El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, ordenó al Ejército que tome el control de zonas de la franja de Gaza y dijo que serán anexionadas. Para el caso de que Hamas siga “negándose a liberar a los rehenes, he dado orden a las Fuerzas de Defensa de Israel para que ocupen áreas adicionales en Gaza, mientras evacúa a la población, para expandir las zonas de seguridad en Gaza”, dijo. Acerca de esas áreas, afirmó que quedarían bajo “control permanente israelí”. “Cuanto más se niegue Hamas a liberar a los secuestrados, perderá más territorio, que será anexionado a Israel”, concluyó Katz.
Además anunció que la ofensiva –que fue lanzada el martes en ese territorio palestino, cuando Israel rompió el acuerdo de cese del fuego– crecerá en intensidad. Esto se aplica a “los combates con ataques por aire, mar y tierra, usando todos los medios militares y civiles de presión, incluida la evacuación de la población gazatí hacia el sur y la aplicación del plan del presidente estadounidense [Donald] Trump de la transferencia voluntaria de residentes gazatíes” hacia otros países, citó Europa Press.
Israel ya ordenó la evacuación de barrios de la ciudad de Jan Yunis y dos localidades, una en el sur y otra en el norte de la franja. Desde la madrugada del martes hasta el jueves, esta ofensiva dejó 591 muertos y 1.042 heridos, según datos del gobierno de la Franja de Gaza. El total de muertes causadas por estos ataques desde octubre de 2023 se acerca a 49.000.
Este viernes, el Ejército destruyó el Hospital de la Amistad Turco-Palestina, situado en el corredor de Netzarim, que divide en este territorio palestino. El Ejército lo calificó como un ataque a una “infraestructura terrorista” que antes “servía como hospital”, e insistió en que no estaba activo como centro de salud.
Mientras tanto en Israel miles de personas protestaban con paraguas, bajo la lluvia, por el fracaso de las tratativas para liberar a los rehenes. También expresaban su rechazo a una legislación impulsada por el gobierno para que el Poder Ejecutivo tenga menos controles de parte del Poder Judicial, y repudiaban el intento del primer ministro, Benjamin Netanyahu, de destituir al jefe del servicio de seguridad interna, el Shin Bet, Ronen Bar, que lo está investigando por supuestos vínculos de sus asesores con Qatar.
Según citó el diario The Times of Israel, un dirigente del partido de Netanyahu, Likud, y exministro de Justicia, Dan Meridor, calificó a actual primer ministro como un “peligro para la democracia”. Otro dirigente, Yair Golan, líder del partido Los Demócratas, pidió esta semana nuevas elecciones y que Israel no se vuelva a someter a los “nacionalistas extremistas”, sino que sea un “Estado democrático justo, igualitario, un Estado en el que nuestros hijos y nietos quieran vivir”.
Para Hamas, las declaraciones que ha hecho Ronen Bar acerca de que Netanyahu “perjudicó” las negociaciones sobre la situación en Gaza al apartarlo a él y al jefe del Mossad, David Barnea, de ese diálogo muestran que el primer ministro israelí no quería avanzar hacia un acuerdo.