Los gobiernos de México, Canadá y China reaccionaron de manera enfática luego de que el presidente estadounidense, Donald Trump, confirmara la imposición de aranceles del 25% a los productos mexicanos y canadienses, y de 10% para los chinos.
El sábado, Trump aprobó la amenaza de imponer aranceles a sus tres principales socios comerciales, que representan juntos casi el 40% de las transacciones estadounidenses, argumentando que lo hacía para enfrentar sus preocupaciones en torno a la inmigración ilegal y el tráfico de drogas.
Pero el domingo, en una publicación realizada en Truth, la red social de su propiedad, el mandatario republicano expresó: “EEUU tiene déficits importantes con Canadá, México y China (¡y casi todos los países!), debe 36 billones de dólares, y no vamos a ser el ‘País Estúpido’ por más tiempo”. “¡FABRICA TU PRODUCTO EN EEUU Y NO HABRÁ ARANCELES!”, agregó Trump, quien con sus medidas proteccionistas busca que se produzca un reshoring, es decir, que las empresas estadounidenses vuelvan a producir en el país fases de la producción que hasta el momento se están llevando adelante en los tres países a los que se impusieron aranceles.
Desde México, la presidenta, Claudia Sheinbaum, respondió a la imposición de aranceles por parte de Trump con la instrucción de también aplicar medidas arancelarias y no arancelarias a la relación que tienen ambos países.
A través de sus redes sociales, la mandataria mexicana aseguró también que los dichos de Trump sobre los presuntos lazos que existen entre el gobierno mexicano y las organizaciones de narcotraficantes son “una calumnia”.
“Si en algún lugar existe tal alianza, es en las armerías de los Estados Unidos, que venden armas de alto poder a estos grupos criminales, como lo demostró el propio Departamento de Justicia de Estados Unidos en enero de este año”, expresó Sheinbaum.
También se manifestó sobre la medida de Trump el secretario de Economía mexicano, Marcelo Ebrard, quien en un mensaje en su cuenta de X expresó: “Acusar al gobierno de México de aliado del narco es, además de una ofensa a nuestro país, un pretexto para distraer a la opinión pública de Estados Unidos del tremendo error de imponer tarifas disruptivas a México y las empresas norteamericanas aquí establecidas”. Ebrard además calificó la medida de Trump como un “tiro en el pie”.
Sobre este último punto, el mandatario, en su disposición del sábado, reconociendo de manera tácita que las presiones al alza podrían afectar de manera severa los costos de las tarifas del gas y la calefacción de los estadounidenses, impuso sólo un arancel del 10% sobre el petróleo y el gas que proviene de Canadá.
También Trump, que sabe que inevitablemente sus medidas producirán aumentos de precios que terminarán siendo pagados por los ciudadanos estadounidenses, expresó el domingo que las subas arancelarias podrían causar “algo de dolor”.
Asimismo, este domingo el portal Aristegui Noticias informó que la presidenta Sheinbaum y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, tuvieron una conversación telefónica en la que acordaron trabajar de manera conjunta en áreas de interés y mejorar las sólidas relaciones bilaterales entre Canadá y México.
En la noche del sábado, en una conferencia de prensa en Ottawa, Trudeau, visiblemente molesto, expresó que Canadá devolverá el golpe a Estados Unidos con aranceles del 25% sobre bienes estadounidenses.
El primer ministro canadiense dijo que, además de las medidas que tomará su gobierno contra las adoptadas por Trump, los ciudadanos también podrían hacer su parte, básicamente evitando comprar productos estadounidenses.
“Habría que revisar las etiquetas en el supermercado y elegir productos elaborados en Canadá. Podría significar optar por el whisky de centeno canadiense en lugar del bourbon de Kentucky, o renunciar por completo al jugo de naranja de Florida. También podría significar cambiar tus planes de vacaciones de verano para quedarte aquí en Canadá”, dijo.
Posteriormente, de acuerdo a lo que consignó el portal estadounidense Politico, Trudeau enumeró una lista de productos provenientes de Estados Unidos sobre los que pesarán aranceles: “Vino y bourbon, frutas y jugos de frutas, incluido el jugo de naranja, junto con verduras, perfumes, ropa y zapatos. Productos de consumo importantes como electrodomésticos, muebles y equipos deportivos, y materiales como madera y plástico, junto con muchas otras cosas”.
El último país en manifestar su reacción frente a las medidas de Trump fue China. Este domingo, de acuerdo a lo que informó AFP, el gobierno de Pekín expresó su “gran insatisfacción” con el aumento de aranceles, y su ministerio de Comercio anunció que tomaría “medidas correspondientes” para proteger sus “derechos e intereses”, aunque sin entrar en detalles ni mencionar cifras.
Además, China informó que presentó una queja ante la Organización Mundial del Comercio en la que acusa a Washington de violar las reglas comerciales internacionales con esta “imposición unilateral de aranceles”.