasado con una ganancia récord de 188.300 millones de reales –36.200 millones de dólares–, un aumento de 76,6% respecto de 2021.
Petrobras es una empresa parcialmente pública, en la que también tienen participación capitales privados locales e internacionales. El Estado brasileño controla 36,61% del capital de la compañía, 46,31% está en manos de accionistas extranjeros y el 17,08% restante lo tienen inversores minoristas brasileños.
Según Lula, la empresa debería haber invertido la mitad de los dividendos, especialmente, en la industria naval, en la petrolera y en el sector del gas.
“Petrobras, en lugar de invertir, decidió premiar a los accionistas minoritarios”, expresó Lula en tono crítico. “Petrobras, que en nuestro tiempo era una empresa de desarrollo, ahora es exportadora de petróleo crudo. No es por eso que descubrimos el presal. El presal era para que tuviéramos pasaporte para el futuro de nuestro pueblo y para exportar derivados del petróleo, no crudo”, afirmó.
El presidente agregó que las empresas públicas y estatales y los bancos deben pensar primero en Brasil, “y después pensar en sus ganancias o en sus accionistas”.
La decisión tomada por el directorio de Petrobras tiende a intensificar las críticas que existen contra la empresa dentro del Partido de los Trabajadores, por la política de precios y distribución de dividendos de la empresa, especialmente después de que el gobierno confirmara la reanudación del impuesto sobre el combustible y el etanol.
Lula también habló sobre el programa Bolsa Familia; el mandatario dijo que es únicamente una “pieza” de la política económica y de desarrollo de su gobierno. En su discurso, consignado por el portal Brasil 247, Lula prometió que el Estado será el propulsor del crecimiento del país si la inversión privada no alcanza.
“Bolsa Familia es una pieza. Junto a eso debe haber una política de crecimiento económico, de creación de empleo y de generación de ingresos a través de los salarios. En el último trimestre del año pasado el país no creció nada. Nuestro desafío es hacer que Brasil vuelva a crecer, que ninguna obra se quede paralizada en este país. En los últimos cuatro años el expresidente invirtió apenas 20.000 millones de reales en obras de infraestructura. Nosotros, sólo este año, ya anunciamos 23.000 millones, o sea que en un año vamos a poner más dinero que ellos en cuatro. Y eso debe aplicarse a la educación, la salud, las escuela y las guarderías”, dijo Lula.
“Únicamente se van a generar puestos de trabajo si la economía crece, y la economía, para crecer, primero necesita inversión privada. Si no la hay, habrá inversión pública. No es que queramos que el Estado haga las cosas que tiene que hacer el sector privado, pero si el gobierno federal no invierte dinero para impulsar el desarrollo, no va a pasar nada”.
Lula agregó que varios bancos de propiedad pública, como la Caixa Econômica, el Banco do Brasil y el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social, “van a volver a invertir para generar empleo, desarrollo y distribución efectiva de la renta para este país”.