Los bombardeos permanentes sobre la Franja Gaza finalizaron el 10 de octubre, pero la situación dramática en ese territorio está lejos de quedar atrás. En este período, según el Ministerio de Salud local, Israel mató a más de 360 palestinos y la cantidad de heridos que dejó supera los 930. Esas cifras fueron publicadas el jueves, pero aumentan casi a diario.
Las tropas israelíes siguen atacando, aunque estén replegadas en la “línea amarilla”, conocida así por el color con el que estaba marcada en el llamado “plan de paz” del presidente estadounidense, Donald Trump. Pero ese límite no está claro para quienes viven en la Franja de Gaza, y quien se acerque, corre peligro de recibir un disparo.
Por otra parte, el cese del fuego permitió conocer más sobre lo que dejaron dos años de ataques israelíes en la Franja de Gaza. Rescatistas palestinos pudieron recuperar 619 cuerpos entre los escombros que fue posible remover. Pero las autoridades locales afirman que hay muchos más, miles, debajo de construcciones derrumbadas.
A estos cuerpos se suman otros sepultados sin identificar o semicubiertos con tierra, según una investigación periodística que estuvo a cargo de un equipo de la cadena CNN. Para llegar a esa información, el equipo relevó imágenes del terreno geolocalizadas, filmaciones, consultó a una fuente de las Fuerzas de Defensa de Israel, recabó testimonios de conductores de camiones locales que trabajan en tareas de rescate y también de integrantes la organización Breaking the Silence, que reúne a exsoldados.
De acuerdo con CNN, cerca del paso de Zikim, por donde entraban camiones con ayuda humanitaria, en el norte, varios palestinos tienen familiares desaparecidos. La investigación de la cadena reporta actividad de excavadoras en zonas donde murieron personas que intentaban acceder a ayuda humanitaria. Informa que se encontraron cuerpos “parcialmente enterrados alrededor de un camión de ayuda volcado”, que otros fueron depositados “en fosas poco profundas sin identificar” y otros simplemente quedaron a la intemperie hasta que el olor se hizo insoportable para los propios militares o fueron comidos por perros.
Una fuente militar, que la cadena mantuvo en el anonimato, dijo a los periodistas que su comandante pidió que se utilizaran las excavadoras para cubrir con arena los cadáveres que se estaban descomponiendo.
Este trato a los cuerpos de los fallecidos puede implicar una violación del derecho internacional, señaló el informe.
Las autoridades israelíes negaron estas prácticas y reiteraron a los periodistas que las Fuerzas de Defensa de Israel “no disparan intencionalmente contra civiles inocentes”. A su vez, dejaron sin respuesta la pregunta de los periodistas sobre los motivos que tuvieron para arrasar cementerios palestinos.
La investigación también recoge lo que ya han denunciado organizaciones sociales, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la gente que vive en la Franja de Gaza: casos de soldados que disparaban a la multitud incluso después de que alguien caía muerto o herido, la imposibilidad de acceder a personas que necesitaban asistencia médica o recuperar cadáveres porque se impedía el paso a las ambulancias durante días o porque el peligro de llegar hasta ellos y ser atacado era demasiado grande.
“Las excavadoras también se utilizaron repetidamente para demoler las ruinas de los edificios tras los cuales los solicitantes de ayuda se refugiaban de los disparos israelíes, como se ve en numerosos videos”, señala el informe.
Para el grupo islamista Hamas, esta publicación es una nueva prueba de genocidio, y exigió que la Corte Penal Internacional, la Corte Internacional de Justicia y los tribunales locales investiguen estos hechos.
Con el invierno cerca
Según las autoridades de Gaza, desde octubre de 2023 Israel mató allí a 70.125 personas. Los heridos son más de 171.000. Pero la cifra sigue creciendo.
Una mujer palestina murió ayer y otras varias personas sufrieron heridas, en algunos casos graves, en un ataque en el barrio Al Tufá de la ciudad de Gaza, por disparos de soldados israelíes, informó Europa Press.
El miércoles, dos niños, dos mujeres y un hombre murieron durante un ataque que afectó a un campamento de desplazados en Jan Yunis, informó la agencia Efe. El ejército israelí lo anunció como una represalia por un ataque lanzado contra sus tropas en Rafah que hirió a cinco soldados y manifestó que la ofensiva se dirigió a “un terrorista de Hamas”.
Incidentes como estos se repiten con frecuencia en las agencias de noticias. “¿Cuántas masacres más deben cometerse antes de que todos comprendan que lo que está sucediendo en Gaza no es una ‘respuesta a un suceso’, sino un ataque sistemático y el asesinato directo de civiles?”, dijo el portavoz del cuerpo de emergencias Defensa Civil de Gaza, Mahmoud Basal. Agregó que los cinco muertos “no se encontraban en una zona de combate, sino en un refugio, en un lugar que les dijeron que era ‘seguro’”.
Hamas acusó a Israel de “incrementar sus violaciones” del alto el fuego, con “asesinatos, demoliciones de viviendas, desplazamiento de civiles y restricciones a la entrada de ayuda humanitaria”, y llamó a la comunidad internacional a poner freno a estas acciones.
En respuesta, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, dijo que los militares “seguirán actuando con fuerza ante cualquier violación y contra la infraestructura terrorista de Hamas en Gaza hasta que vuelva el último rehén y hasta que las capacidades de Hamas sean destruidas”.
Al mismo tiempo, la ayuda humanitaria que Israel permite ingresar a Gaza no alcanza los niveles acordados, no hay suficiente alimento, medicación y otros elementos de primera necesidad, para una población desnutrida y que requiere la atención médica que le ha faltado en los últimos dos años.
En la ciudad de Gaza, la principal de la Franja, volvió a funcionar el mayor centro médico, el hospital Al Shifa, que sufrió bombardeos y asedios desde que las tropas israelíes llegaron hasta allí. Pero al daño en su infraestructura, se agregan las carencias de insumos y medicamentos. Un médico de emergencias dijo a la agencia Efe que eso impide aliviar el dolor intenso que sufren muchos pacientes, y que hay “un número elevado de muertes que en realidad no deberían ocurrir”. Por ejemplo, mencionó el caso de los diabéticos y dijo que actualmente la insulina es un “artículo de lujo” en Gaza.
Cientos de miles de personas, además, están alojadas en carpas improvisadas en momentos en que llega el invierno.
El último rehén
Desde que comenzó el cese del fuego, Hamas entregó a todos los rehenes vivos que todavía mantenía en cautiverio y manifestó que tenía dificultades para localizar los cuerpos de aquellos que murieron, en algunos casos mientras estaban secuestrados y en otros, asesinados durante los ataques del 7 de octubre de 2023.
Sin embargo, en este período se avanzó en la localización de esos cuerpos, y esta semana fueron devueltos a Israel los restos del penúltimo rehén, el tailandés Sudthisak Rinthalak, de 42 años, que, al igual que otros ciudadanos del mismo origen, trabajaba como empleado en tareas agrícolas en los kibutz durante las zafras.
Según informó Israel, Rinthalak fue asesinado el 7 de octubre en el kibutz Beeri, y los milicianos se llevaron su cuerpo. También trasladaron a Gaza ese día a Ran Gvili, un policía de 24 años que sufrió una herida mortal durante el ataque de Hamas y otras facciones armadas.
El jueves, una delegación israelí viajó a Egipto a reunirse con mediadores con el objetivo de lograr el “regreso inmediato” de los restos de Gvili.
Si bien tuvo lugar esa reunión, hasta el momento no se ha avanzado hacia una segunda etapa del plan de Trump, que consistiría en la formación de un gobierno de tecnócratas supervisado por una “Junta de Paz” que presidiría él mismo y en la que participarían, entre otros, el ex primer ministro británico Tony Blair y los asesores de la Casa Blanca Steve Witkoff y Jared Kushner, además de representantes de otros países.
Según publicó el portal Axios, Trump prevé anunciar antes de Navidad la composición del nuevo gobierno, que será integrado por cerca de una docena de palestinos que tengan experiencia en gestión y negocios, y que no se vinculen a ningún movimiento armado o político palestino.
En esa segunda fase, Israel debe retirar a su ejército de la Franja de Gaza y sería sustituido por una Fuerza de Estabilización Internacional que ya cuenta con autorización del Consejo de Seguridad de la ONU.
Sin embargo, Israel sigue aumentando su gasto en defensa. De acuerdo con el Ministerio de Defensa, el presupuesto para el área incluye una partida de unos 225 millones de dólares, repartida en los próximos tres años, para el “fortalecimiento de los efectivos de seguridad en Judea y Samaria”, es decir, para el territorio palestino ocupado de Cisjordania.
El gobierno de Netanyahu prevé destinar esos recursos a la colonización y el establecimiento de bases militares: su plan “incluye la protección de la movilidad, la pavimentación de carreteras y rutas, el establecimiento de bases de las Fuerzas de Defensa de Israel en Judea y Samaria, así como proyectos en la frontera oriental”.
También en Cisjordania la violencia fue en aumento en los últimos años y no hay ningún pacto para frenarla. El jueves una decena de palestinos fueron heridos en tres ataques de colonos israelíes, según reportó la Media Luna Roja. Tres trabajadores, un padre y una hija, y un hombre de 64 años sufrieron ataques y tuvieron que ser hospitalizados.
De acuerdo con la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos, desde el 7 de octubre de 2023 hasta el 13 de noviembre de 2025, 1.017 palestinos murieron en Cisjordania en ataques o redadas del ejército o a manos de colonos israelíes armados. Octubre fue el mes con más ataques de colonos en años, con 260 casos.
Murió Yaser Abu Shabab, líder de una milicia financiada por Israel en Gaza
“Con inmenso orgullo y honor, las Fuerzas Populares lloran a su heroico mártir, Yaser Abu Shabab, fundador de las Fuerzas Populares en la Franja de Gaza”, manifestó en un comunicado esa milicia gazatí. Aunque Israel intenta esclarecer las circunstancias de la muerte de Abu Shabab, sus seguidores de la milicia Fuerzas Populares aseguraron que murió después de “ser tiroteado mientras, como era su costumbre, intentaba resolver una disputa” entre miembros de una familia. Aclaró que no fueron milicianos de Hamas quienes lo mataron, ya que “son demasiado débiles” para lograr algo así.
El propio primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha reconocido que financia clanes armados en la Franja de Gaza para que sean sus milicianos quienes combatan a Hamas, a quien pretende “derrotar”, en lugar de los soldados israelíes.
El principal de esos clanes es Fuerzas Populares, al que Hamas ha acusado de robar la escasa ayuda humanitaria que Israel permite que ingrese a la Franja de Gaza. Además, Fuerzas Populares ha combatido a Hamas y se propone desplazarlo del poder para controlar ese territorio palestino.
En un comunicado, Hamas consideró “inevitable” el final que tuvo Abu Shabab, a quien calificó como un “traidor” a “su pueblo y a su patria”, que se conformaba con ser “instrumento de la ocupación” israelí. “Los actos criminales cometidos por el llamado Yaser Abu Shabab y su banda representaron una flagrante ruptura del orden nacional y social”, afirmó.
Según informó Europa Press, Abu Shabab tenía 32 años y había estado preso en la Franja de Gaza por tráfico de drogas, pero logró escapar durante la ofensiva israelí. Para el Ministerio del Interior de Gaza, era un prófugo que se dedicaba a actividades ilegales.
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