La apertura de una nueva sesión de la Legislatura en Argentina sigue generando reacciones, después del incendiario discurso que brindó el presidente Javier Milei el sábado por la noche.
Con la designación por decreto de dos jueces de la Corte Suprema, Manuel García Mansilla y Ariel Lijo, y con el escándalo de la estafa con la criptomoneda $Libra aún flotando en el ambiente, temas que evitó mencionar, el mandatario enfocó su alocución en destacar la gestión de su gobierno, al que definió como “el mejor de la historia” del país.
Milei dijo que en lo que va de su mandato, menos de un año y medio, ya cumplió “97% de las promesas de campaña” y que logró hacer bajar la pobreza “del 56% al 33%, que en cantidad de habitantes se traduce en 10 millones de personas que salieron de la línea de la pobreza”.
Este presunto logro fue desmentido por un chequeo que realizó La Nación, que calificó la afirmación de “engañosa”. “El presidente utilizó las proyecciones semestrales de la Universidad Torcuato Di Tella, cuyos datos alternativos revelan una cifra similar a la mencionada. Sin embargo, si no se utilizan proyecciones o si se miran los cálculos oficiales, en todos los casos las bajas muestran cifras inferiores”, fue la explicación.
Durante los 70 minutos en los que habló, Milei alternó anuncios, chicaneos a enemigos políticos y alabanzas a su gestión, en medio de medias verdades y afirmaciones directamente engañosas, cuando no falsas.
La mitad de las bancas del Congreso estaban desocupadas, porque todos los legisladores peronistas, como así también otros representantes de la oposición, decidieron no presentarse en la sesión para hacerle el vacío al mandatario. Claro que eso no se vio en la transmisión oficial, que mostró planos cortos con los permanentes aplausos y vítores de los legisladores oficialistas y sus aliados.
Además, y tras haber restringido el acceso a la prensa a sus habituales lugares de trabajo en la sede del Legislativo, los armadores de Milei hicieron entrar a decenas de integrantes de su claque, que celebraron cada una de las frases grandilocuentes del mandatario ultraderechista.
Entre los anuncios, uno de los más trascendentes fue que pedirá el apoyo del Congreso para lograr obtener un nuevo préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI). “Estamos avanzando con un acuerdo con el FMI para sanear el Banco Central y salir del cepo cambiario durante este año”, dijo Milei, aunque no precisó detalles de cuánto ni cuándo sería el ingreso de los fondos.
El mandatario también manifestó su intención de salir o reformar el Mercosur para poder establecer un tratado de libre comercio con Estados Unidos.
Además, una vez más, como lo había hecho el viernes, cuando le pidió la renuncia al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, Milei intentó capitalizar políticamente el asesinato en la ciudad de La Plata de Kim, una niña de siete años que falleció arrastrada por el vehículo que dos menores, de 17 y 14 años, le habían robado a su madre.
El presidente ultraderechista negó que vaya a trabajar con él, tal como le había pedido el gobernador. “Mientras siga sosteniendo que los delincuentes, los asesinos y los violadores son víctimas del sistema, en línea con el wokismo jurídico de Zaffaroni, no sólo no tenemos nada para conversar, sino que además quiero decirle que jamás resolverá el gravísimo problema de inseguridad de la provincia”, dijo Milei.
Además, el presidente argentino reclamó por el aumento de todos los delitos del Código Penal y anunció una reforma migratoria para limitar los derechos que tienen quienes llegan a vivir a Argentina desde países vecinos. “Si queremos ser un país serio, tenemos que llevar a cabo una reforma migratoria”, expresó. Además de criticar a Kicillof y de destratar a la vicepresidenta, Victoria Villarruel, Milei también la emprendió contra el diputado de la Unión Cívica Radical (UCR) Facundo Manes.
Durante el discurso de Milei, Manes, que estaba en su banca frente al presidente, le mostró la Constitución, y Milei le respondió: “Leela bien, supuestamente vos entendés cómo funciona el cerebro y parece que no entendiste nada”, haciendo referencia a que el legislador es neurólogo.
Luego de finalizada la sesión, Manes relató que Caputo lo increpó: “ya vas a saber de mí”, le dijo, según relató a los medios el diputado, que también denunció haber sido agredido por un acompañante del asesor, el influencer Fran Fijap.
El episodio generó la reacción de muchos referentes políticos, entre otros, del diputado Martín Lousteau, presidente de la UCR, quien expresó en su cuenta de X: “En uno de los hechos más graves desde que el Congreso volvió a funcionar en 1983, un diputado opositor fue golpeado por asesores oficialistas. Ahora entendemos por qué no querían periodistas cerca. Mi solidaridad con Facundo Manes y, más que nunca, reitero la necesidad de defender nuestra democracia de los ataques del presidente Milei”.