El viernes, el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, y el ministro de Seguridad Pública, Wang Xiaohong, se reunieron en Budapest.
Según informó la agencia de noticias estatal china Xinhua, Wang dijo que los dos países siempre se respetaron mutuamente y ahora el funcionario del gobierno de Pekín afirmó que Hungría está preparada para fortalecer la “cooperación práctica” e impulsar “la asociación estratégica completa entre los dos países”.
Wang agregó que la “cooperación mutuamente beneficiosa” produjo “resultados fructíferos”, lo que sirve de ejemplo para un nuevo tipo de relaciones internacionales.
Wang declaró también que su país está preparada para utilizar el 75º aniversario del establecimiento de las relaciones bilaterales diplomáticas para trabajar con Hungría para “implementar el consenso importante alcanzado por los líderes de los dos países, mantener intercambios de alto nivel, profundizar la confianza política mutua, fortalecer los intercambios de persona a persona, ampliar la cooperación en diversos ámbitos, fortalecer la comunicación y la coordinación en los asuntos internacionales y regionales, e impulsar el desarrollo constante de relaciones estratégicas y comprehensivas de China y Hungría”.
El gobierno de Pekín también espera que los dos países profundicen su cooperación en áreas tales como la lucha contra el terrorismo, la lucha contra la criminalidad transnacional y la cooperación policial y, particularmente, de seguridad.
El viernes, Bertalan Havasi, el portavoz de Orbán, informó que el primer ministro había dicho durante la reunión que “el respeto cada vez falta más en la diplomacia internacional, pero siempre ha existido entre Hungría y China, y construiremos nuestra mayor cooperación sobre la base de la amistad de larga data”.
Agregó que las partes negociadoras destacaron la importancia de la seguridad y estabilidad, lo que es una “condición esencial” para el desarrollo económico y la promoción de las relaciones comerciales.
Según explicó Reuters, el ofrecimiento de seguridad por parte de China llega en un momento en que las relaciones entre Hungría, el único país de la Unión Europea (UE) que tiene cercanía con Rusia, y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) son tensas.
Durante la década pasada, el gobierno de Hungría, que lidera el ultraderechista Orbán, ha estado trabajando para reducir su dependencia de los países occidentales y todavía es el único Estado miembro de la OTAN que no aprobó la membresía de Suecia.
Por su parte, China ha sido muy crítica de la OTAN, especialmente tras una declaración de la organización el año pasado en la que señalaba que Pekín había desafiado sus intereses, seguridad y valores con sus “ambiciones y políticas coercitivas”.
Aunque un acuerdo de cooperación entre China y un país que es miembro de la UE y la OTAN es bastante inusual, Orbán viene incentivando la relación entre Budapest y Pekín, según explicó The Guardian.
Muestra de ello es que el año pasado Orbán fue el único líder de un país de la UE que acudió al Foro de la Ruta de la Seda, iniciativa impulsada por China, cuyo propósito es conectar varios continentes por tierra y mar.
Además, otra muestra de la cercanía sinomagiar es que el fabricante de autos chino BYD anunció en diciembre que abrirá su primera fábrica europea de producción de vehículos eléctricos en Hungría.
También en el país centroeuropeo se encuentra la base más grande de logística y fabricación de Huawei Technologies fuera de China, a pesar de las advertencias planteadas por la Comisión Europea de que la empresa podría poner en peligro la seguridad de la UE.