Brasil registró durante 2024 la mayor reducción de la desigualdad social de los últimos años, según datos de un estudio realizado por la Fundación Getulio Vargas (FGV), basado en la Encuesta Nacional Continua de Hogares.
Los ingresos provenientes del trabajo de los brasileños más pobres crecieron 10,7%, lo que representa un aumento significativamente mayor que el del 10% más rico, que vio un aumento del 6,7%, de acuerdo a lo que indica el estudio, consignado por el portal Brasil 247. El crecimiento promedio general del ingreso laboral fue de 7,1%.
Marcelo Neri, investigador de la FGV y principal responsable del estudio, destacó durante la presentación del informe: “Tuvimos una reducción muy fuerte de la desigualdad en 2024. Y todo esto es más fuerte en términos de ingresos laborales que con relación a los demás componentes del ingreso”.
Según datos del Registro General de Personas Ocupadas y Desempleadas y del Ministerio de Desarrollo y Asistencia Social, Familia y Lucha contra el Hambre, el 75,5% de las vacantes creadas en el mercado formal durante 2023 fueron ocupadas por beneficiarios del programa Bolsa Familia, uno de los planes sociales más importantes de la administración liderada por Luiz Inácio Lula da Silva.
El ministro Wellington Dias, responsable de la cartera de Desarrollo y Asistencia Social, Familia y Lucha contra el Hambre, declaró: “La Regla de Protección de la Bolsa Familia es un instrumento esencial para garantizar que los beneficiarios puedan buscar nuevas oportunidades en el mercado laboral sin perder el apoyo gubernamental. Crea un entorno de seguridad y fomenta la formalización, lo que contribuye directamente a la reducción de la desigualdad y al crecimiento económico del país”.
La inserción laboral de los beneficiarios del programa Bolsa Familia, quienes, al comenzar a trabajar, no perdieron los beneficios sociales que el programa les otorga, también fue destacada por Neri. “El mecanismo creó un colchón de seguridad para que los beneficiarios no perdieran el apoyo al ingresar al mercado formal, asegurando que el crecimiento fuera más fuerte precisamente en la base de la pirámide”, explicó.
Según los datos que emergieron del estudio de la FGV, la región Nordeste fue donde se alcanzaron los progresos más importantes, registrando un aumento del 13% en los ingresos laborales, casi el doble del promedio en el total del país.
El informe destacó una reducción significativa de las desigualdades en la región, con avances notorios entre grupos poblacionales tradicionalmente excluidos, como los trabajadores con bajos niveles educativos, pero también entre los afrodescendientes y las mujeres.
Entre los estados que experimentaron mayor crecimiento, los cuatro primeros están en el Nordeste: Sergipe (32,47%), Pernambuco (19,78%), Bahía (19,42%) y Paraíba (18,62%).
Neri destacó que este dato “es una señal del fuerte crecimiento en el Nordeste que se ha recuperado en los ingresos laborales, lo cual es estructural. La región no sólo creció más, sino que distribuyó mejor las ganancias, especialmente en la base de la pirámide social”.
Otro factor crucial en la reducción de la desigualdad fue el aumento de la educación entre los grupos de ingresos más bajos. Esta ganancia estructural, combinada con la caída histórica del desempleo, contribuyó significativamente al aumento de los ingresos de los más pobres. En 2024, Brasil alcanzó la tasa de desempleo promedio más baja desde que existen registros, del 6,6%.
El ministro Dias destacó la importancia de las cualificaciones profesionales: “Al cualificar e incluir a las personas, no sólo las sacamos de la pobreza, también les devolvemos sus sueños, su dignidad y el derecho a escribir su propio futuro. Esta es la base de un Brasil más justo y desarrollado”.
Neri destacó que, además del crecimiento económico, Brasil experimentó, de acuerdo a los datos de la investigación, un aumento de la igualdad social. Además del crecimiento promedio general del ingreso laboral de 7,1%, hubo una reducción de la desigualdad que representó 2,9 puntos en el índice de Gini, lo que provocó un crecimiento del bienestar de 10,2% de la población.