El juez anticorrupción Mario Helmer Laura dispuso cinco meses de prisión preventiva para el expresidente Luis Arce, que abandonó el cargo hace poco más de un mes, el 8 de noviembre. Ordenó que se lo recluya en el penal de San Pedro, en La Paz, y que la Dirección de Régimen Penitenciario le asigne un lugar “diferente” al de las personas que están sentenciadas en esa cárcel, para garantizar su seguridad física.
Arce es investigado por un supuesto manejo irregular de un fondo para proyectos indígenas. Esas irregularidades se habrían cometido cuando él era ministro de Economía del gobierno de Evo Morales.
El expresidente tuvo el viernes su primera audiencia ante el juez, que duró unas seis horas. En esa instancia, Arce acreditó que reside en forma estable en La Paz y que tiene un trabajo regular como docente de economía en la Universidad Mayor de San Andrés, como garantía de que no tiene intenciones de fuga.
Sin embargo, el magistrado valoró que no se podía descartar el riesgo de que obstaculizara el proceso judicial. Tuvo en cuenta también la magnitud del daño económico que se investiga y el tipo de delitos que se le atribuyen, y dispuso la prisión preventiva. La Fiscalía había pedido que esa medida se aplicara por tres meses y la Procuraduría General del Estado pidió que se extendiera a seis.
La Fiscalía imputó a Arce por “incumplimiento de deberes y conducta antieconómica”. Lo acusa de haber autorizado desembolsos del Fondo de Desarrollo Indígena Originario Campesino y Agropecuario (Fondioc) para proyectos que no se ejecutaron o que se ejecutaron parcialmente. Según la Fiscalía, de los “más de 3.500 proyectos” financiados, “ni la mitad han sido concluidos”.
Además, afirma que Arce aprobó “desembolsos a cuentas particulares de dirigentes” de organizaciones indígenas y campesinas y que no aplicó los controles para verificar que los proyectos financiados se concluyeran, informó el portal boliviano Erbol.
“Soy absolutamente inocente en las acusaciones que alegremente se están vertiendo por aspectos claramente políticos, por la coyuntura política que está pasando. El gobierno busca chivos expiatorios y encubrir lo que está pasando con este tipo de acciones”, dijo Arce, según citó la agencia Efe.
El expresidente se declaró “absolutamente inocente” y dijo que como ministro no participó en las decisiones del directorio del Fondioc, en el que actuaba un delegado de su cartera y representantes de otros ministerios.
Según el expresidente, su detención fue ilegal. Relató que fue interceptado por “encapuchados” en la calle y trasladado sin que le mostraran una orden de detención, pese a que la pidió. “No fue un vehículo policial, sino un minibús. Descendieron cuatro a cinco personas con pasamontañas, prácticamente cubriéndose todo y me invitan a pasar a ese vehículo. Supuestamente yo tenía una orden de aprehensión”, dijo, según citó el diario boliviano La Razón. “Nunca me mostraron la orden de aprehensión, pero aun así accedí a subir. Podía haber sido un secuestro o cualquier otra situación irregular, pero subí al vehículo. Me llevaron a un transbordo y, aproximadamente 15 minutos después, en la plaza Triangular, fue cuando finalmente recibí la orden”, dijo.